Química.

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Narra _________:

Me preparaba para salir de casa directo al instituto, cuando recibí una llamada de mi mamá.

_________: Hola, mamá.

Dakami: Hola, hija, solo quería saber cómo estás.

Le digo o no lo de mi nariz... ¡nah!.

_________: Estoy bien, estoy por irme al instituto.

Dakami: Si, por supuesto, te deseo suerte.

_________: Mamá, no es mi primer día en la escuela.

Dakami: Lo sé, lo sé, no hagas nada malo, ¿esta bien?.

_________: Si.

Dakami: Si alguien te provoca, por favor, por lo que más quieras. Controla tu carácter, recuerda que tus calificaciones también depende de ello.

_________: Si, mamá, lo sé.

Dakami: Bien, no te quitaré más tu tiempo, te amo.

_________: Yo igual, por favor, también dicelo a papá.

Dakami: Claro, adiós.

Colgué y salí de casa, comencé a caminar, en todo el camino, no pude evitar pensar en lo que hablé con Anissa el día anterior. Ella tiene razón, lo que siento por él es solo odio y nada más. Llegué al instituto y tomé asiento, después de eso, pasó lo mismo de siempre, llegó Itsuki, Akatsuki, gritos de chicas estúpidas y comienza la clase.

Profesora: Muy bien, jóvenes, el trabajo de hoy será realizar un resumen de su libro, de la página 80 a la 95.

Todos se quejaron y molestaron por el trabajo que dejó la profesora. En lo personal, no me molesta en lo absoluto, no digo que me encante hacer resumenes todo el tiempo, pero quejarse no solucionará nada, incluso puedo empeorarlo. Terminé el trabajo rápidamente, me levanté de mi lugar, y me dirigí al escrito de la profesora y dejé que lo revisara, recibí miradas extrañas por parte de mis compañeros, pero no le dí importancia y caminé devuelta a mi asiento. Antes de que pudiese llegar, Akami metió su pie haciendome tropezar, por suerte pude sostenerme de otros asientos, evitando que mi cuerpo tocara el piso.

¡Maldita zorra!.

Levanté mi cuaderno del piso y respiré profundamente tratando de calmarme.

Profesora: ¿Está bien, señorita Montenegro?.

_________: Si.—arrugué​ la nariz.—estoy bien.—ignoré a Akami y seguí el camino a mi asiento.

Todos los demás aguantaban la risa, en este momento, quiero ponerle las manos encima a Akami, todo esto lo soporto por mis padres, no por mis calificaciones. Ni siquiera me importa que me reporten o suspendan, o que incluso me expulse, simplemente quiero arruinar su operación de nariz extremadamente costosa. Así como ella arruinó mi nariz con un jodido balón de voleibol.

Después de un tiempo más, dieron el timbre a la siguiente, guardé rápidamente mis cosas y salí del salón, alguien tomó mi brazo impidiendo que yo pudiese seguir caminando.

_________: ¿Senpai...?

Deidara: ¿Estas bien?.

_________: Si... no te preocupes.—desvié la mirada.

Deidara: Luces molesta.—soltó mi brazo.

_________: Lo estoy...—tomé aire.—trato de contenerme... y no decirle palabras vulgares a la cara.

Deidara: ¿Te importa lo que los demás piensen?.

_________: No, no me importa lo que ellos piensen de mi, pero si me importa lo que piensen mis padres. Imagina lo que pasará si se llegan a enterar que su hija insultó a alguien. Son capaces de llevarme a un maldito reformatorio.

Deidara: Por favor, ¿cuantos años tienes, mujer?.

Mierda...

_________: Dieciséis...—dije sin más.

Deidara: Estas jodiendome, ¿no?.

_________: No, tengo dieciséis años de edad.

Deidara: ¡Eso no es posible! ¡todos aquí tenemos un poco más de veinte!.

_________: Si, lo noté, pero te estoy diciendo la verdad. La razón por la cual estoy aquí, es por qué adelantaron mis años escolares, simplemente no los necesité. Por eso me encuentro en ese jodido instituto con tan solo dieciséis años.

Deidara: Dios santo, ________, no se como reaccionar a eso. Eres menor de edad.

_________: Bueno, no te culpo, Senpai.—sonreí.—es un secreto, no habrás la boca.

Deidara: De acuerdo.—pellizcó levemente mi mejilla.—es un secreto... que Itsuki tiene que saber.

_________: Si... espera, ¡¿que?!.—fruncí el ceño.

Deidara: ¿No piensas decírselo a Itsuki?.—me miró divertido.—creí que era tu amiga.

_________: Oye, deja de chantajearme.—reí.—se lo diré después.

Deidara: Vámonos, o nos dejarán fuera de la clase.

Entramos al salón y tomamos asiento. La clase de química es mi favorita, no es por nada, pero se me da muy bien.

Profesor: El día de hoy, haremos algo muy interesante, como ven, tienen un pequeño recipiente con agua, su objetivo es lograr que cambie a un color primario con las sustancias que se encuentran allí.

Akami: ¿Esta hablando encerio?.—hizo una mueca.—¿como diablos vamos a hacer eso?.

Profesor: El punto de esta clase, es que usted misma lo averigüe, jovencita.—dijo obvio.—quien lo terminé primero, tendrá tres notas buenas en mi clase. Buena suerte, jóvenes.

Itachi: Esto es pan comido.

Deidara: ¿Como estas tan seguro, viejo?.

Itachi: Por que química es más fácil que las chicas de aquí.

Hidan: Amigo, eres todo un casanova.

Itachi: Gracias.—los tres rieron.

(...)

Akami: ¡Profesor, terminé!.—sonrió.

Todos la miraron sorprendidos.

Profesor: No sé si me dí a entender bien, pero creí haber dicho "un color primario", no uno secundario.

Akami: ¿El color violeta no lo es?.

El profesor suspiró frustrado y negó con la cabeza.

__________: Además de zorra, es una estúpida, inútil.—dije para mi misma.

Jamás había conocido a alguien con un coeficiente intelectual tan bajo como el de ella, hasta un niño de preescolar sabe cuáles son los colores primarios y secundarios. Apuesto a que sus padres sobornaron a todas las escuelas en las que estuvo para que la aprobaran, esto me da un poco de pena ajena. No existen palabras para describir su estupidez, y no estoy exagerando, ella es alguien realmente increíble... increíblemente pendeja.

No estaré a tus pies. [Itachi y tú].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora