Cuando arribamos al muelle nos recibió un joven de no mas de 16 años, de cabello cobrizo, ojos café oscuro y las manos llenas de cicatrices de anzuelos, no ayudó a bajar y llevó las maletas a la zona donde recibían a los viajeros, una pequeña y humilde casa, donde se podía dormir de manera decente, (a diferencia de nuestro viaje en el desierto de Egipto, creo que aún tengo arena en los oídos) cuando dejamos el equipaje salimos al muelle de inmediato para buscar a alguien que nos dijera algo acerca de los templos antiguos de la hermosa Atenas y también para ver como el sol caía marcando el final de otro día más.
-Rangor, mi buen amigo, me encanta este lugar, es tan... Bello- comenté a mi fiel acompañante y camarada
-Yo no lo describiría así, mas bien lo diría... Interesante- contestó con el seño fruncido
-Mi amigo, siempre tan...-me vi distraido a mitad de la oración por una mirada de un azul similar al color del océano observandonos desde el muelle, estos bellos ojos pertenecientes al aun mas bello joven con su músculos y bien trabajado cuerpo (el cual sorprendentemente no estaba tan bronceado por el sol, y sorprendentemente no parecía tener cicatrices visibles, como las que tenía el joven que nos recibió antes) el muchacho que en este momento se encontraba manipulando con manos expertas la red de pesca, me sonrió, una sonrisa capaz de enamorar a los mismos angeles.
-Magnus, me parece que regresaré al hostal, ¿me alcanzas ahí?-
-Me parece perfecto- contesté distraido por los ágiles movimientos del pescador
Era realmente bello, su cabello negro callendo sobre su frente sudorosa por el esfuerzo de subir con sus fuertes brazos la red, ahora llena de peces, era cuativante.
Sin embargo de un momento a otro sus brazos no resistieron la carga de la red y el apuesto joven calló a la cristalina agua, y al parecer nadie lo advirtió. En un impulsivo acto de mi parte me retiré de un tirón mis sandalias y me lancé sin pensarlo dos veces al agua, no fue hasta que estube dentro que razoné que no sabía nadar, mi tutor me enseñó de todo, salvo el nadar y ahora me encontraba en el agua de un mar extranjero sin mi amigo Ragnor para que me ayude.
Estaba a punto de undirme completamente hasta que sentí un cuerpo acercándose hacia mí, y tomandome de la cintura con sus fuertes brazos para sacarme del agua con gran agilidad y así llevarme a la orilla, cuando estubimos fuera me levantó sin ningun problema y me llevó a una pequeña choza justo al lado del muelle.
-Hey... Despierte por favor- me habló él con una voz profunda y varonil
-Mmm?...-
-Ho, gracias a Zeus, caballero, ¿se encuentra usted bien? Sufrió una caida al agua muy poco agradable, debo suponer- dijo el aliviado joven
-Afortunadamente estabas tú para salvarme- dije haciendo que su rostro se tornara un poco rojo
-... Mi señor...¿puedo preguntar si usted se lanzó al agua o si... simplemente se resbaló?-
-Realmente yo me lancé, pero fue unicamente por que tú caiste a ella primero, pensé que necesitarias ayuda-
-Señor, no fue buena idea, si me permite decirle, el mar es algo de cuidado, el Dios Poseidón es muy temperamental, hay que ser muy respetuosos con él y su reino-
-Sabes mucho acerca del tema, no es verdad...?- dije esperando a escuchar su nombre.Heyyyy, yo otra vez.
Creo que ya suponen quien es nuestro sexy pescador... Este capítulo fue escrito a las 2 am, con mi insomnio a todo su esplendor, pero a mi parecer quedo medianamente decente.
Espero que todo aquel que lea esto vote, comente y comparta para que yo siga escribiendo aquí.
Sin mas que comentar
#Cambio y Fuera
Att.:RebeesFan
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Greek prince - Malec (Editando)
Fanfiction1840 - Costa de Atenas - Grecia Un apuesto aventurero Indú va de camino a la hermosa costa de Grecia, en busca de todos esos saberes de esta histórica tierra. Un hermoso heredero de una poderosa familia Griega, enamorado de la mar, de su viento sali...