Capítulo 2: Rescate

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Sostuvo con fuerza el cuchillo en su mano derecha para luego cortarle la garganta al individuo frente a él.

JongIn lo tomó por los brazos para que no hiciera ruido alguno al caer al suelo. Se levantó y tomó la pistola con el silenciador para terminar con la misión que se le fue dada hace días atrás. Eran cartas de varios hoteles y casinos en donde varios sospechosos se refugiaban. Uno de ellos había mordido el anzuelo y lo estaba llevando al lugar en donde estaba la mercancía.

Quería acabar aquello cuanto antes. Eran cerca de las una de la noche cuando entró silenciosamente por la puerta. La puerta exterior no estaba cerrada con llave. Entró. El lugar apestaba y el piso crujía por la basura sobre el. Creyó pisar algo blando y pegajoso mientras caminaba, pero prefirió no pensar en ello. Allí estaba. La puerta al infierno.

Sonriendo, tomó la pistola con el silenciador y después de abrir la puerta le disparo a tres hombres dormidos en un sofá. Silencioso y mortal, como un animal al asecho.

JongIn se dirigió hacia la otra puerta completamente de metal. Entró y lo descubrió tumbado en la cama, semidesnudo. Se quedó donde estaba. Atónito. Se pasó una mano por la nuca mientas se acercaba a JongDae. Tenía los ojos cerrados y la piel pálida. Con suavidad, él le recorrió las extremidades con las manos para comprobar si te estaban rotas. Sin embargo, no estaba preparado para encontrarse con la protuberancia de un hueso bajo aquella piel pálida.

El débil pulso de JongDae le preocupó más que cualquier otra cosa.

Descubrió que tenía alambres de púas en ambas muñecas. Con sumo cuidado, lo tomó en sus brazos y salio de la casa abandonada. Trataría de no moverlo mucho.

Cinco minutos después, estaban en un pequeño helicóptero que había varios metros de distancia. Era totalmente silencioso y por eso lo eligió.

JongDae se removió sobre el asiento y gimió de dolor. Después abrió los ojos pero los cerro al instante. Le temblaban los labios.

JongIn lo cubrió con una manta gruesa y después buscó puso en marchar el vehículo. Con el móvil en mano, tecleó algunos números y después escucho una explosión atrás de él. Había puesto explosivos en la casa antes de entrar.

Por mala suerte, el viaje no fue corto. Quince minutos aterrizo en el techo de un edificio.

JongDae grito conmocionado cuando él lo levantó en sus brazos, con mantas y todo. Se quedó inmóvil por un instante pero después se encaminó hasta la puerta.

Krystal los recibió y lo hizo pasar. JongIn depósito a JongDae en una cama.

- Ponte cómodo, JongIn. Por lo que veo, tendré mucho trabajo - le dijo Krystal poniéndole una mano en el hombro -. Ahí cervezas en el refrigerador.

Con una última mirada dirigida a JongDae, salio del cuarto dejando a Krystal hacer su trabajo.

Krystal examinó a JongDae, tomó una muestras de sangre y examinó su cuerpo entero. Chasqueó la lengua varias veces, negando con la cabeza cuando revisó sus muñecas presionadas por los alambres de púas.

Una intravenosa le coloco a JongDae debido a la deshidratación. Sus heridas fueron limpiadas y sus muñecas suturadas. Tenía numerosos cortes y raspones. Pocos fueron los puntos que tuvo en su cuerpo.

Le cubrió las demás heridas con una venda. Le tomó el pulso y le puso una inyección para el dolor. Además de que lo limpió un poco.

Cuando Krystal salió del cuarto, encontró a JongIn, que se levantó del suelo de golpe.

- ¿Cómo está?

- Él va a estar bien, con mucho descanso y mucho líquido para evitar la deshidratación. El alambre por poco atraviesa los tendones. No hay mucho qué hacer excepto esperar.

Atracción Inesperada (KaiChen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora