Uno.

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Un fuerte relámpago se escuchó fuera de la casa, haciéndole pegar un brinco en la cama al chico de baja estatura, ¿estaba lloviendo? Se preguntaba mientras refregaba sus ojos con ambas manos y abría lentamente sus párpados, fijando su mirada en un punto en específico; la ventana. No recordaba que estuviese lloviendo cuando se había acostado a dormir, la lluvia era fuerte y se podía notar que hacía bastante viento fuera, debido a que éste mismo se azotaba contra la ventana haciéndola sonar.

Desvió la mirada y esta vez la fijó en el reloj de mesa que estaba encima de la misma. 09:23 AM. Soltó un bostezo inconscientemente y se volvió a frotar los ojos, por alguna razón se sentía muy cansado, algo que lo desconcertó ya que normalmente siempre era bastante energético. Quizás era porque no había dormido muchos los últimos días, sí, eso debía de ser, aunque no terminaba de creerlo mucho. La habitación estaba levemente a oscuras, la única luz que había era la que entraba por la ventana, la cual no alcanzaba el lugar donde estaba Jimin. Volvió a acostarse y estiró su brazo izquierdo queriendo buscar algo lo cual abrazar y entrar en calor en ese frío día, pero no encontró nada qué abrazar, o más bien, a quién abrazar. Cerró sus puños y hundió su rostro en la almohada, queriendo aguantar las ganas de romper en llanto, no iba a llorar, no quería. Se removió en la cama buscando una buena posición para volver a dormir, le incomodaba cualquier forma que optará, algo que le hizo fruncir el ceño, normalmente su cama era muy cómoda para él, pero era como si en la que estuviese acostado en ese momento fuera de una persona desconocida y no suya.

Se levantó con pesadumbre y al hacer contacto sus pies con el suelo, una ligera brisa recorrió su cuerpo, haciéndole temblar por lo frío que estaba, pero aquello había sido desechado de sus pensamientos en cuanto observó con curiosidad y confusión la habitación en la que se encontraba, no era la suya. Aquella tenía un tono celeste en las paredes, mientras la suya era de color blanco, además de que ésta contaba con tres camas y la suya con una matrimonial. Entró en pánico, ¿y sí había sido secuestrado? ¿Y sí le habían hecho algo a él? ¿Y sí ya estaba muerto? Quizás exageraba, pero amanecer en la habitación de otra persona que no sea la suya era algo que Jimin nunca hacía, si de por sí el frío suelo lo tenía temblando, ahora el hecho de pensar en algunas de sus hipótesis de estar ahí lo hacía titiritar, por lo que entre pensar y pensar, tomó una decisión, averiguaría que hacia ahí.

Cogió una chaqueta que estaba encima de una de las sillas en la cual estaba una de las computadoras que había en aquella desconocida habitación y se la colocó, sin importarle de quien era. Tenía frío y no iba a ganarse una hipotermia por no abrigarse, hizo lo mismo con unas pantuflas que estaban a un lado de la cama en la cual al parecer había pasado la noche. Se dirigió hacia la puerta de la habitación y se preparó mentalmente para lo que sea que fuese a pasar una vez pisase un pie fuera de donde se encontraba ahora mismo. Luego de soltar un par de suspiros, abrió la puerta. El pasillo que estaba en su campo de visión estaba vacío, por lo que optó por salir finalmente de la habitación y cerrar la puerta tras de sí y empezar a caminar por la desconocida casa. Debía admitir que era bonita, el pasillo estaba bastante limpio, por lo que el pensamiento de que el posible secuestrador de él sea alguien higiénico le hizo soltar una pequeña risilla que al mismo tiempo fue callada cuando escuchó murmullos en la parte de la primera planta de ese hogar. No era una, ni dos o tres voces, eran varias y al reconocerlas después de bajar algunos escalones de las escaleras y acercarse más, sintió el aire ingresar en su cuerpo de nuevo y corrió hasta lo que pensó que era la cocina cuando estuvo allí, frente a todos sus amigos.

Sonrió al verlos ahí conversando y riendo como siempre, pero su sonrisa fue disminuyendo de poco a poco cuando se percató de que había algo diferente en ellos, además del cabello de cada uno, que los tenían de distintos tonos de color. Cuando los miembros se percataron de la presencia del más bajo, le sonrieron e hicieron señas de que se acercará ya que él aún se mantenía un poco alejado de ellos, observándolos expectantes.

Parallel | Yoonmin » BTS.Where stories live. Discover now