Margaritas; sasusaku

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Sasuke se ha ido de la aldea para perseguir aquel estúpido deseo de venganza contra su hermano Itachi, Naruto y ella son ahora todos unos Chūnin, pero el vacío en sus corazones no ha desaparecido del todo.

Sakura aún ama al desertor y criminal de rango S de apellido Uchiha, no puede evitarlo, el sentimiento crece mientras la esperanza de que vuelva se alimenta dentro de su pecho. Naruto se lo ha prometido, le dió su palabra, traería a Sasuke de vuelta sin importar nada.

—Sakura-chan...

El hijo del Rayo Amarillo de Konoha está mirándola con vergüenza, mientras las mejillas se le tiñen de carmesí y el corazón le retumba con fuerza. Sostiene firmemente un ramo de margaritas en la mano derecha, y una caja de bombones en la otra.

Es realmente adorable.

—Naruto...

—Feliz San Valentín, 'ttebayo —una sonrisa sincera se desliza entre sus labios— Espero que te guste mi regalo.

Quiere llorar de la emoción una vez que le arrebata tímidamente las flores, su mejor amigo es la persona más maravillosa que existe, está agradecida de tenerlo en su vida.

—Es hermoso, muchas gracias.

—No agradezcas 'ttebayo —lo abraza fuertemente sin pensarlo, las emociones la envuelven, y es entonces cuando las lágrimas saltan con precipitación de sus ojos. Naruto se preocupa al escucharla sollozar, cree que ha metido la pata una vez más. La aparta de si mismo con algo de brusquedad, analizándola lentamente; está llorando, sí, pero porta una sonrisa de felicidad en el rostro que lo hace sentir confundido —¿Estás bien Sakura-chan?, ¿te duele algo?, ¿quieres que te lleve al hospital?.

—Estoy bien, no te preocupes.

—¿Segura?.

No responde, sólo se toma la molestia de asentir. Su mano se desliza y toma la de Naruto con fuerza, él no puede ocultar su sorpresa, pero Sakura decide ignorarlo. Tira de él en dirección al Ichiraku Ramen y, por primera vez en la vida, no aparta ningún pétalo de su raíz, es feliz por ahora, y no necesita de Sasuke para ello.

Porque él sigue sinquererla, pero ya no le importa tanto.