Capitulo 3.

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Evan.

Este día me sentía con suerte.

Algo dificil de creer viendo como había sido el día de ayer.

Pero hoy todo iba bien, tuve agua caliente (mi padre se compadeció) y bueno ya tenia a Grace en casa, como siempre, este tiempo sin ella fue horrible, nunca pude comer algo decente, ha excepción de pizza, Grace es la ama de llaves y también era mi nana cuando era más pequeño, tenia diez cuando llego a casa, esta mujer cocina como los Dioses.

Salí de mi cuarto con energía, el olor a comida estaba en mi nariz, eso me hizo caminar más rápido a la cocina donde esta aquella mujer que ha cuidado de mi, y algunas veces de mi hermano.

—¿Te he dicho lo mucho que amo tu comida?.—pregunto al empezar a comer.

—Siempre cuando cocino, Evan.—responde limpiando la encimera.

—Bueno, pues es verdad.—sigo comiendo.

Después de por fin tener algo rico y decente que probar salgo de casa, grito un "Adiós" y se escucha una respuesta "Que te vaya bien", ya no me siento tan solo en casa.

Miro mi auto con odio, tengo que decirle a Alan que me enseñe ha abrir la puerta por si me pasa la misma mierda de ayer.

Subo en el, prendo la radio y luego el motor, tengo un buen presentimiento, miro por el retrovisor, y sin más arranco a la universidad.

En el camino me pierdo en el ritmo y la letra de cada canción que pasan, para mi suerte conozca cada una de ellas, la verdad ahora que lo pienso siempre mi compañía ha sido Grace desde que la contrato mamá, porque sencillamente era más fácil para ella que alguien más cuidara de mi hermano y yo. De mis veinte años, diez los he pasado con Grace, los otros diez los he vivido entre niñeras y más niñeras incluso con la abuela Amelia, la madre de mi madre.

Creo que para Alan fue mucho más fácil la situación, al ser el mayor por solo cuatro años, quizás sea por el hecho de que el si pudo ver una familia en nosotros, yo nunca la vi, mis recuerdos se basan en peleas tanto de mis padres entre ellos, como de ellos conmigo. Alan es su hijo perfecto.

Mi padre siempre quiso que siguiéramos sus pasos, ser un militar reconocido con múltiples títulos, Alan siguió algo parecido, es policía. Por mi parte lo mio siempre fue dibujar, nada de deportes, eso consiguió algunos problemas con mi padre. Para él no sudar, ni hacer algo físico, es ser débil, es ser un marica, como él lo diría. Tal vez sea esa la razón por la que siempre tengo que estar entre algún par de piernas.

                *                                  *                                      *

Al llegar a la universidad me dirigí a la clase de lenguas extrajeras, para ser un buen abogado es mejor saber diversos idiomas.

Ya habían pasado veinte minutos y el maestro no aparecía, me encontraba aburrido, esta clase no la comparto con Kayden ni Owen, y tampoco tenia muchas chicas que ver, para mi mal gusto habían más tipos.

Hacia garabatos en la parte de atrás del cuaderno, esperando hasta que la puerta se abrió dejando escuchar pasos de tacones contra el suelo del salón, inconscientemente levante la vista y me encontré con un par de ojos verdes. Mi maestra.

Era muy joven, más de lo que esperaba ver en una maestra de facultad.

Demasiado buena para ser maestra.

Por mi mente pasaron diversos escenarios.

¿Es malo estar fantaseando con mi maestra?

No si ella no deja de mirarte desde que entro al salón.

Y eso era lo que pasaba con la maestra Sanders, o mejor, la señorita Alexis (como pidió se llamada) no había quitado sus ojos de mi, y yo estaba encantado con eso, mis ojos también la seguían, veían su cabello negro recogido, veían su rostro perfecto, veían ese cuello que ahora tenia ganas de besar, veían ese par de pechos que se marcan en su camiseta blanca, veían el movimiento de sus caderas, ese trasero al darse la vuelta, y sus piernas que se veían tan esbeltas en aquella falda gris que tenia.

Joder...

Esta sera mi pinche clase favorita.

Clase sigo entre miradas tanto mías como de ella, de vez en cuando algún comentario de algún pendejo, pero nada quitaba esos ojos de mi. Tenia un plan, solo esperaba que el timbre sonora.

Y sonó.

Espere a que el salón quedara vació, sin dejar de mirarla en algún momento y al parecer sintió mi presencia dejo de organizar papeles en su escritorio para observarme.

—¿Pasa algo Señor Harris?.—pregunta desde su escritorio, sonrió de lado.

—Tengo una pregunta.—me apoyo en el espaldar de la silla.

—Bien, con gusto responderé.—respondió con simpleza.

—Me preguntaba—apoyo mis brazos en la mesa—si podría darme su numero, por si algún día necesito de su ayuda, a veces no me queda muy claro algunas cosas de clase y para mi seria más fácil estar sin más personas como aquí.—digo natural, ella sonríe se pone de pie y aplana su falda camina hacia mi como si fuese una modelo. Se sienta sobre la mesa mientras nuestras miradas siguen unidas.

—Estaría encantada de atender todas tus dudas, Evan.—esas son las palabras que salen de su boca, pone su mano en mi antebrazo. Sonrió por conseguir lo que quería.

—Perfecto, Alexis.—le doy mi teléfono para que anote su numero, me lo devuelve después de un rato.

Camina de nuevo a su escritorio, yo recojo mis cosas y voy hasta el.

—Nos vemos Señor Harris.—se despide.

—Hasta luego, maestra.—le guiño un ojo y salgo del salón.

                          *                *               *

Mis clases fueron rápidas y aburridas después de lenguas extranjeras, ahora estaba esperando a Kayden y Owen, me enviaron un mensaje para que nos viéramos a la salida, hoy solo compartí clase con Owen.

El muy pendejo ya tiene ha cinco chicas para quien sabe que.

Admito que lo envidio, al igual que Kayden.

No les comente lo de la maestra, seria un poco arriesgado, además quiero estar seguro de que si pasara lo que yo quiero. Realmente necesito pasar el rato.

—Hey, hermano.—saluda Owen junto a Kayden.

—¿Que pasa?.—respondo en saludo.

—Tengo planeo ir al centro comercial ¿vienes?.—pregunta Kayden.

—¿Iremos de compras?.—respondo burlón.

—No seas pendejo, habrá chicas ¿vienes o no?.—pregunta de nuevo después de darme un golpe.

—No tienes ni por que preguntarlo de nuevo.—acepto.

Ellos sonriendo como respuesta, definitivamente tengo que salir de casa y no me incomoda que sea por chicas.


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Multimedia: Kayden Lewis.

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gracias :) 














Cinco Segundos En Tu Mirada.Where stories live. Discover now