Aquí estoy yo (I)

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Tras ese encuentro a principios de diciembre, a pesar de que había sido un día magnífico con las sorpresas que David le había preparado a Laura, no acabó de la misma manera pues pareció enrarecerse el ambiente tras la negativa de Laura de pasar la tarde junto a David y su pequeña. A David pareció no sentarle bien, no ya tanto por la negativa sino más bien porque consideró que quizás se había excedido un poco, había corrido demasiado, quizás emocionado por el día que habían compartido. Tenía miedo de haber agobiado a Laura, de haber provocado un paso atrás por su parte. Laura en cambio se sintió mal por rechazar el ofrecimiento de David, realmente le apetecía mucho pasar tiempo con el, y el cansancio fue una simple excusa, ni siquiera ella entendía bien porque lo rechazó. Ya refugiada en su casa, tras darse un baño relajante, y no satisfecha con las "paces" que había hecho con David al despedirse, le envió un whatsapp para cerciorarse, a lo que David respondió tranquilizándola y disculpándose por si la había incomodado con su ofrecimiento, si se había excedido.

Las aguas volvieron a su cauce tras ese pequeño episodio, volvieron las llamadas que podían alargarse fácilmente 1 hora, los intercambios constantes de whatsapp, aunque con la proximidad de la navidad y sus compromisos profesionales no pudieron verse como deseaban. David como había previsto festejó la navidad en Almería junto a su familia y a la familia de su ya ex novia. Laura por su parte disfrutó de las vacaciones en su isla rodeada de los suyos.

Como viene siendo ya tradición en David, el día de navidad, aprovechó un momento en el que toda la familia estaba entretenida y se alejó saliendo a la terraza con su móvil en mano mientras buscaba en la agenda un contacto. Cuando lo encontró no lo pensó 2 veces y llamó. No tardaron en contestar.

Al mismo tiempo en Mallorca, Laura estaba jugando con sus sobrinos cuando empezó a sonar un teléfono, no era el suyo pero se acercó al mismo guiada por el sonido y lo cogió.

L: Ma!! Te están llamando - gritó un poco pues su madre estaba en la cocina.

P: Quien es? - preguntó desde la cocina.

L: Pone David EB - dijo Laura frunciendo el ceño - respondo? - preguntó. A lo que su madre respondió apresurada que no respondiera que ya iba ella. Reacción que sorprendió más a Laura que seguía frunciendo el ceño.

T: Trae respondo yo! - exclamó el padre de Laura para disimular - es un viejo amigo - siguió respondiendo a la duda de Laura que todavía no había verbalizado. El padre de Laura tomó el teléfono y se al igual que hizo David en Almería salió a la terraza en busca de algo de privacidad para hablar tranquilamente.

David cumplía a rajatabla cada 25 de diciembre con la llamada para felicitarles la navidad, desde hacía ya 6-7 años.

Tati estuvo hablando unos minutos con David y su hija, y posteriormente le pasó el teléfono a su mujer, que había salido a la terraza unos instantes después de el. Tati se despidió afectuosamente de la pequeña Ella que es la que estaba al otro lado de la línea y Patri cogió el relevo hablando con la pequeña, que respondía emocionada a las preguntas de Patri y le contaba todo lo que le había traído Papa Noel, tras unos instantes se despidió de la pequeña que le pasó el teléfono a su padre. Patri y David estuvieron hablando unos minutos, y al colgar Patri volvió a entrar en la casa, donde estaba Laura expectante, preparada para interrogar a su madre, pues sus sobrinos la entretenían y no había podido curiosear quien era ese David EB que le había dejado la mosca tras la oreja. Los padres de Laura sortearon las preguntas de su hija como pudieron, sin dar demasiadas explicaciones, desconocedores de la "incipiente" relación que volvía a haber entre Laura y David.

Esa misma noche ya resguardados y al abrigo de sus respectivas habitaciones y camas llegó su turno. A los 2 se les había hecho el día largo por no saber nada el uno del otro, pues apenas habían intercambiado un par de whatsapps por la mañana y el resto del día como debía ser se lo dedicaron a sus respectivas familias. Pero en determinadas ocasiones era inevitable pensar en el otro, iban surgiendo pequeños detalles que en el momento lo único en lo que pensaban era en compartirlo con el otro, y era en esos momentos cuando se daban cuenta de cuanto se echaban de menos, y de cómo el pensamiento iba al otro de forma constante e inconsciente aún estando entretenidos y entregados a sus familias. Estuvieron hablando largo y tendido, Laura se emocionaba y se le iluminaba la cara escuchando a David contándole como de emocionada estaba Ella abriendo sus regalos. Se confesaron esos momentos en los que se dieron cuenta que querían compartirlos con el otro de manera camuflada, sin dejar ir mucho los sentimientos que aún trataban de amarrar.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2018 ⏰

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