"Conociendo al amor de tú vida"

"Tengo que"

"Tengo que"

Al fin es vierneeeeeeeeeeeeeeees, yuju.

Al salir de clases, Caro esta con Antonella, en el auto de la mamá de está última. Hoy iríamos al centro comercial a almorzar y al cine.

Llegamos y todas hacemos carreras por quien llega más rápido a las escaleras de emergencias, que son las que nadie ocupa.

Al fin pedimos nuestras comidas y al terminar nos ponemos de acuerdo para ver que película veríamos.

Todas votamos por una comedia y rodamos feliz mente hasta el cine. Literalmente rodamos. Comimos demasiado.

Compramos los boletos y helados. ¿Cómo entrar al cine sin helado?

Dos horas y pico, estábamos afuera. La película era realmente buena. Si yo fuera una de esas organizadoras de esas entregas de premios famosas, me aseguraría de que ganara todos los Oscar´s posibles. Hasta por la mejor película dramatica o porno, sí, yo me aseguraría de ello.

Después de comentar la película ganadora de todos mis premios mentales, recién eran las siete de la tarde, tenemos tiempo antes de irnos, así que decidimos hacer alguna tontera.

Buscamos la tienda más cara de todo el centro comercial, y cuando digo la más cara es porque un simple pañuelo  cuesta lo que gastamos en el almuerzo (que era bastante) multiplicado por tres.

Entramos en plan de diva...

-Hay, espero poder encontrar algún vestido que sea digno de la cena en honor al comandante Smith.- Dice en un suspiro más alto de lo normal Caro.

Una vendedora que nos había estado observando desde que entramos, como si fuéramos ladronas, corrío al lado de mi hermana a ofrecerle su ayuda.

-¿La puedo ayudar señorita?- Su voz estaba cargada de falsa amabilidad. Vieja venenosa.

-Oh, eso sería perfecto. Necesito cuatro vestidos de gala. Los mejores, tenemos una cena con el comandante de más alto rango de la milicia  nacional.- Mentirosa. No se cómo se inventa tanta cosa.-

-Preferiría que el mío fuera de un color celeste, pero no celeste como el cielo, algo más oscuro, no sé, como un celeste azulado, pero más claro.- Índique tocándome la barbilla con la punta de mi dedo.- No sé si me logra comprender.

La señora tenía una cara de clara confusion. Pobre mujer, no sabe lo que es el color calipso. Ignorante, debería hacer que la despidan.

-Hare lo posible por conseguirle el celeste que me pide señorita. ¿Ustedes desean algún color en particular?-

-Uhm, no lo sé, me gustaría algo rojo, pero no rojo fuego, algo como el rojo sangre, pero más claro.- Dice Leonor, siguiéndome el juego.-

Y yo quiero uno negro, no negro como la oscuridad, pero no tan claro para que llegue a verse gris.- ¿No que existe solo un tipo de negro? Esta Antonella, si que sabe cómo joder a alguien.

-Yo no me decido ¿Me podrías mostrar uno lila, uno dorado, uno blanco y uno turquesa?.- Mi hermana sabe actuar, su cara de afligida, por no saber cual color escoger, me hubiera convencido  de verdad, si yo no supiera lo que hacemos.

Después de que la señora nos trajo todos lo vestido que pedimos, nos los fuimos a probar. Después de una hora probándonos vestidos, la señora vendedora ya no sabía cuál más pasarnos.

-Saben que chicas, no me gusta este es demasiado negro para mí.- Dijo Anto entregando todos los vestido a una perpleja víbora venenosa, o la vendedora, como deseen decirle.

-Y a mí tampoco este, no es el celeste que yo quería.- Entregue los vestido que yo sostenía.

-Y este rojo, es un rojo de prostituta. No puedo ocupar esto.-Ese comentario de parte de mi amiga Leo, hizo que se le subieran los colores a la víbora.

En ese momento el teléfono de Caro sonó, lo saco de su bolsillo y contesto.

-Hola mamá.... No, aún estamos en el centro comercial, en esa tienda carita... no, obvio que no compraremos nada, solo miramos.-

Mire a Caro y luego a la vendedora, que tenía una cara de sorpresa que rápidamente cambio a enojo.

-Entonces nosotras nos vamos.- Empuje a las tres de la tienda y salimos corriendo al estacionamiento.

-Eso fue divertido.- Leo estaba realmente feliz por cumplir otro punto de la lista que hicimos hace unos 4 años.

Nos dejaron en casa y mamá ya estaba ahí, nos preguntó que hicimos y le contamos todo. Siempre nos reta por estas cosas, pero luego se ríe con nosotras.

De repente suena una canción en la televisión.

Es LA canción. "I Want",

Soy la persona mas Directioner que puede haber en este planeta. ( Bueno a parte de mi amiga leo, que su nivel esta por mi mismo rango.)

Están dando un corto de mi banda favorita y yo corro a instalarme al frente del televisor. Solo duro unos 15 minutos, lo cual fue poco, deberían haberlo hecho de cinco horas, y aún así sería poco para mí.

Soy Directioner desde el 2011. Sí, me demore un año desde que salieron en The XFactor.

Caro era fanática desde el 2010, luego me los enseño y a mi al principio no me llamaron la atención, pero luego me volví tan fanática, que lamia la TV si ellos aparecian en ella. Mi fanatismo se contagió rápidamente a mi amiga, así que ahora las dos somos las mayores Directioners del mundo.

Tenemos las entradas para el concierto, el 30 de abril, de este año. Este es el último país en el cual se presentan.

Anto y Caro van con nosotras, aunque ellas no son directioners, su música igual les atrae.  Y no me pueden negar que cuando ponemos los discos (orgullosamente comprados con el sudor de mi cuerpo) ellas se saben todas las canciones.

A mi hermana dejaron de gustarles a los dos años, porque siempre ha sido más al estilo Rock y Metal. Mientras que a Anto se va a lo más clásico y antiguo , como The Beatles.

Queda una semana con cinco días más menos para el concierto.

Tengo que conocerlos. TENGO QUE CONOCERLOS.

-Caro.....-

-__________.- Dice mi nombre en respuesta.

-Quiero secuestras a Harry.- Digo con voz decidida.

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