Jugo de cajita.

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«Regresa»

Regresa, no te vayas...

«Cuando dices amarme»

No hace falta nada más... tú eres mi mundo entero, ya ves, quiero que me recuerdes...

«Dí que no cambiarás una vez más»

No me dejes nunca más...

«Eres mi cura»

Y mi verdad...

Un par de días después.

_________: Deja de distraerte, Anissa.—la regañó.

Anissa: Lo siento.

_________: Bien, como te decía...—fue interrumpida.

Anissa: ¡Eres tan bonito!.—acarició a Ita-Ita.

_________: ¡Carajo, es la milésima vez que me interrumpes!.

Anissa: Lo siento...

_________: ¡No, a la mierda, reprueba el exámen de química y álgebra!.—cerró los libros.—¡de igual forma no quedará en mi conciencia!.

Anissa: Lo siento, yo no sirvo para los exámenes, yo estoy aquí para reflexionar sobre la vida y lo costoso que es el jugo de cajita.

_________: ¿Jugo de cajita...?.—frunció el ceño.—¿que demonios?.

Anissa: De verdad, hace unos días, quería comprar uno, pero no me alcanzó el dinero que llevaba, igual lo compré, pero me hizo darme cuenta de lo costoso que es.

_________: ¿Cómo que lo compraste, si no tenías dinero suficiente?.

Anissa: Regresé a mi casa por más, valió la pena, realmente es bueno.—sonrió.

_________: Anissa, necesitas ayuda psicológica, y pronto.

Anissa: Oh, vamos, sabes que de igual forma pasaré los exámenes.

_________: ¿Entonces por qué demonios estás aquí?.

Anissa: Porque quería intentar conseguir una calificación más alta, pero creo que seguiré en el rango en el que estoy. No es como que vaya por la vida: Señora, me vende una botella de H²O.

_________: Buen punto.

Anissa: O tal vez: Espere, déjeme hacer una ecuación para saber si me ha dado bien el cambio. ¡Por supuesto que no!.

_________: Buen punto... otra vez.

Anissa: Claro.—sonrió divertida.—¿Y tú cómo vas?.

_________: Bueno, mi promedio sigue siendo impecable.—sonrió orgullosa.

Anissa: ¡Oh, que sorpresa!.—dijo sarcásticamente.—eres una nerd.—se burló.

_________: No lo soy.

Anissa: Como sea. No me refería a tu promedio.—se dejó caer en la cama de su amiga.—yo me refería a... bueno, ya sabes... a Itachi. No me haz contado nada desde la vez que vino a tu casa y te besó.

_________: Ah...—miró sus manos.—bueno, no ha asistido al instituto desde aquella vez, no lo he visto en ningún momento. Deidara no me ayuda mucho.

Anissa: ¿Que hay de Itsuki?.

_________: Bueno, ahora sale con Deidara, así seguramente se han puesto de acuerdo para evitar el tema a toda costa.—gruñó.

Anissa: Creo que yo también lo haría.

_________: Gracias por nada.—le lanzó un cojín a la cara.

Anissa: Tranquila, cariño, eso es amistad, solo queremos protegerte, eres nuestra bebé.—soltó una risita.

_________: No es divertido.

Anissa: Eres una bebé gruñona, hasta mi padre tiene mejor sentido del humor.

_________: Como sea, todos se comportan extraño.

Anissa: ¿Y que hay con tus padres?.

_________: Volverán en unos meses.—dijo con total normalidad.

Anissa: Demonios, si me dieran un golpe por cada vez que dices eso, amiga, ¡estaría acabada!.

_________: Lo sé, ya entendí, ¿que quieres que yo haga? Siempre tienen que irse al otro lado del mundo.

Anissa: ¿Y tus hermanos?.

_________: Ni puta idea.—se encogió de hombros.—dejé de preocuparme por eso. Seguramente volverán con mamá y papá.

Anissa: Tu familia es un desastre.

_________: ¿Cuál familia? Hace mucho que dejamos de ser una.

(...)

Itachi: No, mamá.

Mikoto: ¿Qué tal éste?.—señaló otro traje.

Itachi: No.

Mikoto: ¿Qué dices de éste?.—le mostró otro.

Itachi: Madre, no, son demasiado...

Izumi: Para señor.

Mikoto: ¿De qué hablas?.

Izumi: Ma, Itachi necesita algo que vaya de acuerdo a su edad. Él ya es un adulto, si, pero sigue siendo muy joven, no tiene cuarenta años. Él necesita un traje que haga lucir su juventud.

Itachi: ¡Gracias!.—miró a Izumi divertido.

Mikoto: Ustedes usan ropa bastante pegada al cuerpo, los adolescentes van de mal en peor.—respondió algo indignada.

Izumi: Tranquila, mamá, ahora sabes por qué Sasuke no quizo venir y prefirió usar uno de los que ya tenía.

Mikoto: Ya, ya, a lo que veníamos.

Izumi: Vamos, hermano, te ayudaré.—tomó a Itachi del brazo y se adentraron más en la tienda.

Mikoto: Los esperaré aquí.—bufó.

(...)

Izumi: ¡Vamos, Itachi, muero por verte!.—dijo desde afuera de los probadores.

El Uchiha quitó el seguro de la puerta y la empujó un poco para que se abriera y su hermana pudiese verlo.

Izumi: Wow...

Ante ella, apareció un Itachi bien vestido con un traje negro un poco pegado al cuerpo; resaltando sus piernas bien tonificadas y... muchas otras cosas más.

Itachi: ¿Y bien?.

Izumi: Si no fueras mi hermanito, ya te habría besado.

Itachi: ¿Hola, policía?.—ambos soltaron una risa.

Izumi: Te ves realmente apuesto, Itachi.—se acercó a acomodar un poco su corbata.

Itachi: Por favor, dime qué puedes sacarme a mitad del evento.

Izumi: Por supuesto que puedo, pero no debo. El evento es por tí, por lo tanto... tendrás a toda la familia sobre tí, eso incluye a papá y al tío Madara.—dejó sus manos sobre los amplios hombros de su hermano.—Itachi... lo siento tanto.—lo miró con tristeza.

Itachi: Detente, Izumi, no hay forma de cambiar esta situación. Iba a pasar.

Izumi: Pero ella también es parte de esto ahora, ella debe...

Itachi: No, ella no tiene que ser parte de esto, ella no debe saber nada.—tomó las manos de su hermana.—no tiene por qué enterarse.

Izumi: Pero, Itachi no puedes...

Itachi: Sólo... sólo quiero mantenerla lejos de esto, no quiero que nadie sepa de ella. Tan sólo tú y mamá podrán estar con ella, ¿entiendes?.

Izumi: Si.

Itachi: Nadie más, escucha bien, Izumi, nadie más debe saber que me enamoré de la hija menor de los Montenegro.

No estaré a tus pies. [Itachi y tú].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora