- Profesor Lannister ¿Tiene un segundo? - Ya se había acabado la clase. El timbre había sonado, indicando su fin. Ya no habían alumnos en el aula. Todos habían salido rápidamente en su tiempo libre. Hoy Alaska no había asistido. Por ende no sabía que se podría hacer con el trabajo. Aún que eso no era lo que precisamente más me interesaba.
- Digame Wayland.
- Con respecto al trabajo. Alaska mi compañera no ha venido así que...
- Ahorrese las excusas. Edwards ya ha arreglado el asunto y ha enviado a tiempo el trabajo.
- Ah no sabía.
- Bueno ahora lo sabe.- Dirigiéndose a la puerta para posteriormente salir por ella.Tan simpático que suele ser. Así dan más ganas de adquirir conocimiento en esta pocilga.
No sabía nada de ella desde que salio tan desprevenida de mi casa ayer. Soy un estúpido. Al menos debí haberla ido a dejar. A esas horas de la noche es peligroso para alguien como Alaska. De belleza inconfundible. Pero al menos sabía que estaba viva y no la había secuestrado una red nacional de prostitución. Pero aún así estaba preocupado por ella.
Digo no cualquier persona se desmaya y cuando despierta se toma como cinco pastillas par estar de pie.
Quería ir a verla pero no sabía donde vivía, ni su numero tengo. A decir verdad, no se absolutamente nada de ella. No sabía con quién se juntaba, quienes eran sus amigos así que tampoco podía averiguar yo mismo.Me encaminé por los largos y anchos pasillos de la institución. Cada uno de ellos plagado de estudiantes. Algunos me hacían señas simpáticas, a las cuales yo respondía con una sonrisa.
Unos brazos se apoderaron de mi torso por detrás. Con dificultad. Intente soltarme un poco para dar media vuelta. Era solo Alanis.
- ¡Hola! - Con una sonrisa de oreja a oreja. Colgándose de mi cuello para plantar un beso en mis labios. Cosa que permití.
- Hola ¿Como estás? - Dije intentando apartarme.
- Bien. Has estado un poco arisco conmigo... Muy lejano... ¿Te pasa algo?
- No me he sentido muy bien.
- Si quieres yo puedo ayudarte con eso.- Comenzó a apegarse a mi cuerpo. Posó ambas manos en mis bolsillos traseros del pantalón.
- Oye...- Intentando apartarla un vez mas de mi.- ¿Tu sabes como puedo saber la dirección de un alumno?
- No se... Supongo que con la orientadora.
- Bien. Gracias, nos vemos.-Dando media vuelta, emprendiendo paso. Pero sin darme cuenta ella me toma del brazo y me detiene.
- ¿En verdad no te ocurre nada?
- No.- Sin darme vuelta. Sin dar la cara.- Estoy bien.- Soltandome.
En poco tiempo la deje atrás. Y en poco tiempo llegue a la oficina de la orientadora.
Toque la puerta y entré. La Sra. Betts estaba sentada como es de costumbre en su silla de cuero, tras el escritorio. Con su pelo canoso tomado por una coleta. Que hacía resaltar las arrugas en su frente. Me senté frente a ella.Yo casi nunca venía aquí. Los alumnos con problemas sociales venían. Los con depresión. Los bulímicos. Los abusados.
No alumnos como yo.- ¿Que se te ofrece Wayland?
- Necesito un poco de información sobre una alumna en especial.
- ¿Que alumna?
- Alaska Edwards.
- No puedo darte información de ella.
- La necesito porque tengo que hacer un trabajo con ella.- Mentía claramente.
- Depende de que grado de información.
- Necesito saber donde vive.
- En realidad eso es mucho.
- Necesito saberlo.
- No puedo, lo siento.
- Usted mas que nadie sabe que necesito buenas notas.- Suspiró y me miró de reojo.
- Está bien. Pero no puedes decirle a nadie que te di esta información sobre ella. Sobre todo en su condición.
- ¿Su condición?
- Ella vive sola. En un departamento de esta ciudad.Cerré la puerta a mi espalda. Tenía la dirección. Quedaba solo un bloque de clases. Que en realidad no era muy relevante. Deporte. Así que me la saltaría he iría a ver a Alaska a su departamento. ¿Porque vivirá sola? . Quise buscar las llaves del auto en mis bolsillos. No estaban.
Alanis... Ella las podía haber sacado cuando metió sus manos. Deporte era una de las clases que compartíamos así que debía estar en camarines, cambiándose para empezar.
Caminé hacia allí y ya llegando encontré a Charlotte una de sus mejores amigas en la entrada de este.
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Recuerda
Teen Fiction¿Que pasaría si toda tu vida no fuera como creías? ¿Y que una chica fuera la respuesta y la llave de tu pasado? Adam Wayland tiene 18 años, ama por sobre todas las cosas a su hermana menor Eleanor de 7 años. Adam es muy popular en la secundaria. Tie...