Capítulo 11

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Nos vamos – dijeron los chicos cuando entraron en la vivienda. Kate y Rick les miraron- Vamos al faro, hemos decidido pasar el día fuera.

Subieron a sus dormitorios a cambiarse de ropa cuando estuvieron listos bajaron nuevamente al salón, sus padres continuaban en la misma posición inmóviles.

-¿Todo arreglado? – preguntó Kate acariciando la mejilla de su hija.

-Todo genial – Jou se acercó y tomó nuevamente la mano de la chica entre las suyas, sonriendo a la capitana. Kate les miró con ternura y suspirando por que aquello saliera bien.

-Tened cuidado con el coche – les dijo Castle antes de que salieran por la puerta.

-Por favor, haceros y hacernos un favor – dijeron los jóvenes a sus padres, éstos les miraron sin entender- Hablad – dijeron mientras salían de la casa.

Tanto Kate como Castle se sorprendieron por las palabras de sus hijos, pero ambos reconocían que los chicos tenían razón, debían hablar, pero hablar de verdad, diciendo todo, poniendo en cada palabra los sentimientos guardados durante tantos años.

-Parece que los adultos son ellos – dijo Kate finalmente, volviéndose a mirar al escritor el cual asintió para luego girarse y caminar hacia el ventanal.

-Ojala nosotros hubiéramos tenido el mismo coraje que ellos – comenzó a decir mientras miraba a través del cristal- ¿Por qué hicimos tan difícil algo que debería ser sencillo? – se giró mirando a Kate.

-Supongo que nunca creímos que llegaría el día el que uno de los dos se cansase del juego, pensamos que nuestro tiempo era infinito – caminaba saliendo de la casa y se giraba invitando con su mirada a que el escritor la siguiera.

Ambos empezaron a caminar por el jardín en dirección a la playa, necesitaban hablar, ser sinceros, necesitaban sentirse cómodos, libres para decir todo aquello que habían guardado por años.

-Siempre creí que terminarías viendo que estaba ahí – decía el escritor agachándose a coger varias piedras, con la que comenzó a jugar- Pensé que llegaría el día que te darías cuenta de lo que sentía por ti. Que llegado ese día comprenderías que no estaba a tu lado buscando sólo inspiración sino que necesitaba tenerte cerca.

-Eras insoportable – Rick la miró sorprendido- No podía con tu absurdo comportamiento cuando nos conocimos, eras infantil, inmaduro, mujeriego, insufrible para alguien como yo que durante muchos años de su vida era hiper organizada, y controladora. Luego me dejaste ver tu otro lado, y me preguntaba porque escondías esa faceta de ti, esa que te hacía ser cariñoso, tierno, dulce, preocupado por su gente, por sus amigos. Y fue esa faceta que ocultabas la que me hizo comenzar a sentir cosas. Pero la dejabas ver tan pocas veces, que no terminaba de creer que fuese real.

Rick miró a Kate y sonrió con tristeza - ¿Nos sentamos? – Kate asintió, y ambos se sentaron sobre la blanca arena.

Silencio, cada uno perdido en sus pensamientos, cada uno intentando ordenar todas las sensaciones, ideas, palabras que llenaban sus mentes.

-Nunca sabrás lo que me dolía tu indiferencia, tus desplantes, cada día llegaba a la 12th con la firme idea de decirte que te amaba, pero cada día tú me regalabas tu frialdad – Kate le miró entrecerrando los ojos y negando- Cada noche al salir de la 12th tenía la sensación de haber avanzado, de haber podido sentir algo de ternura por tu parte, pero todo desaparecía por la mañana. Me sentía frustrado, dios Kate me hacías estar siempre sobre arenas movedizas – tiraba las piedras al océano con rabia.

-No era indiferencia – se defendía ella- sólo me protegía. Protegía mi corazón, porque creía que aunque no quisieras terminarías dañándome. Cada noche cuando me metía en la cama, lloraba – Rick la miró abriendo los ojos al máximo- Sí Rick, lloraba – repetía ella- lloraba por no ser capaz de abrirme y demostrarte lo que había empezado a sentir por ti y dolía, así que al amanecer mi cerebro ganaba la batalla a mi corazón y al llegar a la comisaria llevaba puesta nuevamente mi coraza. Tom, fue una de las cosas más absurdas que he hecho en mi vida – continuo Kate tras estar varios minutos ambos en silencio- Pero necesitaba sacarte de mi corazón, y pensé que con él lo lograría.

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