Again and finish.

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Los días pasan... se han cumplido dos meses la muerte de Shima y un mes de que salí del hospital por fin he regresado a mi casa me he mantenido tranquilo. Yutaka me ha dado una oportunidad de ayudarlo en su pequeño negocio que pues si tiene su encanto ya que se llena de gente.
*Claro, cocina delicioso el condenado.*
Hemos quedado en almorzar todos juntos, yo por ahora estoy tirado en el sofá viendo la televisión mientras que Yutaka está totalmente concentrado en cocinar.

-¡Tocan la puerta!.-
Estoy tan perdido en la tele que si Yutaka no me dice no me doy cuenta.
Con toda la pereza del mundo me levanto y abro la puerta.

-¡Hola!.-
Takanori saludó alegremente con su pequeño perro entre sus brazos, mientras que Akira tenía una mirada de suplica bastante cómica.

-Pasen chicos.-
Los dos pasaron y Takanori asentó a su perro en el suelo y este comenzó a pasearse por la sala.

-¿Tenías que traerlo a el?.-
Akira arremetió al fin apuntando al susodicho con expresión de fastidio.

-No podía dejarlo solito en casa, ya ha pasado mucho tiempo sin salir.-
Yo sólo me limito a sonreír y volverme a tirar.

-Chicos que bueno que llegaron, perdón desde fondo de mi alma pero ¿puede alguien ir a comprar algo de beber?.-
Todos miramos con fastidio a Yutaka a lo que el sólo sonrió apenado.

-¡Zafo!.-
Grité alzando la mano para librarme de ir a la tienda ya que la pereza era muy muy fuerte.

-Ve tu Taka, por favor.-

-¡¿Yo!? ¡ve tu! iguana floja.-
Yo me eché a reír al escuchar su discusión a lo que ellos me miraron serios casi asesinandome.

Se les ocurrió hacer un volado y al parecer la suerte le sonrió a la iguana ya que fue Taka quien perdió yéndose a regañadientes a la tienda.

-Que hermosa es la vida.-
Solo negué riendo ante su comentario.
Pude escuchar las uñas de Koron golpear el suelo indicando que corría y solo vi como se le prendía a Akira del pie mascando su tobillo con malicia y odio.

-¡Auxilio! ¡Yuu!.-
Sacudía su pie tratando de zafar a la  rata esa sin tener éxito, me reí pero al ver que este animal realmente lastimaba a Akira traté de quitarlo a lo que éste reaccionó mal y quiso máscarme la mano.
Los dos corríamos con el pero detrás hasta que nos subimos a la mesa.

-¡Yutaka!.-
Grité a ver si así salía este Koala de su zona ya que al parecer el escándalo no lo hizo asomarse.

-¿Que les pasa?.-
Apenas y se asomó el perro arremetió contra el y solo lo vi correr hacia nosotros con un plato de comida en la mano.

-¡Haganme un espacio!.-
Ese puto animal nos ladraba y gruñía.
Y nosotros aquí como maricas teniéndole miedo a un jodido chihuahua... si fuera un perro grande o por lo menos de tamaño mediano se entiende pero ¿Un chihuahua?
¡Un puto chihuahua!.

-Yutaka haz algo.-
El lanzó un rollo de sushi de su plato logrando distraer a esa pequeña bestia.
El bajó corriendo de la mesa y se encerró en el baño.

-¡YUTAKA!.-
Gritamos al unísono Akira y yo viendo como ese maldito regresaba hacia la mesa mostrando los dientes.

-¡Esperen!.-
Su voz se oyó apenas.

-Patealo Akira.-

-¿Quieres que Takanori me mate? Si le hago algo a su amado perro me castra.-
Iba a decirle algo pero Yutaka salió y tapó a Koron con la toalla del baño haciéndolo bolita, subió y lo encerró en una de las habitaciones de invitados.

-Ya... se pueden bajar de la mesa.-
Nos bajamos lentamente en lo que el venía hacia nosotros.

-¿Mordió a alguien?.-
Apunté a Akira y el alzó la mano mirando su pie.

Déjame ser...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora