''Uncontrolled love''

Capitulo VI

(Especial-ChanBaek)

Donde todo comenzó para Baekhyun...

-¿Por qué tenías que ir tan deprisa? ¿Es que no me has oído pedirte que fueses despacio?

Para cuando llegaron al castillo, Baek estaba sin respiración. Tenía la impresión de haber estado dando vueltas dentro de un torbellino, y hasta le temblaban las piernas.

-¡Ha sido la peor experiencia de mi vida! -le dijo a Chanyeol cuando él lo bajó del caballo.

-No te creo -sonrió él-. Vamos, dime la verdad. Sé que te ha gustado.

-¡Tú sí que has disfrutado, sádico!

Deliberadamente, Baekhyun mantuvo su expresión seria... pero la verdad era que había encontrado la experiencia excitante. Subido en ese enorme animal, con el viento revolviéndole el pelo y con el brazo de Chanyeol asegurándolo por la cintura, apenas había sentido miedo y sí una tremenda sensación de libertad. Casi había lamentado el momento de bajarse en el jardín empedrado de la parte trasera de la Mansión. Pero preferiría morirse antes que admitir todo eso delante de él. -Podrías haberme matado -añadió-. Te he dicho que era la primera vez que me subía a un caballo.

chanyeol había quitado los pies de los estribos y lo miraba sonriendo, con una expresión absolutamente despreocupada. -No has corrido ningún peligro. Te lo había prometido, y así ha sido. Además, sabía que rápidamente pillarías el ritmo. Todo el mundo sabe que los Oh sois buenos jinetes por naturaleza.

-¿Ah, sí? ¿Lo son? Quiero decir, ¿lo somos?

Baekhyun estuvo a punto de caer en su propia trampa.

Flash Back:

Siendo un chico de ciudad como eres, ¿no habría sido mejor que te quedaras en China

¿Quién demonios creía ser para decirle dónde debía estar o no estar? -Quería conocer corea. Mierda vivía aqui-replicó con impaciencia-. ¿Alguna objeción?

-Todavía no lo he decidido -contestó, esbozando una vez más su insolente sonrisa e inclinándose hacia Baek-. ¿Y por qué venir precisamente aquí, a los jardines de la mansión Park? ¿Alguna razón especial?

-Me habían dicho que era un sitio muy bonito.

-Y lo es -dijo, y un brillo de orgullo iluminó fugazmente sus ojos-. Pero toda sur corea es bonita. Si sólo buscabas belleza, podrías haber ido a cualquier otro sitio. Pero apuesto a que puedo adivinar tus motivos -añadió tras una pausa-. Seguro que eres uno de esos americanos que vienen buscando sus raíces. He dado en el clavo, ¿verdad?

Baek estuvo a punto de decirle que sí. Al fin y al cabo no se alejaba tanto de la verdad, y podía ser una razón perfectamente inocente y honorable, pero algo se lo impidió.

-Si es así, es probable que pueda ayudarte -dijo él sin dejar de observarlo-. Conozco a todas las familias de esta zona. Los Kim, Los Choi, los Do, los Wu... ¿a cuál perteneces tú?

-¿Y para qué quieres saberlo? ¿Por qué no me devuelves la mochila y me dejas tranquilo?

-¿Eres de los Kim?

-No.

-¿Un Choi?

-No.

-Entonces, ¿de qué familia eres? ¿Cuál es tu apellido?

La verdad es que no quería mentirle. Lo único que quería era poner fin a aquella absurda conversación, pero verlo allí tan acomodado en su caballo, esperando una respuesta como si tuviese todo el derecho del mundo a obtenerla, Baek se dejó llevar por la irritación que sentía. -Mi apellido es Oh.