Capítulo 7: Premoniciones.

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"La guerra esta en mi mente, las heridas en mi piel"


— No, yo no tengo porque disculparme, Black es el que se ha puesto loco al enterarse de que deseaba continuar viviendo en la casa de los Cullen y seguir con mis estudios... y nada me va a hacer cambiar de opinión, ni siquiera tú con esa cara de cachorro abandonado que te cargas. Además ya está grandecito, se puede cuidar solo. Sam debería dejar de preocuparse. Por lo que vi ayer, la manda va de maravilla, Paul y Jared tienen mejor cara que la última vez —era de pleno conocimiento, que ninguno de estos dos era fan de Jacob, así que para ellos, ¿qué mejor que desapareciera? Seguramente también estarían agradecidos de que yo lo hiciera. Qué lástima, no estaba entre mis planes.

— ¿No estás ni una poco preocupada? Es tú... lo que sea que sean —suspiré frenando a medio estacionamiento— ¿Realmente acabas de preguntar eso? Claro que me preocupa, pero yo no voy a obligar a Jacob a quedarse, no soy de ese tipo de personas. Por más importante que sea en mi vida, si yo no lo soy para él, tendré que aceptarlo. Sé que es diferente para ustedes... —me vi interrumpida— Es como si te arrancaran un miembro —me dolía verlo de esa manera, más aun siendo yo la responsable de la desaparición del hombre lobo. Estiré la mano hasta posarla en su hombro— Volverá, lo prometo —aunque había prometido no intervenir, si era necesario y por el chico, lo haría.

La redención era lo único que me quedaba después de que su hermana terminará muerta por mí causa— Ahora... prométeme no hablar de esto en cuanto entremos al Instituto, ser normal no es un trabajo sencillo, no con la garganta envuelta en fuego o miles de ruidos en tu cabeza; ahora si le sumamos la preocupación de un hombre lobo perdido, creo que reventaría —nos reímos, una risa débil pero comprensiva antes de volver a ser dos simples alumnos de preparatoria, o al menos hasta donde cabía. Hacia al menos tres días que nadie sabía absolutamente nada del lobo Black, ni siquiera yo, ni siquiera su padre. Era como si la tierra se lo hubiese tragado.

En cualquier otro momento me habría alarmado y vuelto loca, pero había tenido el tiempo suficiente para conocerlo, saber lo impulsivo y cabezota que era, y también, que cuando llegase a recapacitar; porque lo haría, volvería y con suerte, arrepentido. O eso ansiaba.

— ¿Señorita Cullen? —con un golpe en el brazo, elevé rápidamente la cabeza. Todo el salón se había vuelto a mi expectante a una respuesta. Algunos con risas burlonas y muchos otros sin expresión alguna, Seth parecía alarmado ante mi llamada de atención. Tamborilee sobre el cuaderno con el lapicero repetidas veces antes de acomodarme en el pupitre erguidamente — La sustancia o materia gris del cerebro, también hallada en el cerebelo, se encuentra compuestas de somas y dendritas, a diferencia de la blanca la cual tiene mayor número de axones y contiene mielina la cual le otorga su característico color —las risas fueron sustituidas por ojos y boca de asombro. El profesor recorrió a todos y después volvió a mí, felicitando con un simple: correcto. En cuando prosiguió, solté un dramático suspiro. Eso había estado muy cerca.

Seth se inclinó con una ceja enarcada. Le hice una seña para que no terminará de acercarse, hablaríamos fuera. Realmente necesitaba concentrarme. Mordisquee la punta del lapicero y centre todo de mí en la pizarra. No me venían ganas de tomar apuntes.

— ¿Cómo lo hiciste? —inquirió Seth andando a mi lado— Dime loco pero estoy totalmente seguro de que tú mente no estaba en clases en ese instante —abrí la boca y la volví a cerrar— Ah, no lo sé ¿de acuerdo? Este... yo... Tal vez sea otra cosa de vampiro. Creo que mi subconsciente lo captó y yo simplemente di la respuesta —dimos vuelta en el pasillo y descendimos las escaleras— ¿Y cómo la supiste? El profesor no la mencionó —eleve el libro que llevaba en la mano y lo sacudí con obviedad— Estaba en el libro, justo en la página que nos ha encargado como lectura ayer —desvió la mirada al frente— No leíste ¿cierto?—me burle— Oh por favor ¿quién lee los libros de la escuela en este tiempo? —Rodé los ojos, algo que se volvía más común en mí con el tiempo— Seth, eres un... —.

Lazos de Sangre y Ponzoña [EN PAUSA INDEFINIDA].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora