¡Hey! Por lo menos deja descansar a mi trasero

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-Magnus... Buenos días-
-¿Como que buenos? ¡¡¡Alec, dime que demonios pasó ayer!!!-
-Shhh, no grites, me duele la cabeza, y si no te duele el trasero no pasó nada malo- dijo aún adormilado
-¡¡Alec!!- su expresión de dolor me detuvo- lo siento, pero, por favor, dime que no pasó lo que me parece que pasó-
-¿Estas completamente desnudo? Si lo estás si, si no, no pasó nada malo, sólo nos quitamos la camisa y caímos dormidos en el piso, eso o aún estábamos medianamente conscientes para ponernos pantalones-
-En un principio si lo estaba y me parece que tu aún lo estás...-
Al darse cuenta se levantó sin ninguna vergüenza y fue a buscar algo que ponerse, encontró una toalla y se cubrió enredando en su cintura.
Esto era malo, Ragnor debía estar preocupado y debía estar pegando un grito al cielo o algo así y si regresaba ahora me miraría y se echaría a reír escandalosamente, como era su costumbre.
-Alec, tengo que irme, Rag debe estar buscandome-
-... Por favor quédate, te daré algo para la cabeza y algo de comer-
-Alec, no quiero molestar, me iré a casa, para que Tu puedas descansar-
-No creo que tenga que, dormí muy bien anoche-
Me hizo sonrojar hasta el cuello, odiaba sentirme tan nervioso en su presencia, quizá el echo de que no traía más que la toalla tenía algo que ver, eso y las marcas Rojas de su cuello y pecho, ¡¡ESPERA!! ¡¡¿MARCAS ROJAS?!!
-Alec, no es por alarmarte pero traes algo rojo en el cuello...-
-¿Como dices?- dijo mientras tanteaba su fornido cuello mientras ponía cara de dolor al tocar una marca más roja que las demás.
-Ho, esto tal vez dejé marca, y hablando de eso, ¿no te duele la espalda?- ahora que lo mencionaba, si, un poco si, pero en un principio pensé que era por dormir en el suelo, pero cuando me di la vuelta y me topé con el pequeño espejo de la pared me alarmé y me Di la vuelta quedando frente a un Alec el cual me miraba con una leve sonrisa maliciosa en el rostro, hasta que se percató de lo que significaba que yo tuviera las marcas en la espalda.
-No me digas que estuviste arriba... ¡¡¡Y no me acuerdo!!!- dijo con cara de espanto.
-... Bueno... Es un poco...-
-¡¡¡¡¿Horrible no recordarlo? Si, esto no es posible, Ades, ¿que hice yo para merecer esto?!!!-
-... Alec, tengo que decirte que oficialmente te acabas de convertir en la damisela en apuros...- dije tratando de contener la risa
-¿Como dices?- dijo rojo de la vergüenza.
-Que yo hoy fui el que se encargó de darte...- dije con una sonrisa burlona en mi rostro.
-Ya sé... Está bien... Sólo que me molesta que... estuviéramos tan ebrios para no recordarlo...- aún estaba rojo, este hombre... Es tan... ¡Haa! Odio que haga estos estragos en mi.
-... Se puede repetir si quieres, digo para revivirlo todo...-
-¡Hey! Por lo menos deja descansar a mi trasero-
-...Claro, esperaré, así que por el momento olvidemos que esto pasó y comamos algo, pero primero la ropa, me distraen esas marcas de tu cuello...- dije yo haciendo que un tierno sonrojo se apareciera en sus mejillas.
-Está bien...-
- Y ahora, ¿has visto mi camisa?-
-No, creo que está en la cocina, junto con la mía me parece-
Caminé ahí y efectivamente, estaba, pero sobre la alacena, la cual me quedaba muy arriba.
-Alec... ¿Podrías... Ayudarme?...-
-¿Con que?- dijo apareciendo por la puerta con la toalla de antes... Dioses, le quedaba bien. Ya no me importa que estuviera mal o no, era bello, y ya había pasado la noche aquí... Así que, no, no importaba ya.
