Escape

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Chat aún tenía la mano en el aire, aún pensaba sí lo haría y ladybug le gritaba.

—¡Chat no lo hagas! ¡es lo que quiere!
—¡Mató a mi padre!— le respondía.
— Y fue tan satisfactorio terminar al fin con mi enemigo— fueron las últimas palabras de Haw Moth, Chat lo toco con su poder y su cuerpo se cubrió de negro, se desintegró rápidamente,  dejando ver primero sus tejidos, luego sus órganos hasta que su esqueleto se volvió cenizas, en cuanto esto pasó, Roger perdió su poder dejando libre a Ladybug y cayó de rodillas al suelo igual que Chat, después se puso de pie y se dirigió a Ladybug pero ella lo rechazo
—¿Por qué lo hiciste?— dijo entre sollozos.
Él no respondía Ladybug se levantó y lo empujó.
— ¡Vete! ¡no quiero volver a verte! ¡largó!
Chat salió corriendo del museo por una ventana.

Ya han pasado dos semanas desde el último avistamiento de Chat Noir y Ladybug, el alcalde anunció a los ciudadanos sobre el ministro y aunque Chat había terminado con el Villano de París no dejaba de ser un delito, Ladybug aún no había sido perdonada por los ciudadanos y cómo ya no aparecían akumas se mantenía oculta.

Marinette estaba triste no podía olvidar a Adrien a pesar de lo que había hecho seguia amándolo; llamo a su abuela para sentirse mejor.
—¿Hola? ¿abuelita?
— Hola mi niña. Qué gusto me da escucharte.
—Igual me da gusto escucharte— dejó de hablar no sabía cómo explicarle su sentir. —Quería decirte algo mi niña, el mal en París a uno ha terminado.
—Pero How Moth está muerto.
—El ministro está muerto, se avecina algo más y necesitas ayuda.
—¿Quién podría ayudarme?
—Aún no has encontrado tu destino, ni has salvado a quien lo necesita.
—¿Quieres decir qué...
—Te advertí que escucharás a tu corazón antes que a los demás, todos podemos cometer errores, es lo que nos hace humanos, levanta te y convierte te en heroe — y terminó la llamada.


—¡Marinette es hora de comer!— Sabine le anunciaba, al no encontrar respuesta, subió al cuarto de la chica, no la vio así que buscó en toda la habitación hasta en su balcón, lo único que pudo encontrar fue una nota que al parecer Marinette había dejado para ella.

Ladybug estaba en el escondite de Adrien, pero el lugar ya estaba abandonado, se decepcionó y a punto de marcharse escuchó una voz familiar.
—¿Marinette?— provocó que la chica se volteara.
—¿Adrien?— primero se acercaron tímidos pero luego corrieron el uno hacia el otro hasta llegará a un abrazo, las piernas de ladybug rodeaban la cintura del chico  y él con sus brazos la de ella.
—¿Por qué volviste? que no ves que no soy bueno para ti.
— Lo único que quiero y necesito es quedarme cerca de ti— Adrien se acercó a Marinette aún más y la besó entregando todo el amor que su corazón podía dar.
—Escapemos— proponía la chica.
—¿A dónde iremos?
—A China, Comencemos una nueva vida donde podamos salir a las calles sin miedo de ser apedreados.
—¿Estás dispuesta a seguir a un criminal?
—No eres un criminal, pero estoy dispuesta a todo por ti.

Ladybug y Chat Noir salieron tomados de la mano y corrieron por los tejados, la policía los notó e intentaron atraparlos, un ejército de ellos tenían detrás más helicópteros en el cielo persiguiéndolos, ellos esquivaban sus ataques, cuando llegaron a la frontera de París, volvieron a ver por última vez su ciudad.
—Volveremos— decía ladybug con melancolía.
—Claro que sí— respondió Chat y camino frente a ella la tomó de su cadera la acerco a él besándola lentamente ella lo tomó del cuello y correspondió. —Un último beso en París — decía separándose de ella.
—¡Ustedes dos! ¡están arrestados!— Fueron interrumpidos por Roger, ellos sólo sonrieron y siguieron su camino.
—Ya no podemos atacar, pero no dejaremos que vuelvan a poner un solo pie en París— decía Roger a su tropa.


Sabine leía la nota que marinette había dejado y cayó al suelo sus lágrimas salían sin cesar.

Sé que me dijiste que me alejara de él porque es rebelde y tiene un corazón podrido, incluso que esto no es inteligente, pero mamá, estoy enamorada de un criminal y este amor no es racional, por favor no llores que yo estaré bien, simplemente no puedo negarlo, lo amo. Nos veremos pronto.

Atentamente: Marinette

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