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El primer dia de carolina

Carolina no entendía por qué había llevado tantas cosas en su primer día si no iba a necesitarlas , ahí estuvo su primer error su mochila iba tan llena que tenía que sostener las cosas que no cabían en sus manos, su segundo error fue comprarse un jugo de pomelo en la cafetería, apenas si podía con las libretas y los bolígrafos ahora tenía que mantener el equilibrio para que aquel jugo no se derramara, desesperada por encontrar su salón Carolina comenzó a caminar demasiado rápido, hasta que tropezó con su propio pie y callo al piso, todo fue en cámara lenta el jugo derramándose sus libros y libretas cayendo al piso y mojándose con el mismo jugo del cual se arrepentía de haber comprado y las plumas regadas por todo el lugar, en un momento sintió como los segundos eran horas, se separó rápidamente del piso y se puso de rodillas para recoger sus cosas, pero por los nervios y la vergüenza Carolina se volvió aún más torpe, la gente caminaba por el pasillo como si nada, no sabía que se sentía peor los pocos que se detuvieron a burlarse con descaro, o los que se pasaban de largo sin si quiera notarla.
Cuando carolina sintió como sus ojos cristalizaban, algo pasó sintió alguien que se arrodillaba a su lado y le ayudaba a recoger todo el desastre que había causado.

-ma llamó karol- dijo la chica que sostenía los libros mojados de Carolina y un par de plumas

-carolina- dijo con una sonrisa tímida y avergonzada - muchas gracias por ayudarme- dijo parándose del suelo al par de karol-

-que chido nuestros nombres se parecen y no es nada, aquí hay personas muy GROSERAS, que no se molestan en ayudar a alguien que lo necesita- dijo karol mirando a los pocos que miraban la escena- mi salón está aquí a lado cuando iba a entrar te vi ahí y obvio no te iba a dejar sola- dijo la chica con un acento bastante extraño

-de echo yo también tengo clase en ese salón- dijo Carolina al ver que el salón que tanto buscaba se encontraba en sus narices

- nuestros nombres se parecen y vamos al mismo salón, y al parecer somos igual de distraídas, creo que esto es el destino- dijo la dulce chica con una sonrisa de emoción 

-creo que lo es, ¿vamos al salón? -

Las dos se dirigieron al solon que solo quedaba a unos pasos, cuando Carolina estaba a punto de entrar alzó la mirada y se encontró con unos ojos cafés observándola fijamente, por alguna razón Carolina se quedo viéndolo igual- oh no, el mozo de los helados- pensó en su mete rápidamente reaccionó y entro al salón donde karol la esperaba sentada en una banca de enfrente.
- ¿qué pasa? Te pusiste más colorada de lo que estabas ¿seguían burlándose?- dijo karol parándose furiosa dispuesta a matar a cualquiera que siguiera riéndose.

-no espera, no es eso, es que creo que conocía a un chico de afuera , pero tal vez lo estoy confundiendo sería mucha coincidencia que él estuviera aquí, a lo mejor me equivoque hace meses no veo su cara-

-¿un chico especial?- dijo karol en todo romántico

Carolina solo río- es todo menos romántico- Carolina le relató todo la historia de la heladería a karol riéndose un poco de aquel accidente- si es el me muero de la Pena karol, imagínate si de por sí ya cree que soy torpe va a pensar que soy la Reyna de la torpeza- dijo Carolina afligida

-¿te importa lo que piense por qué te gusta?-

-¿cómo me va a gustar ?  Apenas lo conozco, solo no me gusta que piensen mal de mi o que piensen que soy boba, torpe y distraída aunque lo sea , aparte no es mi tipo, es un grosero -

-¿entones que te preocupa? Que no te importe lo que piensen los demás, yo puedo competir por ese puesto de reina de la gente torpe, siempre ando en la luna, hace un par de meses conocí al mejor amigo de mi primo, es guapísimo! tan guapo que no puede pronunciarle ni mi nombre solo salí corriendo y me caí a mitad del camino hacia mi cuarto el lo vio todo, qué pena jajaj - las dos chicas se rieron ante la anécdota de karol.

Así Karol y Carolina siguieron contando sus anécdotas comparando y compintiendo por la corona de la Reyna torpe, hasta que su primera clase comenzó