-... No alcanzo mi camisa, está sobre el estante y yo... ¡Haaa!- y sin dejar que terminara la oración, me cargó y me sento sobre sus hombros.
-¡¡Alec!! ¡¡¿Que se supone que haces?!!-
-Te alzo para que tomes tu mismo tu camisa-
-No era lo que tenía en mente pero funciona-
De esta manera tomé mi ropa y el me bajó con cuidado al suelo.
-Gracias Alec- dije con una sonrisa
-No es nada- dijo también sonriente
Estábamos muy cerca, demasiado cerca, podría besarlo... Se acercaba a mi, observaba mis labios, no pude evitar hacer lo mismo, Dioses, eran tan carnosos y rosados... Podría... Si, ¿por que no? Aquí... Soy libre.
Y sin esperar un segundo más elimine la poca distancia que existía entre nuestros labios. El roce era experto e indescriptible, era suave, lento, pero... Hermoso. De un segundo a otro el beso se volvió más necesitado, más urgente, logré introducir mi lengua en su boca y este gustoso dejó que la caricia continuara, sin dejar de basarnos empezé a tantear terreno, pasaba mis manos por su pecho, espalda, cuello, el también hacia lo mismo, sólo que más despacio, no tenía la capacidad de detenerme en este punto, y me parece que el tampoco.
En algún momento Alec perdió la vergüenza y en su lugar se materializó un hombre, que se asemejaba a una fiera de la jungla, algo similar a un tigre...
Comenzó a atacar mi cuello con ferocidad, succiónaba con singular insistencia mi piel, mordia y con ese tacto me llevaba al cielo. Sin embargo tenía que parar, esto terminará como la noche anterior y yo no me creo capaz de parar si seguimos al paso al que vamos.
-A-Alec, detente, espera- dije algo entrecortado
-Mmm? ¿Por qué?-
-Yo... Creo que dijiste que dejará que reposaras...-
-... Magnus, esto... Yo lo siento, me dejé llevar- dijo a la par que bajaba la mirada sonrojado.
-... Ho Alec, lamento tanto...- pero no pude terminar mi discurso ya que sus labios se encontraban ya sobre los míos nuevamente, este beso fue más corto.
-Magnus, lo comprendo, y aprecio tu interés por mi bien estar, además, no iré a ningún lado- dijo mirándome con unos ojos que delataban que decía la verdad, el me esperaría siempre.
-¿Estas seguro que eres real Alec?-
-No lo sé... ¿Tú que crees?- dijo algo inseguro, me causaba ternura.
-Yo opino que no, pienso que eres algún tipo de hijo de algún Dios...- dije observando su varonil rostro, tenía un encanto divino, sus ojos azules, más azules que el mimo cielo, sus largas y oscuras pestañas, sus gruesas cejas, su mandíbula cuadrada, su recta nariz, sus carnosos labios, su oscuro cabello, todo él, era como mirar a un enviado de los dioses, traído aquí para hacer sufrir a este insignificante mortal, hijo de un comerciante y una hija de la tierra de India, destinado a recordarme que su belleza es inalcanzable, que está mal que yo piense que el es hermoso, estoy atado de manos, teniendo a la criatura más bella que he conocido y sin la libertad de poder alabar su belleza, que, sin embargo no iguala su nobleza y honor. Eso es lo que representa mi querido Alec.

Hey, yo aquí, se que me odian por cortar el momento de Malec smutt o por no poner el anterior, pero verán que no tardará en salir un capítulo detallado acerca de eso.
En fin, ya saben lo usual, votar, Comentar, compartir, es lo necesario.
Sin más cosas relevantes que añadir
#Cambio y Fuera.
Att.: RebeesFan

Greek prince - Malec (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora