Más melocotones se elevaron por los aires dando vueltas. Esta vez la fruta se fundió en un remolino de fructosa hasta que delante de Meg hubo una criatura parecida a un bebé humano rechoncho con un pañal de lino por toda vestimenta. De la espalda le sobresalían unas alas hechas de ramas frondosas. Su cara infantil podría haber resultado adorable de no haber sido por los brillantes ojos verdes y los colmillos puntiagudos que tenía. La criatura gruñía y lanzaba mordiscos al aire.
ESTÁS LEYENDO
Frases de Percy Jackson
De TodoFrases y momentos de las sagas de Percy Jackson y los dioses del Olimpo, Los héroes del Olimpo y Las Pruebas de Apolo de Rick Riordan.