Aún recuerdo cómo mi corazón latía veloz mientras que disfrutaba viendo por primera a Wonwoo en aquella situación.
–Entonces… ¿qué dices? –En realidad, no sabía qué decir, ¿estaría bien verme fuera de clase con mi profesor?
–Claro, por qué no. –No lo sabía, pero definitivamente estaba dispuesta a arriesgarme por una vez en la vida donde quizás conocería lo mejor de toda mi vida o, al contrario, Jeon Wonwoo haría que mi vida fuese un completo desastre aún mayor del que ya era.
¡Qué idiota! De hecho, como si fuese una vidente como las que veía la abuela en la televisión cuando su novela estaba en mitad de la publicidad. Lo había prácticamente adivinado, lo que no sabía es que Wonwoo llegó para hacer de mi vida un completo desastre sí, pero jamás me arrepentiría de ello pues es el mejor desastre que jamás conocí. Sin embargo, mi catástrofe favorita ahora se encontraba sumamente calmada, completamente dormido sobre mi regazo, permitiéndome sentir su relajada respiración mientras que pasaba mis dedos por su cabello despeinado pero suave.
Kimino namaewa estaba en la pantalla, el final estaba cerca a juzgar por los sollozos de Mingyu, para sorpresa de todos el gigante tenía un corazón tan sensible que cualquier cosa podría hacerlo llorar. No pude evitar soltar una sonrisa cuando vi a su novia abrazándolo mientras que le susurraba cosas en el oído y el otro le ponía ojitos y dejaba sobresalir el labio inferior para que Alba lo besara rápidamente y reir como niños pequeños. Su relación era envidiable ante los ojos de cualquiera, demostraban que se querían pero sin resultar desagradables y empalagosos. Siempre estaban peleándose porque amaban las reconciliaciones.
Para cuando devolví mi mirada a Wonwoo este ya había despertado y me miraba a los ojos, dejando ver sus dientes entre aquellos labios que me volvían loca. A veces, me hacía sentir que no era merecedora de la vida tan perfecta que ahora tenía, mi carrera estaba a punto de terminar y pronto nos graduaríamos la que se había convertido en mi mejor amiga y yo. Los ojos de Wonwoo brillaban con la misma intensidad que el primer día, parecía enamorarse a cada momento un poco más de mí a pesar de que me hiciera creer que eso era imposible.
Aún recuerdo mi vida antes de conocerlo, sentía miedo al conocer nuevas personas porque creía que siempre acabaría por defraudarlas –cosa que siempre ocurría –o se cansarían de mí antes de ello. Lo mismo ocurrió al principio con Wonwoo, mi corazón latía fuerte contra mi pecho y las dudas me cegaban; sin embargo, él se encargó de hacerme un recordatorio diario de cuánto me quería y que sin lugar a dudas el presente era nuestro.
Dedicado especialmente para las verdaderas Coleman y Alba Kuricchan
y Humenazaki
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Disaster
FanfictionAnn creció con tantas inseguridades que siempre se sintió una chica fuera de lugar. Con un par de libros bajo el brazo, sin aparentar alguien que no es, está dispuesta que su desastrosa vida dé un giro de trescientos sesenta grados cuando pone un pi...