Comienzo.

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Al día siguiente.

Narra ______:

Llegué al instituto, todos me miraban raro y se susurraban cosas al oído, típico, son tan cobardes como para decirmelo en la cara. Entré al salón y a los pocos minutos llegó Itsuki, tomó su asiento pero no me habló para nada, tenía su mirada perdida al frente con una expresión de ¿preocupación?. Miré su mano, sostenía un papel arrugado. Me pregunto que dice, al poco rato llegaron los Akatsuki, ya saben, lo de siempre, las chicas se vuelven locas y gritan, luego llega el profesor y comienza la clase.

En el tiempo libre que nos daban fuera de los salones, Akami no dejaba de mirarme al grado de causarme una extrema incomodidad, Itsuki seguía igual que en la mañana, podría asegurar que casi tenía un ataque nervioso.

Akami: ¡Hey, Itsuki!.—la llamó.—ven, por favor.

Itsuki obedeció y se alejó de mi para ir con Akami, ella le susurró algo al oído, Itsuki solo asintió levemente con su misma expresión de preocupación. Yo estaba tan concentrada mirándola, que no pude darme cuenta cuando alguien me lanzó a la pierna un globo lleno de pintura, miré mi pierna llena de pintura verde, e inmediata levanté mi rostro con el ceño fruncido, todos sostienen una globo dispuestos a lanzarmelos.

Akami: Te dije que ibas a arrepentirte de quedarte, maldita mocosa.—me miró mientras se reía.—bien chicos terminen con esos globos.

Comenzaron a lanzarme los globos con pintura de diferentes colores, al mismo tiempo que reían a carcajadas, yo solo trataba de cubrir mi rostro pero, era imposible, la pintura también se caía a mi cara. Después de unos segundos se detuvieron, pues ya no había globos para que me lanzaran, quité la pintura de mis ojos y escupí una poca que había en mi boca.

Akami: Los colores se te ven bien.—todos rieron a más no poder.

______: ¡¿Eso es todo lo que tienen?!.—miré a Itsuki quien me miraba tristemente.—¡¿Crees que un poco de pintura va a hacer que me rinda?!.—sonreí de lado para no demostrar mi ira.

Akami: ¡Te ves como una estúpida ahí parada!.

______: ¡Prefiero verme como una estúpida, a ser una cobarde!.

Caminé y empuje a Akami y a Itsuki para poder pasar. Me dirigí al jardín del patio cívico donde empecé a gritar maldiciones.

______: ¡Hija de perra!.—patee el suelo.—¡maldita zorra arrastrada! ¡¿te crees muy bonita, no?!  ¡pues no lo serás cuando te ponga las manos encima y destroce tu maldita nariz operada!.

–¿Quien es la zorra arrastrada a la que maldices?—un chico rubio caminó a mí mientras se estiraba un poco.

______: Disculpa, no quise decir todo eso...—reí nerviosa mientras limpiaba la pintura que resbalaba por mi rostro.

–¿Que te pasó?.—me miró de pies a cabeza.

______: Bueno...—me interrumpió.

–Fue Akami, ¿no?.

______: ¿Como es que...?.

–Bueno, ella es la que recibe órdenes, y creo saber quién fue el que ordenó que hiciera esto.—se acercó a mí, saco un pañuelo y comenzó a limpiar mi rostro.

______: ¿Que... que estás...?.—dije confundida.—¿q-quien eres?.

–Soy Deidara, Deidara Kamiruzu.—sonrió y me entregó el pañuelo.—vete a casa, no te preocupes por las faltas, esta es una escuela para ricos, a nadie le importa lo que pasé aquí si no afecta la reputación de los dueños.

Una vez dicho eso, se fue dejándome sola, yo quedé en shock ante esta situación, entré de nuevo al salón y tomé mis cosas rápidamente, las personas aún seguían riéndose, yo solo los ignoraba, no es algo que me afecte en lo absoluto. Salí del instituto y llegué a mi casa y tomé una ducha.

(...)

Deidara: ¿Tu le dijiste a Akami que hiciera eso?.

Itachi: ¿Tan obvio es?.

Deidara: Sabes que ella no tiene la culpa ¿verdad?.

Itachi: ¿De que lado estás, Deidara?, se supone que eres mi mejor amigo.

Deidara: Si lo soy, pero no es justo lo que haces con esa chica Montenegro.

Itachi: La pintura es apenas el comienzo de todo.

Deidara: Estas loco, amigo.

Itachi: Ella caerá a mis pies como todas las chicas del instituto.

Sasori: Hagamos una apuesta, Deidara.

Deidara: Claro, ¿de que se trata?.

Sasori: Si esa chica Montenegro, no dura ni una semana en este instituto, me darás tu Dragón de arcilla, el mismo que fue usado para la exposición del museo.

Deidara: Por supuesto, pero si yo gano, si esa chica dura aquí más de una semana, fabricarás una marioneta como yo la desee.

Sasori: De acuerdo.

Itachi: Idiotas.

Hidan: Por favor, se irá, como todas las chicas que han molestado.

Deidara: Bueno, no hay que adelantarse a los hechos.

No estaré a tus pies. [Itachi y tú].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora