2° - 6# Un beso

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Desperté en el sofá, tenía lágrimas secas en mis mejillas y la nota color lila estaba arrugada en el tapete, miré la hora y aún faltaba 1 hora más para que Hinata viniera a por mi. Tomé una ducha y me vestí rápido, salí a comprar chucherías a la tienda, llevaba los audífonos puestos mientras iba pateando las piedras del camino, cuando llegué me fuí a la sección de los chocolates, y luego me dirigí a observar las revistas para pasar el tiempo. Pero alguien me quitó los audífonos.

-Lo siento, te estaba hablando y no me escuchabas -Se trataba de Ōhira, estaba vestido de azul como si hubiera salido recién de su trabajo-

-Lo siento -Dejé la revista en su lugar y bajé la cabeza-

-¿estás bien? -desordenó mi cabello y me dedicó una sonrisa-

-Si, ya me voy -suspiré, no quería hablar con nadie en esos momentos-

-_______, sabes que puedes contar conmigo para lo que quieras -rascó su nuca y desvío su mirada, era agradable ver esa expresión provenir de él-

-Ōhira... No te lo tomes a mal ¿si?, Solo nos conocemos en una realidad distinta... Digo, no sé si un sueño puede considerarse una realidad... -sonreí, estaba tan confundida que apenas podía ordenar mis ideas de manera coherente-

-Está bien, espera -dicho eso Ōhira, buscó en el bolsillo de su pantalón y luego me extendió su mano cerrada-

Extendí mis manos y él dejó caer una pulsera, era exactamente la misma que papá me había regalado, pero, no recordaba exactamente en qué momento me la dió, todo había sido borrado de mi memoria en ese momento, Ōhira me sonrió y yo le miré a los ojos.

-De donde la sacaste -me estaba quedando casi sin respiración, ¿esto era real?-

-Cuando desperté, aquel día, estaba al lado de mi almohada -

No pude seguir pidiéndole más explicaciones ya que el encargado de la tienda le llamó y ahí comprendí igualmente que trabajaba ahí, me fuí a casa, ya no llevaba los audífonos puestos, dado que quería pensar en frío sobre todo lo estaba pasando. Al llegar, Hinata estaba en la entrada de casa con su deportivo.

-Ya es hora, Daichi me va a matar por tu culpa -corrió a mi lado y a tirones me llevó al Karasuno-

En el camino, Hinata se iba adelantando unos pasos más y luego volvía a mi lado corriendo así fué hasta que llegamos a la prefectura.

-Se me derritieron los chocolates -le dije mirando la bolsa de la tienda-

-Olvidalo, compraremos más -Hinata me la quitó y la lanzó a un basurero, me tiró nuevamente del brazo y me llevo dentro del Karasuno-

Cuando íbamos llegando al gimnasio un chico lanzó su bolso deportivo y este estrelló contra mi cara, enfurecida lancé el bolso a un extremo logrando que rodara por toda la tierra y comencé a gritar groserías contra aquel chico sin darme cuenta que ya le conocía.

De la nada me abrazó fuertemente sin que yo le viera el rostro aún, su risa tan cálida y sus brazos tan trabajados me hicieron sentir cómoda.

-Me alegra saber que estás bien -Rió aún sin soltarme y yo ya me estaba empezando a sofocar-

-Eh, gracias pero suéltame -lo empujé suavemente hacia atrás, logrando verle el rostro, se trataba de Kuroo y a su lado había un chico de cabello medianamente rubio que jugaba con una consola sin emitir ningún ruido-

-¿Ya se conocen? -Hinata sin saber nada del asunto nos miraba a ambos con sospecha-

-la conocí una vez que se dañó las rodillas por ir corriendo -Kuroo río y me dedicó una mirada tierna, como si fueramos cómplices-

Shiratorizawa is Coming 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora