- Y... ahora... eres una gata, MI gata...
Kagome asintió mientras se sentaba en su regazo
- si...
- si...¿Qué?
- si...amo...
- eso está mejor.- sonrió Inuyasha antes de entrar en ella sin avisar
A la azabache se le escapó un gemido:
- Inuyasha-kun...- suspiró
- No tienes permitido gemir...- musitó en su oído centrándose en dar profundas y lentas estocadas haciendo que ella se tapara la boca- Dios, Kagome... no me aprietes así....
El peliplata se tumbó en la cama de espaldas llevándose consigo a su gatita que quedó encima de él, con su espalda mirando a la cara de su joven amo.
- Ten cuidado...- habló él- es una postura peligrosa, hadlo bien gatita, had gemir a tu amo.
- Si...amo...- susurró la chica empezando a moverse.
Sus movimientos eran dulces, suaves, acompasados, lentos, increíbles; si Inuyasha tuviera que describirlos lo llamaría "Perfectos", su trasero chocaba con sus caderas en cada movimiento mientras su miembro se enterraba en ella.
Ahogó un gemido mientras sus manos se dirigían a la cintura de la azabache ayudándola a moverse más rápido mientras ella se mojaba y lo apretaba
- Dios, no puedo vivir sin ti... Kagome...
Las manos de Inuyasha la guiaban, era un vaivén muy rítmico mientras ella se movía sobre su cuerpo él movía sus caderas contra ella.
- No voy a aguantar mucho más... amo...- gimió
- yo tampoco
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Taisho's Maid
FanfictionKagome Higurashi acepta un trabajo algo particular. El trabajo consiste en ser la Maid personal de un tal Inuyasha Taisho que todavía va a la preparatoria. Las cosas no pueden complicarse... ¿Cierto? - Bájate las bragas.