Bendito yeso (2jae)

Parte 2: Mentira VS verdades

Esta parte esta dedicada al Jae, quiero que conozcan ambos lados de la moneda, espero les guste...

- Parte 2 -

Youngjae observaba a su amigo desde su sitio al borde de la cama, su brazo apoyado en el marco de la ventana. Siempre que iba a visitar a su hyung aprovechaba para ponerse en ese cómodo sitio junto a la ventana y mantener esta abierta mientras movía su mano lentamente siguiendo la ondulación del viento. Era algo relajante para hacer y el sol que entraba por la ventana bañándolo suavemente lo relajaba bastante. El mayor hablaba y hablaba, Jackson parecía ser la palabra que más repetía, el rubio empezaba a creer que su amigo tenía una especie de enamoramiento con el chico Wang - aunque técnicamente era su hyung, por lo cual solo lo llamaba así solo en su mente- pero había optado por no decir nada, ya que cada vez que sacaba el tema su hyung se ponía nervioso y cambiaba de tema. Bien, él no era quien para juzgar a su hyung, si quería fingir con aquel alborotado chico allá el, allá ellos, ambos fingían muy bien juntos.

-¿Me estas escuchando Choi?- El nombrado lo miro entonces, su vista se había perdido en algún punto fuera de la ventana, su hyung lo miro con el ceño fruncido parado en medio de la habitación con sus brazos cruzados delante de su pecho.

-¿Estabas hablando de Jackson?

-sí, pero que dije...-Soltó retador, el menor trago nervioso sin saber que decir.

- ¿Qué era...irritantemente lindo?- El pelirrojo lo observo boquiabierto, bien, en su defensa el mayor dejo escapar ese comentario más de una vez, pero siempre lo negó. Sabía que repetirlo solo haría que la conversación se pierda en un túnel sin salida así que solo tenía una opción, admitir su culpa- no te oí, perdón hyung, estaba distraído.

-te dije que tu amor platónico, el gran chico diez esta enyesado ¿Sabías?- Jae pestañeo un par de veces si creerlo, mil pensamientos vinieron a su mente, para su mala suerte...también mil imágenes. Se puso de pie palideciendo rápidamente.

-¡¿Qué le paso? ¿Es grabe? ¿En qué hospital esta?! Dímelo hyung- Miro al mayor empuñando sus manos, este pareció tardarse en entender pero al hacerlo se apresuró a calmar a su amigo, se acercó a este con ambas palmas expuestas.

-Wow, cálmate Choi, no está en ningún hospital, está en su casa encerrado y comportándose como un gruñón.

-¿Qué?- Ante eso se dejó caer en el colchón sin gracia, su vista clavada en el mayor- no entiendo hyung, recién dijiste...

-deberías escucharme- Puso los ojos en blanco acercándose al contrario- Jackson vino ayer, dice que está costándole mucho llevarse con él. Al parecer Im se cayó de una patineta y se fracturo el pie, o la pierna, no le entendí.

-pero Jaebum no sabe patinar- Soltó Jae pensativo, recordaba haber visto al mayor tomar la patineta de su amigo, aquel alto y chistoso de cabello casi plateado ¿Cómo se llamaba? Cierto, Yugyeom- él no es bueno con ese tipo de cosas.

-por eso se cayó, y se lastimo, Jackson dice que actúa como un nene pequeño, irritable y gruñón- Jae sonrió imaginándose a su hyung, este era un chico lindo y maduro, no lo veía con esa imagen.

Youngjae había conocido al mayor gracias a las tutorías que la universidad brindaba. En su primer año de carrera tuvo que lidiar con las odiosas matemáticas, realmente no era bueno en eso y molestar a Mark con eso no tenía sentido. Fue entonces cuando la universidad le ofreció un tutor, para su suerte, ese fue Im Jaebum. El mayor era atento y amable, se esforzaba por explicarle todo y se veía serio todo el tiempo, Jae no pudo evitar caer enamorado de él por completo. El problema era que para el mayor este casi no exista, Jae solo se hacía visible cuando entraba al salón donde le daba clases y luego se olvidaba de su presencia.