Capitulo 7

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Daryl

-Tu también me gustas.- las palabras salieron de mi boca sin siquiera pensarlo, Jesus tenía una cara de sorpresa y felicidad, y yo no pude hacer nada más que taparme la boca con ambas manos y mirarlo, para luego cubrir toda mi cara de la vergüenza que sentía en ese momento. No puedo creer que dije eso, yo nunca demostraba mis sentimientos así con nadie, más que con Carol o Rick, y en contadas ocasiones con Glenn y Maggie, y era porque llevábamos mucho tiempo de conocernos y estuvimos en varias circunstancias buenas y malas. Y ahora estoy aquí, diciéndole a un extraño que me gusta. ¿Que estás haciéndome Paul Rovia?


Rick

Después de la reunión con Deanna, me dirigí a mi casa muy muy molesto, ¿como es posible que Daryl esté poniendo a ese sobre mi?
Sé que estuvo mal lo que hice, eso de ir y acostarme con Michonne, por rencor. Tendré que hablar con ella y pedir disculpas si no quiero que esto pase a mayores, yo quiero a Daryl, y no quiero perderlo por estupideces cómo ésta. Pero el empezó, es decir, simplemente no puedo con la idea de que este con otro hombre que no sea yo, HOMBRE, hasta se escucha raro si lo digo hablando de él. Llegue a casa, entre a mi habitación y me recosté en la cama, Carl había salido y Olivia estaba cuidando a Judith en su casa, así que estaba completamente solo. Tenía un hambre de los mil demonios, y es que después de que Daryl saliera de casa de Michonne por la mañana y dijera que se iba a "asear" con Jesus, perdí el apetito. Luego Jessie me entretuvo en la calle por horas y no pude comer nada, esa mujer a veces es muy empalagosa. Baje a la cocina y me prepare un sándwich. Tengo que decirle a Daryl lo que siento por el. No puedo dejar que un hombre que acaba de llegar arruine nuestra relación de años, una relación de mejores amigos que ahora quiero convertir en algo más, a veces tienes que arriesgarte, y este es mi momento. La cague, pero voy a repararlo. Después de terminar de comer, y pensar por horas como iba a decirle a Daryl lo que siento por él, salí de la casa. El cielo estaba oscuro y despejado, las estrellas estaban más brillantes de lo habitual, era un hermoso azul oscuro, tal como los ojos de Daryl. Decidido, emprendí el corto camino hacia casa del ojiazul. Con cada paso mi corazón se aceleraba cada vez mas, y cuando estuve frente a la puerta de la casa la respiración comenzó a fallarme. Toque varias veces, pero nadie salió. De los nervios que tenía, me pensé seriamente en salir corriendo de ahí, pero ya era tarde, a través del vidrio pude ver que Jesus se dirigía para abrirme la puerta. Y por inercia rodee los ojos ante su presencia.

-¿Y Daryl?

-Está ocupado.

-Pues dile que Rick le habla y veras como se desocupa.- le dije y pude notar como este apretaba la mandíbula. Me miró directamente a los ojos y yo no aparte mi vista de la suya tampoco, se había convertido en una competencia que yo no planeaba perder.

- ¿Quien es Rovia?- apareció Daryl por detrás de Jesus y se puso a su lado. Me miró fijamente esperando a que hablara.

- Necesito hablar contigo Daryl... a solas.- dije y este asintió. Le dirigió una rápida mirada a Jesus y el rodó los ojos, pero le dedicó una pequeña sonrisa a Daryl mientras salía de la casa.

-Pasa.- dijo Daryl adelantándose a entrar mientras yo lo seguía.- ¿Quieres sentarte?- asentí y me senté el el sofá grande. Mi buen amigo desapareció por un momento y luego reapareció con una manzana entre sus manos, se sentó en regazo del sofá frente a mi y le dio una gran mordida.- ¿De que querías hablar?- Otra vez los nervios se apoderaron de mi cuerpo y no podía emitir ninguna palabra, pero no podía echarme para atrás, ya había llegado muy lejos. Trague saliva y Daryl seguía mirándome con una mirada confusa.

-Yo... tengo algo muy importante que decirte.- le dije y agache mi mirada hacia mis manos que estaban sudorosas.- Pero primero quiero disculparme por el comportamiento que tuve ayer, y hoy también, sé que estuvo mal y te pido perdón.- Daryl terminó su manzana y dejo los restos sobre la mesa de centro.

- Está bien. Pero me dejaste bastante confundido.-  tomó asiento como se debe en el sillón y siguió mirándome.

- Si si, para allá voy.- le dije. Su mirada solo lograba ponerme más y más nervioso.- Daryl, he querido decirte esto desde hace mucho tiempo, pero nunca me atreví a hacerlo hasta ahora... tú me gustas.- cerré los ojos para no ver su expresión, no quería hacerlo, pero tenía que, los abrí rápidamente y Daryl seguía mirándome con el ceño fruncido.- No, no me gustas, yo siento algo más grande por ti, lo siento desde hace mucho tiempo, pero nunca te lo dije por miedo a que me rechazaras, tuve que conformarme con ser tu mejor amigo, pero no aguanto más, necesitaba dejarte claros mis sentimientos por ti. No quiero perderte.- Solté tan rápido como pude y él solo me veía con una expresión confundida.

- ¿Como me dices que te gusto?.- Sus palabras me hicieron fruncir el ceño.- Quiero decir... Rick, hoy por la mañana despertaste con Michonne, yo... no sé que decirte en realidad.- baje mi mirada. El tenía toda la razón. Pero yo lo amo. No puedo perderlo. Me levante rápidamente del sillón y me acerqué a el. Tome su delicado rostro entre mis manos y el solo se quedo inmóvil. Pude sentir como su respiración se aceleraba, nos mirábamos fijamente a los ojos, nuestras respiraciones chocaban, y sin más pegue sus labios con los míos. En ese momento sentí como si nada más importase, como si solo existiéramos el y yo, y me dio una seguridad que podría pensar que a partir de ahora todo estaría bien. El no se resistió, al contrario, llevó sus manos y comenzó a juguetear con mis cabellos de la nuca, su gesto me hizo sonreír a medio beso. La respiración estaba empezando a faltarnos y provocó que nos separáramos. Abrí mis ojos y vi lo más tierno del mundo, Daryl estaba rojo como un tomate. Le sonreí y el solo desvío la mirada. Lo tome de la barbilla para hacer que me mirara a lo ojos.

- No puedes decirme que te gustan más sus besos ¿o si?...


Between two stupid guys. - Rickyl/Jesuryl/Desus-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora