EPISODIO 8

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Esa noche Dante duerme en el carro, y ella queda arriba con su gato Félix, que ronroneaba en sus pies consolando su despliegue de tristes sentimientos que sentía aquella vez.

¿Recuerdan a Kirios? Pues él siempre mantuvo la amistad con Dante, a pesar de que ahora viviera en el Valle. Él ya era abogado y venía a la ciudad a recorrer viejos lugares, y como hospedaje  eligió la casa de su amigo Dante.

Ya era el octavo mes de casados y los días eran cada vez más aburridos, aunque Dante era detallista, no pasaba más allá de abrazos y picos.

Agnes salía con sus amigas por las tardes a tomar café, y le comentó a una de ellas el aberrante caso que vivía a la vez; su nombre era Berit, ella un poco atrevida le propuso a Agnes intentar seducir a su esposo para ver si era ella la del problema, pero Agnes se quedó muda pensando si podría funcionar.

Mientras tanto, Dante recibe a su amigo en casa, con dos grandes maletas y cuentos viejos que traía a su amada, que pensaba él que a ella le gustaría leer. Hablaron un rato y viejos recuerdos empezaron a comentar.

Luego de un rato de pensar, Agnes acepta la loca idea de Berit, pero con la condición de no dejar llevar el juego mas allá de lo normal. Para esto planean una cita de trabajo, ya que Dante requería de una asistente en su oficina.

Dante le tenía mucha confianza a su amigo, y por lo tanto ese día le pidió el favor a Kirios que hiciera la entrevista. Berit muy coqueta llegó a la entrevista bien puntual, y Kirios la atendió como su amigo lo pidió, Berit trataba de agradarle, y por su puesto lo logró, tanto así que una cita nocturna el sábado con él confirmó. Berit no conocía al esposo de su amiga y pensó que Kirios era la victima. Rápidamente ella llamó a Agnes y le dijo que su esposo aceptó.

La historia continuará...

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