El dolor.

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Se recomienda escuchar "Not in love" de Crystal Castles con Robert Smith al leer.

(P.O.V. Kenny)

Me congelé, y Edgar no dejaba de pregunta "¿Andas con Ron?". Colgué el teléfono y me quedé inmóvil en mi cama.

Al cabo de unos 10 minutos me levanté, y mi teléfono volvió a sonar, era Renata, contesté, esperando que fuera algo que no tuviera qué ver conmigo o con Ronald. Le dije "¿Hola?", a lo que respondió "¡Wey!, ¡¿qué pedo contigo y con Ron?!, Edgar nos dijo a todos que se gustan, o algo así.", sentí un alivio enorme y reí nerviosamente, "Pero lo dice en broma, ¿no?", y contestó "Obvio que sí, wey, pero de todas formas, sí se les nota extraños, queremos saber qué pedo, ¿pasa algo?", y de nuevo tuve que dar una de mis imbéciles excusas, la cuál pareció convencerla.

Me senté en un sillón y me quedé pensando qué hacer... yo soy normal, no me gustan los chicos, ¡qué puto asco!

Decidido, llamé a Ron y no lo deje hablar, sólo recuerdo que lo podía escuchar llorar mientras le decía "Ron, esto se acabó, no tengo por qué sufrir por ti, ¡NO ME GUSTAN LOS HOMBRES!, no me gustas tú, no te quiero, ¡nunca lo haré!, así que deja de molestarme con esas pendejadas.", colgué antes de que él pudiera decir cualquier cosa.

No pude dormir bien, me sentía culpable, y para nada liberado, incluso sentía punzadas en el estómago y una voz en mi mente que me decía "la cagaste". No entiendo este sentimiento, ¡yo no quiero ser gay!, ¡no quiero que me guste él!, y mientras la tristeza y el dolor se apoderaban de mi mente y de mi cuerpo, rompí a llorar, tan intensamente como me era posible, me volví un pedazo de nada, inútil e indefenso, y él ya no estaría para protegerme.

Me levanté de la cama y me decidí a salir a beber algo, ya era tarde, pero, ¿qué carajo importa?, ya nada importa, ya nada ME importa. Fui a un bar cerca de mi casa, pedí un montón de cervezas, me puse a imaginar, ¿qué estará haciendo Ron?, y no pude evitar soltar una o dos lágrimas.

Ya era muy tarde, las 3 y algo de la mañana, así que un ebrio yo, decidió pagar y salir a dar una vuelta, caminé un buen rato, hasta que me di cuenta de que me acercaba lentamente al departamento de Ron, me detuve un segundo, pero decidí seguir, tal vez y me lo encontraba por ahí.

Caminé otro rato... y... bueno, lo vi salir de un bar con una mujer... ella era muy bonita, y era una mujer, yo soy un hombre, no entiendo cómo un hombre puede querer a otro de una manera romántica y sexual, lo respeto, pero... no quiero que sea para mí.

Me alejé un poco, lo suficiente para que no me vieran, lo observé de lejos, se le veía feliz, completo, algo que yo no le podía ofrecer... no sé por qué me siento así, YO NO LO QUIERO.

Me fui de ahí, caminaba muy rápido y lloré un poco, no podía contener mis lágrimas, mucho menos mis sentimientos, los cuáles no entiendo.

Volví a mi departamento, ya eran más o menos las 5 y yo estaba muy pedo, así que me preparé algo de comer, me puse la pijama, aunque casi me caí en varias ocasiones, y me fui a dormir. Al acostarme, no pude evitar abrazar a mi almohada y recordar esa noche en la que estuvimos juntos...

Después de varias vueltas en la cama, me quedé dormido, y me desperté más o menos a las 12 de la tarde. Lo primero que hice al despertar fue revisar mi celular, ¡tenía casi 30 llamadas de todos!, pero sólo le tomé importancia en el momento en que lo vi, luego supuse que sólo me querían seguir molestando con lo de Ron.

Ese día no quería salir a ningún lado, y aunque habíamos quedado en vernos a las 2 para grabar, me negaba a ir.

Ya habían dado las 2:30 y no me habían marcado, y eso me hizo creer que la grabación se había cancelado, o algo así, y que Ronald no me avisó... por obvios motivos. En fin, yo seguí viendo vídeos en internet para distraerme y hacerme sentir mejor sobre todo lo que sucedió, pero no podía eliminar de mi cabeza la imagen de él con esa mujer... ¡pero yo le dije que no lo quiero, no me tengo por qué sentir mal!

Salí de mi casa, fui rápido por algo de comer, y luego volvería, y ya a la mitad del camino me di cuenta de que no llevaba mi celular, pero me dio igual, no era como si esperara la llamada de alguien.

Compré mi comida y volví a mi departamento, y para sorpresa mía, sí tenía llamadas, muchas, de Renata, Antonio y Orlando. Llamé a Orlando, contestó y no pude ni decir "Hola", porque me dijo muy rápidamente, algo nervioso, "Wey, perdón por seguirte chingando con esto, pero Ron no está en su departamento, y tampoco muchas de sus cosas, su ropa, comida y esas pendejadas. Se supone que nos íbamos a ver para grabar, pero llegamos y no había nadie, ¿sabes a dónde fue, o está contigo?", me asusté, me quedé callado y lo recordé saliendo con esa mujer, PERO ELLOS NO PODÍAN SABER NADA DEL TEMA. Le contesté que no, y él me pidió que fuera para allá y buscáramos la forma de encontrarlo.

Ron está perdido, se fue, seguramente porque lo lastimé, seguramente porque me niego a admitir que lo quiero.

Ron y Kenny: Una historia de amor moderno. / En edición -cancelada- /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora