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Capitulo uno.
—¿Jade?— cierra la carpeta que sostenía en sus manos y levanta la vista a la recién llegada, una mujer rubia con cabello recogido y bata blanca, similar a la suya se encontraba de pie junto a su escritorio, con una peculiar sonrisa que estremecía su espalda—Ven conmigo un momento, por favor — da la vuelta y comienza a caminar, instintivamente se levanta de su lugar, aún confundida y camina tras ella, viendo las puertas cerrarse automáticamente y un guardia en la puerta vecina, con la mirada al frente.
Recorrieron la mayor parte del lugar en total silencio, no paso desapercibido para ella el guardia que avanzaba con cautela a unos pasos de distancia, asegurándose que no escape.
Finalmente se detienen frente una habitación pequeña, pero está vez las puertas no se abrieron automáticamente al verla, tuvieron que escribir la clave, fue una alerta para ella que instintivamente la hizo dar un paso atrás, consciente lo que podría encontrar del otro lado.
Antes de poder correr, la tomaron por ambos brazos y entraron con ella a la habitación, ignorando su forcejeo y gritos al ver la camilla y el doctor de pie.
—¡Suéltame!
— Cruel es bueno — fue lo último que escucho antes de sentir un pinchazo en su cuello que hizo tambalear sus piernas.
Y lo último que escucho antes de perder la consciencia fue un fuerte golpe en la puerta y la desesperación en su voz al gritar.
—¡No está lista!— después todo volverse negro.
[...]
Recuperó la consciencia al sentir gotas de agua caer sobre su rostro, sus ojos se abrieron con lentitud, aún incapaz de mover su cuerpo, viendo las paredes grises cubiertas de hojas y un fuerte olor de humedad.
Lleva la mano a su cuello sintiendo una pequeña elevación; como una cicatriz que abarcaba gran tramo de la parte trasera de su cuello.
Se levanta lentamente, sintiendo su vista borrosa y un ligero mareo que hizo tambalear sus piernas.
Voltea lentamente a sus alrededores al escuchar mas gotas de agua impactar con las cosas y el pequeño charco que agua que se formaba a su alrededor, mientras las luces se hacían cada vez más tenues.
Da un paso al frente y al momento dos grandes puertas se abren, provocando que los rayos de sol choquen con fuerza en su cara, obligándola a levantar su brazo mientras avanza lentamente mientras sus ojos se acostumbraban cada vez más a la luz, visualizando un gran espacio, con árboles a sus alrededores y pequeñas cabañas esparcidas y voces a unos metros de ella.
