Nuestra Primera Vez

EPISODIO 16: ¡FINAL!

Las llamas ven sus ojos al prender cada vela vieja que guardaba desde hace un año, con nervios prendía cada una de ellas mientras Agnes guardaba el desorden que había dejado Dante en el closet. ¿Que buscaba Dante? Pues el vestido y el traje de bodas que usaron aquel día. Él quiso que todo se hiciera como debía ser, recordando la noche del casamiento deseaba recrear aquel momento.

Limpió la radio que hace meses no se encendía para la música de ambiente colocar, luego cada quien se vestía con las mismas expectativas con las que se alistaron aquel 10 de diciembre del 2004, la fecha de su matrimonio.

No habían rosas naturales a la vista para decorar con sus pétalos, así que colocaron los dibujos hechos por Agnes en el pasillo que dirigía al cuarto. Se pararon en la entrada del departamento e intercambiaron sus anillos haciendo nuevamente la promesa que dijeron en el altar hace un año atrás.

Mientras en la entrada estaban, el vecino del frente pasaba, se quedó viéndolos y se reía, tropezó con un matero porque no dejaba de verlos. Al vecino pasar, Agnes y Dante no paraban de reír, y desde la entrada prendieron la música con el control. Pasaron a su propia casa agarrados de la mano, luego él la alza a ella y la lleva al cuarto, tumban un par de cosas porque no caminaban con rigidez de los nervios que tenían.

Llegan al lugar, se toman de la mano y ya dejan de reír, se tornan un poco mas serios e inician a tocar, lo que a cada uno le pertenecía después de sus almas y corazón entregar. Baja el cierre del vestido nuevamente, esta vez con seguridad, los botones de su camisa son quitados sin vergüenza alguna, y las lágrimas que ahora presentaban era de felicidad por el tan amor que rebosaba en aquel lugar, y caricias que reemplazaban el dolor que alguna vez existió. Sus vestidos quedaron a los pies de su nido, aquel que sostendría sus cuerpos hasta el final de sus días.

Quizás el primer vistazo del "amor" que Dante presenció no fue el mejor, pero ahora podría conocer lo que sería el amor sin contaminación, pero con armonía como Dios lo creó.“Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros” (Hebreos 13:4).

Pasaron meses llenos de entrega y amor, por fin la pared llena de cuadros felices se encuentra en aquel cuarto, ahora dos personitas agregaba en un gran cuadro, Amaia y Velia, sus gemelas conformarían la gran pintura junto a sus padres Dante y Agnes, y por supuesto el gato Félix, y felices siempre serían.

¡FIN!