Ron y Kenny: Una historia de amor moderno. / En edición -cancelada- /

El amor. (II)

Se recomienda escuchar "Waiting for love" de P!nk al leer.

Esta parte tiene material explícito y no es necesario leerla para seguir con la historia.

(P.O.V. Kenny)

Nos besamos, lo besé lo más fuertemente posible para mí.

Me monté sobre su cintura y me quité la playera, para después seguir besándolo, en los labios y en el cuello. Le quité la playera y comencé a lamer sus pezones, él gemía, se notaba que le gustaba.

Seguí besándolo mientras el tocaba mis nalgas y metía sus manos a mi pantalón para acariciar mi ano y comenzar a dilatarme. Eso me calentó mucho más. Me desabroché el pantalón y me lo quité para que él pudiera comenzar a dedearme; lamí sus dedos y comenzó, sentí como sus dedos se mentían en mi, y gemí, y luego comencé a pedirle que lo hiciera más rápido y más duro mientras le besaba el cuello y le mordisqueaba la oreja.

No paraba de dedearme y comenzó a darme nalgadas, yo comencé a masturbarme y sentí un placer inmenso.

Me hice a un lado para que él pudiera quitarse el pantalón y el bóxer. Ya al estar desnudo, me quitó el bóxer y me acostó boca abajo en la cama, con la cara hacia una orilla, donde él se paró y puso su verga, con una grande y dura erección, en mi cara. Comencé a mamársela y él siguió dedeándome y nalgueándome. Se la mamaba toda, desde la punta hasta que sus testículos tocaran mi barbilla.

Me levantó y me puso en 4 sobre la cama, para poder masturbarme y hacerme un rim-job, lo cuál me hizo gemir muy fuerte, y mientras lo hacía, con la mano que tenía desocupada, comenzó a jalarme el cabello. Yo me sentía en el paraíso, era lo mejor que me pudo haber sucedido. Metía y sacaba su lengua de mi ano, y la pasaba por entre mis nalgas como si lo hubiera deseado toda la vida.

Me recostó boca abajo sobre la cama, me jaló hacia la orilla de la cama, dejó que mi cintura sobresaliera, abrió mis piernas y comenzó a pasarme la punta de su pene por el ano, me sonrojé mucho y comencé a decirle que por favor me la metiera, quería su verga bien adentro de mi.

"Tranquilo.", dijo mientras soltó una pequeña risa y comenzó a masturbarme.

Empezó a penetrarme, sentí cómo su enorme pene entraba en mi. Gemí, no me dolía, era la mejor sensación de mi vida.

Ya cuando su pene estaba todo adentro, comenzó a moverse, adentro, afuera, adentro y afuera, muy lento y luego muy rápido, me cogió de la mejor forma posible.

Cambiamos de posiciones muchas veces esa noche, me puse sobre él, luego abajo. Mi momento favorito fue cuando nos acostamos del lado los dos, él se puso atrás de mi y así comenzó a penetrarme. Me levantó una pierna y metió su pene, para después comenzar a embestirme como una bestia.

Me cogió tan bien que no tuve que tocarme para venirme. Después de unas dos horas cogiendo, yo estaba sobre él, me movía arriba, abajo y a los lados, mientras veía como lo disfrutaba, su cara de placer era la mejor. Me agarró de la cintura y comenzó a penetrarme muy rápido y muy duro, movía su pelvis hacia abajo y arriba, como desesperado, y la estimulación que me dio hizo que me viniera. Grité y gemí muy fuerte, mientras sentía al orgasmo recorrer todo mi cuerpo, y el semen salir a chorros de mi verga. Él se excitó tanto al ver eso, que también comenzó a venirse, sacó su pene de mi ano y comenzó a venirse, su semen salió como proyectil, cayó en nuestros pechos y en nuestras caras.

Esa vez no usamos condón, pero no me preocupó, fue una de mis mejores experiencias.

Caímos rendidos, yo me recosté sobre él y nuestros cuerpos desnudos se juntaron. Era como si por primera vez, los dos nos hubiéramos comprometido de verdad. Como si el amor que nos teníamos hubiera florecido.