V- El frío y el calor hacen las paces.

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Vamos a por las bandejas, la comida no es que tenga muy buena pinta, pero al parecer tengo un poco de hambre. Carson ya está más relajado, le he explicado mil veces que vamos a poder salir de aquí. Y al final, se ha calmado un poco.

-¿Y qué poderes tienes tú?- pregunto para entablar una conversación.

-Pues... todavía no lo sé muy bien, no me han dejado hacer nada la verdad...¡Ah! Bueno sí, creo que si me toco el brazo o algo así puedo "viajar", por decirlo de alguna forma.- intenta explicar con la boca llena.

-¿Viajar? ¿Pero cómo, en el el tiempo, o a otro país o qué?

-Pues el otro día, pasó una cosa muy rara, estaba en mi casa y en un momento estaba en la calle. Pensé que era mi imaginación, hasta que me dijeron que tenía poderes.- para de hablar para pensar - Y también algo relacionado con el frío o no sé con qué, porque creo que siempre que toco algo, lo pongo aún más frío.- se acerca y me toca el brazo para comprobarlo.

Noto su mano fría, pero también la noto un poco mojada. Se me eriza la piel y creo que lo nota.

-Oh, perdón, espero no haberte congelado.

Miro mi brazo y tiene gotas de agua, justo con la forma de su mano.

- ¿Y no tendrás a parte de poderes con el frío, algo con el agua?- le muestro mi brazo y se echa para atrás sorprendido.

-Hala como mola... ¿y tú no tendrás algo también con el frío o con el agua o algo?- dice emocionado, tiene un brillo especial en sus ojos marrones... pues es bastante mono la verdad...¡Espera! ¿Pero qué estoy pensando?

-¡Heyyy! Savanah contéstame.- me agita por los hombros sacándome de mis pensamientos.

-P...Perdón, eh... sí, yo tengo poderes con el fuego, así que somos el contrario uno del otro... creo.- digo pensativa.

Entonces, si nos besamos...¿pasará algo? Necesito saberlo.

Creo que él también está pensando en lo mismo, porque veo como me mira los labios, me decido y me acerco unos centímetros. Pero me arrepiento al instante. ¿Qué me está pasando?

Como el momento ha sido bastante raro e incómodo, nos quedamos en silencio mirando para un lado cada uno.

-¡Espera! Se me acaba de ocurrir una cosa.- grito tan emocionada que le asusto - Agárrame del brazo corre.

Por una vez en la vida tengo una idea útil. Le indico lo que supongo que tenemos que hacer, y al final acabamos agarrandonos de los brazos.

-A la de tres, cerramos los ojos y pensamos en un mismo lugar.- le digo.

-Pero...¿qué lugar?- pregunta inquieto.

-Tú piensa en Mike y G., que supongo que les conocerás, ¿no?- asiente -Pues venga, que ellos seguro saben cómo ayudarnos.

-Uno...dos...¡tres!- cerramos los ojos a la vez.

Y es raro... pero funciona. Aparecemos en un lugar que tiene un edificio pequeño, como un comando o algo así, está vallado, Carson y yo nos encontramos fuera.

-¡Ha funcionado!- digo saltando de alegría.

Sin darme cuenta, por la felicidad, le doy un pequeño beso a Carson en los labios.

Me separo al instante y no tardo nada en ponerme del mismo color que mi pelo.

Pero Carson no se lo toma igual, se ríe, y sin pensárselo dos veces, me besa.

Siento como una mezcla entre calor y frío, es bastante cómodo, sus labios carnosos son bastante cálidos; sigo sin creerme que está pasando esto.

-¿Quiénes sois?- nos interrumpe una persona que está dentro de la valla.

Al separarnos sale una nube pequeña de vapor, Carson me sonríe y yo inevitablemente me muerdo el labio inferior.

-Soy Phoenix...- contesto insegura, a saber quién es esta persona ahora.

-Oh, pasa, te esperábamos.- abre la puerta de la valla, cuando le veo más de cerca... parece una persona que ya haya visto, como si fuera un clon, ¿y si a lo mejor éste es un clon? ¿Y si estamos a salvo?

-Em... no es por ser entrometido pero... ¿yo también puedo pasar?- pregunta Carson acercándose a la puerta.

-Ah sí, sí, ¿Leviatán?- él asiente y el supuesto clon le sonríe y le indica que pase. -Espero que no os hayáis metido en problemas mientras os esperábamos.- es raro, aún que sonría y haga gestos... parece como si no tuviera sentimientos o si no fuera una persona.

Nos va guiando por la casa que desde fuera parecía más pequeña, la verdad.

-Venga, pasad, que os están esperando.- nos dice el clon con una sonrisa extraña, no es el mismo tipo de sonrisa de antes, es como más... falsa y da hasta un poco de miedo.

Cuando entramos, solo vemos oscuridad, y notamos cómo se cierra la puerta a nuestras espaldas.

Intento hacer una llama o algo que sea útil para ver algo, pero nada, no siento la energía, es como si no tuviera poderes.

-¿Por qué no funciona?- oigo a Carson en la oscuridad un poco asustado y preocupado. -¡Ay, mi cara!

-Perdón, te estaba buscando con las manos y... pues te encontré.- y no tardo en estallar en risas después de hablar, luego también le oigo que se ríe.

De repente oímos dos palmadas que vienen de detrás, supongo que el clon también habrá entrado. Y como por arte de magia se encienden unas antorchas que hay en las paredes, me asombro al ver a un montón de personas iguales sentadas en un círculo, todos van con capas granates, pero hay dos en el centro con capas negras y capucha, al levantar la cara los dos les reconozco.

-¿G., Mike?- digo medio feliz medio asustada... esto parece un ritual satánico o algo.

-Bienvenidos a Los Olvidados.- dicen todos a la vez.

PhoenixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora