Marinette ya no sabía que decir.
—¿Enserio? Apenas llegaba a su casa—trato de sonar lo más natural posible.
—¿Qué estuviste haciendo todo este tiempo?
—Me entretuve en una tienda de discos.
—Te espero en la casa—fue lo último que dijo antes de colgar.
—¿Pasa algo Marinette—Preguntó Adrien.
—Nada grave, sólo que mi mamá no sabe que estoy aquí y seguro se enfadará mucho al saberlo—Marinette comenzó a hablar de más.
—No te preocupes, ve a tu casa.
—Adiós—Marinette se acercó al Rubio y le dio un beso corto en los labios para después retirarse a su casa.
—Tengo un mal presentimiento de todo eso—dijo Plagg saliendo de su escondite.
—¿Qué podría salir mal?
—Podría descubrir quien eres en realidad y si eso pasa, adiós libertad, te encontrarían rápido.
—Eso no pasará, le ocultaré quién soy, será muy fácil.Marinette llego a su casa inventando una buena excusa.
—Hola mamá, ya llegué—decía entrando a la casa.
—Marc llamó hace rato.
—¿Qué quería?
—No mencionaste que tu y Marc habían terminado.
—No, no lo hice..... No volveré con él—decía Marinette firme.
—No hay problema, eso lo acepto—Sabine hizo una breve pausa—Lo que no aceptó es que te hayas ido con un chico al cual seguro ¡no conoces!—Comenzó a alzar la voz.
—¡¡Es un buen chico!!— Marinette también hablo fuerte.
—¡¡Eso lo decidiré yo!!
—Bien te lo presentaré.
—Si no es de nuestro nivel, no quiero conocerlo.
—¡Nada te parece!
—Tienes una responsabilidad muy grande, y quién este contigo debe compartirla, no quiero que nadie te distraiga de tus entrenamientos, ¡no saldrás más! Si Alya quiere verte, vendrá hasta acá, ahora ve a prepararte que comenzaremos el entrenamiento de hoy.
Marinette quería decirle tantas cosas a su mamá, pero ella no permitió que hablara, se fue a su habitación, de repente su celular sonó.
—¿Hola?—Contesto la llamada con la voz entrecortada.
—¿Marinette? Perdón, yo no quería...
—No te preocupes Alya, no es tu culpa.
—A la próxima avísame.
—No habrá una próxima, debo irme.
—Esta bien, adiós y que estés bien—Alya colgó.
Marinette ya estaba lista para su entrenamiento y su mente sólo hablaba de como haría para volver a ver a Adrien, de repente Sabine la saco de sus pensamiento.
—¡Marinette! ¡Un Akuma ataca la ciudad!
—¡Ya estoy en camino!
ladybug corrió al centro de la ciudad donde se encontraba el Akuma.
—¡Me vengaré de todos los que despreciaron mis pinturas!— gritaba el Pintor mientras encerraba a las personas en sus lienzos.
—¡Ya basta Pintor! ¡deja ir a estas personas!—Al escuchar a Ladybug todos aplaudieron y se emocionaron lo que hizo a Pintor enfadarse.
—¿Por qué quieren tanto a esta mariquita?— dijo lanzando un cuadro a ladybug, el cuál, esquivo con facilidad.
—Porque yo cuido de su seguridad— Ladybug tomo su yoyo y lo lanzó hacia él intentando golpearlo, pero este, también esquivó el ataque.
—¡Basta! Dejemos de jugar— dijo Pintor mientras golpeaba a Ladybug con su gran pincel.
Esta vez no logró reaccionar y salió volando hacia una tienda de televisores. Se levantaba con dificultad y se dio cuenta que la policía de París intentaba atrapar a Chat Noir, de nuevo había atacado, pues la transmisión en vivo del suceso se proyectaba en los televisores, pero ¿que podía hacer? No dejaría a los parisinos solos con el Akuma, pero de nuevo se le escaparía Chat Noir. Se le ocurrió que si terminaba rápido con el Akuma tal vez llegaría a tiempo con Chat.
Ladybug se levantó y su frase <<¡Lucky Chram!>> fue dicha, apareció una botella de pegamento líquido, dudo un poco pero debía actuar rápido.
—¿Qué esperas Ladybug? ¡ven y enfrenta me!—gritaba Pintor con grandeza y orgullo.
—Con mucho gusto—Ladybug saltó por los edificios y llego con Pintor por arriba y le vertió todo el pegamento de la botella lo que hizo que su pincel quedara totalmente duro y sin movimiento, terminado esto logró quitarle el pincel para poder liberar y purificar el Akuma.
Para convertirse en civil, a Ladybug le faltaba poco así que corrió a ocultarse, Tikki salió de los aretes y Marinette le dio galletas y salió corriendo para poder llegar con Chat Noir. Una vez que Tikki recupero energía se transformó en Ladybug y subió y corrió por los tejados, con su yoyo, acortaba distancias.
—¡Por fin! He llegado a la escena del crimen— Corrió hacia la entrada, y la policía seguía en el lugar.

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Criminal
Hayran KurguLadybug, lucha constantemente contra el crimen que asecha a París, gana siempre las batallas, pero, hace poco un nuevo enemigo se hizo presente, la gente hablaba de él aunque ella no había tenido el placer de conocerlo, cuando intentaba atraparlo, s...