"Lo que no te mato, hizo que desearás morir."
Desenterré los dedos de los omoplatos y me deslice abajo con las extremidades congeladas. La temperatura había comenzado a descender notablemente. La última vez que eso había ocurrido, los Vulturi nos habían atacado. Trate de pensar en ello, pero me era inevitable alejar las casacas negras y los ojos al rojo vivo de mi cabeza.
Edward fue el primero en aparecer como una mancha borrosa en nuestro camino. Jasper le pisaba los talones, parecía más nervioso que cuando me había ido esa mañana al instituto. Abrí la boca, pero antes de que pudiera decir nada, el vampiro cobrizo le dio una mirada rápida al hombre lobo y después tiro de mí para incorporarme a la familia. Dentro, pude darme cuenta, que los enormes y característicos ventanales se habían ido, siendo sustituidos por enormes cortinas negras que a la vista, parecían ser cien veces más pesadas que las normales. Distinguí el enorme cuerpo de Emmet con la cabeza metida entre las más alejadas, justo al lado paralelo de la casa. Rosalie entro por la puerta trasera sacudiéndose el fango de los zapatos y lanzándose a los brazos de su amado para besarlo.
Miré en la dirección opuesta. Alice se mantenía echa un ovillo en el sofá más grande de la habitación, con Carlisle y Esme resguardándola. Tenía la mirada perdida en algún punto fijo que no logre localizar, los labios en línea recta y la barbilla enterrada entre las rodillas. Solo pareció volver en sí, en el momento que me noto caminar hasta ella. Parpadeó repetidas veces y me dedico una sonrisa trémula. Le correspondí de la mejor manera, evitando el contacto efusivo que normalmente manteníamos. Lo más seguro es que hubiese interrumpido una de sus visiones. Y me hacía replantearme la idea de quedarme o salir huyendo por mi propia cuenta. Solo dificultaba sus vidas.
Con el debate en mi cabeza, tomé lugar en el pequeño asiento, si seguía de pie, no dudaría en echarme a correr. Además, parecía que tendríamos un debate entre planes. Espere pacientemente a que alguien comenzara, sin embargo, todos parecían estar inermes ante la situación. Me removí incomoda en mi lugar, quizás habían olvidado que seguía siendo mitad humana. Yo no podía quedarme como estatua.
— Así que... ¿no iremos a cazar? —me reprendí por la pregunta tan tonta. Pudiendo elegir entre miles, había tenido que abrir la bocota solo para soltar eso. Nadie pareció notarlo, y si lo hicieron, lo pasaron por alto— Tenemos que sacarla de Forks, no tenemos otra salida —habló Carlisle inclinándose hasta colocar los codos sobre las rodillas y juguetear con sus manos— No. Correrá más peligro si esta fuera. ¿No lo hemos comprobado ya? —dirigí la mirada a Edward en el marco de la puerta, como si esperará que alguien más entrara por ella— Si trabajan para ellos, no vendrán solos Edward. Los desafiamos la última vez, ¿crees que se arriesgaran de nuevo? —esta vez fue Esme, la parsimonia de su voz se notaba a punto de romperse. ¿Acaso se echaría a llorar? Los vampiros no lloraban ¿cierto? Se me hizo un nudo en la garganta.
— Alice las vio. Sulpicia y Athenadora tomaron lugar y no sabemos lo que esas dos sean capaces de hacer por conservar su reinado... —perdí el hilo de la conversación. Rebobine en mis recuerdos en busca del rostro de las dos nombradas. Durante mi visita a Italia, nunca me había llegado a topar con ellas. Ni siquiera el día de la "cena", la noche que todo se desato. Eran los dos lugares vacíos, sin contar a Didyme, la difunta esposa de Marco— ¿Tienes otra sugerencia? —Alice miró abajo, no tenía más que decir.
El silencio volvió a extenderse. No podía creer que estuviese ocurriendo de nuevo. Era una idiota al considerar que cortando la cabeza de Aro todo terminaría. Dios. Había olvidado por completo que él era una serpiente marina. Una autentica Hiedra de Lerna. Una cabeza se había ido, pero dos más crecían dispuestas a acabar lo que su amo había comenzado.
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Lazos de Sangre y Ponzoña [EN PAUSA INDEFINIDA].
FanfictionDespués de su pelea contra los Vulturis, Mia termina siendo convertida. ¿Que los lobos mueren ante la ponzoña de los vampiros? Pues ella es la excepción. Aro está muerto. Pero los Vulturi desean con su frio corazón vengar la muerte de su amo y por...