- ¡Abre la puerta, Kim JongIn! ¡Hazlo ahora mismo!
Los ojos de JongDae se contrajeron por una luz brillante cuando los abrió. Se sentía como si lo hubieran golpeado con un bate de béisbol. Cerro los ojos para cubrirse más con las sabanas hasta el cuello.
Esta no olía a canela pero de igual forma le gustaba. Extrañamente la cama le parecía más cómoda de lo normal. Como si estuviera en la suya.
Estando en un estado de semidormido, escuchó como la puerta se abría de golpe seguida de pasos dirigidos hacia él.
- ¿JongDae? - lo llamó una voz muy familiar, con un tono de amor y preocupación mientras le agarraban las manos con fuerza -. Dae, abre los ojos, por favor.
Él intento hacerlo, pero el más mínimo intento de fuerza le resultaba agotador. Sintió que vivía en un Deja Vu.
- ¿¡Quieres explicarme esto, Kim? - rugió la voz cerca de él para luego sentir unos labios presionando sus mejillas y frente.
- Callate - chillo JongDae intentando dormir. Se giro en busca de su propósito y lo que encontró fue a su muñeco favorito. Era una versión suya pero en dinosaurio. Su nombre era Chen. Supo que era el muñeco por su olor a limón.
- ¿JongDae?
Se giro nuevamente frotándose los ojos intentando centrarse en la voz. Encontró unos oscuros, llenos de preocupación.
- Hola, MinSeok - le dijo entreabriendo los ojos con una sonrisa leve cuando lo reconoció.
- ¡Dios! - el rubio le lleno el rostro de besos lanzándose sobre él. JongDae lo aleja suavemente por los hombros mientras terminaba de abrir los ojos. Se acomodo con la ayuda del otro hasta estar sentado en el respaldo de la cama.
Le tomo unos segundos para darse cuenta de lo sucedido a su alrededor. Se fija en MinSeok, en su recámara y en la intravenosa junto a las vendas que tenía en sus muñecas, cada vez más confundido.
- ¿¡MinSeok!? - balbuceo haciendo una mueca de dolor al mover las muñecas rápido -. ¡MinSeok!
- Sí, Dae... soy yo - le dijo el rubio tumbándolo en la cama al ver como se tambaleaba -. Estás en casa.
Estaba en casa, con MinSeok frente a él acariciándole la mejilla. Todo eso era cada vez más confundido. Lo último que recuerda era estar en Rusia, con JongIn...
¡JongIn!
Se levantó nuevamente sin importarle el dolor y el aturdimiento. Buscó con la mirada a JongIn. Necesitaba ver sus ojos, extrañamente, se sentía seguro cuando los veía. Pero lo único que vio fue su espalda saliendo de su recámara.
- Por favor dime que estás bien - MinSeok lo abrazó haciendo que apoyará su barbilla en su hombro. Débilmente, lo rodeo con sus brazos. Aunque estuviera rodeándolo unos brazos familiares , se sentía inconforme -. No sabes cuánto te extrañe.
MinSeok hizo todo lo posible para no llorar como un niño cuando JongDae se volvió a dormir. Sabía que despertaría, pero aún así seguía chillando. Había movido cielo, mar y tierra para encontrado pero no tenía ningún resultado.
La llegada de un extraño había cambiado las cosas por completo. JongDae tenía dos meses de haber desaparecido y a JongIn solo le tomó unas horas para saber su ubicación.
Creía que jamás volvería a verlo.
KyungSoo entró a la recámara con una camiseta de cuello en Uve, jeans y unos zapatos. Se acerco hasta el gran armario que había allí y empezó a sacar ropa.
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Atracción Inesperada (KaiChen)
RomanceKim ZhongDa era frío como un témpano, duró y despiadado. Cientos de mujeres y hombres fueron víctimas de su maldad. Su riqueza se basaba en su red de trata de blanca, drogas y armas. Teniendo los días contando por un cáncer en fase terminal que lo a...