Una Palabra (II)

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Laura seguía, sin moverse, en la puerta mirando a la niña que le sonreía, estaba cómo bloqueada por aquél encuentro tan inesperado para ella y que le provocaba sentimientos encontrados, no sabía cómo reaccionar.

"Dios mío es igual que David, y tiene su misma sonrisa, esa sonrisa que consigue desarmarme y deshacerme en cuestión de segundos. Todavía no hemos dicho nada pero ya me tiene ganada igual que pasa con su padre. No puede ser!! Es preciosa, una muñequita, una princesita...no se equivocaban los que me habían hablado de ella. Laura por dios reacciona es una niña...cómo puede tener ya este efecto en mí si ni siquiera nos conocemos?! Podría ser nuestra hija si hubiéramos seguidos juntos, si no nos hubiéramos separado...Al menos él ha tenido una hija que tanto deseaba. Laura por favor te lo pido reacciona...es sólo una niña y ella no tiene la culpa de nada."

E: Holaaa!! Tu eres Chenoa o Laura verdad?? - preguntó la niña sonriendo y saltando del sofá para acercarse hasta la posición de Laura para saludarla, sacando así a Laura de sus pensamientos y haciéndola reaccionar por fin.

L: Siiii! Y tu debes de ser Ella no? - respondió Laura agachándose para estar a la misma altura que la niña. "Cómo sabe quién soy? Le habrá hablado de mí?" pensó Laura.

E: Si...y cómo sabes quién soy? - preguntó la niña al separarse de Laura tras darle dos besos y un pequeño abrazo. Aunque era la primera vez que se abrazaban para sorpresa de Laura le resultó muy familiar. 

L: Pues porque te pareces mucho a tu papá...tienes su misma sonrisa. - dijo Laura sonriendo a la niña y acariciando su pelo. - Y tú cómo sabes quién soy yo? - le devolvió la pregunta Laura haciéndole cosquillas en el lado.

E: Papá y la tía me han hablado de tí. - respondió la niña.

L: Tu padre? Maria del Mar te ha hablado de mí? - preguntó sorprendida Laura.

E: No...bueno si a mi tía Maria del Mar la he escuchado alguna vez hablando de ti con mi abuela, pero yo me refería a Martina, que no es mi tía de verdad pero yo la quiero mucho, y ella siempre me habla de ti y siempre pone tu música y la de papá - dijo Ella. - Las conoces? - preguntó.

L: Si...claro, las conozco a las 3 y a tu tío y tu abuelo también - respondió Laura - Además Martina es una gran amiga mía y yo también la quiero mucho - siguió Laura que se estaba poniendo un poco tensa por los derroteros que estaba tomando la charla con la pequeña pues no sabía hasta dónde conocía la niña la historia y no quería meter la pata ni causar problemas. - Y papá y Rosa llevan mucho tiempo ensayando? - le preguntó Laura a la vez que se volvía a poner de pie para acercarse al sofá para mirar a través del gran cristal.

E: No...acababan de empezar cuando has llegado - respondió la niña cogiéndo de la mano a Laura para acercarse junto a ella hasta el sofá. Ese gesto sorprendió a Laura pero le gustó. 

Laura saludó, con la niña de la mano, a las demás personas que estaban en la sala, y que habían observado ese encuentro casi sin pestañear. Y tras eso se instalaron las dos en el sofá.

L: y no te aburres aquí solita? - le preguntó a la niña.

E: Nooooo...me encanta acompañar a papá y verlo cómo ensaya, graba...me gusta verlo cantar. - dijo la niña sonriendo. - Oye y porque tienes dos nombres? - preguntó curiosa la niña.

L:  porque Chenoa es mi nombre artístico y Laura es mi nombre de verdad - respondió divertida por la pregunta de la niña.

E: Y cómo prefieres que te llame Chenoa o Laura? - volvió a preguntar.

L: Cómo tu quieras - respondió Laura sonriendo.

E: Mi papá cómo te llama? - siguió preguntando la niña. Laura que estaba bebiendo un poco de agua casi se atraganta por la pregunta de la niña. "Hay que ver con la niña!! Curiosa y preguntona cómo su padre" pensó divertida Laura.

Camino a la VerdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora