Margaritas; sasusaku

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—¿No has sabido nada de él?.

Niega, aceptando cortésmente la taza de té que Ino le ofrece.

La Cuarta Guerra ha terminado, Kakashi es ahora Hokage, y Naruto por fin es reconocido como héroe por todos los habitantes de la aldea. Muchas fueron las pérdidas obtenidas en la batalla final contra Uchiha Obito, Madara y Kaguya, pero el esfuerzo tuvo resultados positivos, pues el mundo ninja ahora desborda paz en cada uno de sus rincones.

Sasuke logró ser perdonado por todos sus crímenes luego de haber ayudado a deshacer el Tsukuyomi Infinito. Sakura lo extraña, y desea más que nadie poder acompañarlo en su viaje de redención, pero sabe que no debe interferir en sus pecados.

—¿Crees que cumpla con lo que me dijo?.

—Es probable, sabes que él es alguien que mantiene su palabra.

—Pero han pasados tres años...

—Volverá frente de marquesina, confía en mí.

No quiere seguir hablando sobre el tema, así que simplemente pregunta sobre Sai y la maravillosa relación que su mejor amiga mantiene con su ex compañero de equipo; todo va bien, al parecer, y no puede estar más feliz por ellos. Pronto Hinata llega a la floristería de la familia Yamanaka, acompañada de Tenten y Temari.

Sakura es completamente ajena a la conversación, solo puede oír vagos susurros, Hinata, como siempre, está hablando de Naruto; mientras Temari se queja de las raras costumbres de Shikamaru y Tenten llora internamente por la muerte de Neji.

Se despide de todas, alegando con la tonta excusa de que tiene informes médicos que terminar, Ino percibe su mentira, pero aún así la deja ir, no sin antes obsequiarle una hermosa margarita en reconocimiento por su nombramiento a ninja médico.

Le agradece con una sonrisa falsa, y se marcha con rápidez, el corazón estrujándosele en cada respiración. Observa la flor a la que sus dedos mantienen prisionera, los recuerdos la asfixian tanto que no puede evitar asesinarla, así como él había intentado hacer con ella durante varias ocasiones.

—Me quiere —el pétalo se desprende con amargura— No me quiere.

Luego otro.

—Me quiere.

Otro.

—No me quiere.

Y otro más.

—Me quiere.

Hasta que finalmente todo vuelve a suceder.

—No me quiere.

Sasuke le dijo que volvería pronto, pero eso no significaba que la quería.