Oppa sonrió ligeramente, mirándome a los ojos. -oye hija....¿te acuerdas cuando eras pequeñita y yo te bañaba? ¡Nos divertíamos mucho jugando con la espuma!-dijo. -Si jeje....-empecé a recordar.- pero ya me se bañar sola.... -pero....¿no te apetece que te bañe hoy? Ya sabes, para recordar los viejos tiempos....-yo me empecé a sonrojar. Pero termino convenciéndome. -Um....vale, ¿por qué no?-Nada mas escuchar esas palabras, Oppa me cogió del brazo y besó mi frente. Los dos caminamos hacia el baño. Al entrar, Oppa cerró la puerta. Una sensación desconocida para mi recorrió mi cuerpo. El me miró, y sonrió. -¿te vas a duchar con ropa acaso? Jeje, ven aquí....-el se acerco, y acercó sus manos a mi. Tocó los botones de mi camisa, y empezó a desabrocharlos, hasta quitármela. Después de eso, deslizó la cremallera de mi falda hacia abajo, dejándome así en ropa interior. Me puse totalmente roja, me resultaba extraña esta situación.-date la vuelta...-ordenó Oppa. Obedecí, y sentí como el me desenganchaba el top. Me lo quitó y lo lanzó al suelo. -p....papa....-Murmuré. El empezó a bajarme las braguitas. ¡¡No se por qué esto me parecía extraño.....yo esto lo he vivido...!! -Mi rollito...-dijo el, mirándome de arriba a abajo.-cuanto has crecido....¡mira que oppais te han salido! ¡jajaja! -¡¡PAPÁ!!-grité. Me sentía bastante avergonzada. El rió. -jejeje....venga era solo una broma...-el empezó a llenar la bañera con agua caliente, y echó jabón. El baño de burbujas me trajo muchos recuerdos de la infancia. Me meti en la bañera. Y Oppa cogió la esponja. Empezó a pasarla por mi cuerpo. Y el mordió su labio. Por la forma en que lo hacia, senti que algo extraño pasaba por su cabeza. No pude evitarlo, y solté esa pregunta que rondaba por mi cabeza. -Oppa....¿que estabas haciendo con Eomma....?-el me miro perplejo. -vaya mi rollito....parece que nos has visto....creo que ya es hora de que te lo explique. Estábamos......teniendo sexo. -¿eh...? ¿Sexo....? ¿Eso....eso no da placer....? Eomma parecía estar sufriendo.... -No lo estaba....a el le gusto mucho así que gemía, pero de placer. Tu no experimentaras algo así hasta dentro de mucho tiempo.... -oh....y....¿yo haré eso cuando este casada como Eomma y tu...?- el miro hacia un lado. Su mirada reflejaba algo de miedo. El alzo la vista hasta mirarme a los ojos. -Hija...¿tu amas mucho a papi....? -¡claro que si! ¡yo te quiero mucho! -¿tanto como para darme...tu pureza?- el se sonrojo ligeramente. Lo miré perpleja. Yo sabia exactamente lo que quería decirme. Quería quitarme la virginidad....solo para que yo no la pierda con otro...simplemente deje mi mente en blanco y deje esas palabras salir de mi boca. -Si.......-Oppa acerco su cara a la mía. Vi sus labios, en ese momento no me podía resistir a ellos.
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El acarició mi cara, podiamos sentir la respiración del otro. Y sin poder aguantar un segundo mas, me empezó a besar. Mis labios comenzaron a moverse junto con los suyos, y no podía parar. De pronto, Oppa metió su lengua para hacer el beso mas apasionado, y yo accedí a darnos un caliente beso con lengua. Minutos después, nos separamos por falta de aire, y un hilo de saliva unía nuestros labios y lenguas. El me cargó en sus brazos, y me llevo de vuelta a mi habitación. Me acostó en la cama. Vi como sus manos se acercaban hasta sentir que empezó a tocar mi cuerpo. Llegó hasta mis pechos, y empezó a masajearlos de forma suave. -son muy grandes....-me susurró mientras acariciaba mis pezones. -dime mi pequeña....¿te gusta esto...? -S-si..... -pues eso fue solo el principio....del calentamiento....-el dirigió sus labios hacia uno de mis pezones, y lo lamió lentamente. Dejé escapar un gemidito. -ahhh~-lamió mi otro pezón. Y empezó a besarme el vientre. Cada vez iba más y más abajo.... Mi corazón latía mas fuerte cada vez que sentía un beso o una lamida. Hasta que llego hasta mi parte íntima. -vamos hija....abrete bien para papi....-No pude mas. Me quedé bloqueada ante la situación y sólo me limité a temblar en sus brazos. Oppa me miro con compresión.-Tranquila....lo haré yo....-dijo, abriéndome las piernas. Las abrió mucho, me sentí bastante vulnerable. El se agachó, poniendo su cara entre mis piernas, y me miró con una sonrisa pervertida. -te haré sentir cosas que nunca sentiste, mi niña....
