Shiratorizawa is Coming 2

2° - 2# ¡No te conozco!

-¡Hinata! -grité moviendo su cuerpo de un lado a otro, ya era tarde e íbamos media hora atrasados a clases-

-Que pasa -bostezó mientras restregaba sus ojos-

-Levantate, vamos media hora tarede, está toda la comida esparcida, tenemos que ducharnos, ordenar los juegos -afligida comencé a ordenar todo rápidamente, Hinata me abrazó y me tiró hacia atrás-

-Entraremos en el receso, tranquila -le devolví el abrazo y comenzamos a ordenar-

El receso era en una hora más para los dos, mientras Hinata se duchaba, yo revisaba su bolso, me encantaba revisarle sus cosas, me encontraba con la misma entrada a Narnia, saqué una carpeta de color negro, cuando la abrí ví que tenía muchos papeles en blanco y sobres, al fondo de todos esos papeles había una carta, no tenía diseños, solo un texto impreso con una fuente de letra muy linda y llamativa, no la leí, me fuí al pie de la carta que adornaba con un cuervo y unos corazones.

-¿¡Que haces!? -Hinata había salido del baño con una toalla en su cadera y otra en su cuello, se me lanzó encima quitándome la carta-

-se enamoró señor enano -con el fin de molestarle comencé a hacer muecas dramáticas-

-Vete a duchar, llegaremos tarde -sin ningúna expresión se volteó y guardó la carta en su bolso-

-Perdón -lo abracé por el cuello y besé su mejilla, corrí como una niña pequeña al baño-

Me duché y vestí, dejé mi cabello suelto medio húmedo, Mamá ya nos había dejado los almuerzos preparados para ambos, tomamos nuestras cosas y cerramos la casa.

-No es justo, la academia te queda cerca y yo tengo que caminar dos cuadras más -Hinata se cruzó de brazos imitando a un pez con sus labios-

-Que te cuesta caminar dos cuadras, eres rápido, llegarás pronto -

-detente, si pateas esa piedra y llega más lejos que la que patearé yo, estaré de acuerdo en ir a dejarte a la academia, si es al contrario lo harás tú -tomó dos piedras y puso una frente a cada uno-

-Está bien, si gano me tienes que venir a buscar igual -patee la piedra que se deslizó por todo el cemento de la calle dejándola a unos 4 metros de nosotros-

Hinata también pateó su piedra dejándola a unos tres metros, por lo tanto, ganaba yo, íbamos riendo o contando chistes muy malos, Hinata me dejó en la entrada y besó mi frente, se despidió echando a correr.

-¿¡Quien es el!? -un chico me tomó de los hombros moviendo mi cuerpo bruscamente hacia él-

-Semi... Eita... -cuando dije su nombre me soltó inmediatamente, tomó de su cabeza y comenzó a gruñir-

-Lo siento, estoy pasando por algo muy raro- se sentó en el suelo y miró a los lados-

-¿estas bien? Deberíamos entrar a clases -toqué su espalda esperando una respuesta-

-Vete, me recuerdas a una persona, ¡vete! -susurró no sin antes gritar el "vete" -

-solo si te sirve de algo, Semi... Soy yo -toqué sus hombros con mis manos, él seguía tomándose la cabeza -

-No te conozco -se levantó e ingresó a clases-

Tenía pena, él era mi ángel, un ángel de piel fría y corazón cálido, sentía que el corazón se me estrujaba tan fuerte que solo quería ir a casa y encerrarme en mi habitación a llorar como la verdadera inútil que soy. Entré a clases y como había llegado hora y media tarde el profesor me derivó a la dirección.

Me senté en los sillones de cuero del director esperando una respuesta de él para irme a clases.

-Tú eres la chica del primer día -un chico a mi lado comenzó a hablarme-

Levanté la cabeza y ahí estaba otro bombón más del equipo de voleibol.

-Ah, s-si -tartamudee arreglándome el cabello, Goshiki estaba sentado con un papel en sus manos-

-Pareciera que viste un fantasma cuando te quedaste frente a nosotros -me miró a los ojitos, y debo admitirlo, SUS ojitos eran mi debilidad -

-vi águilas -susurré-

"Águilas, hermosas águilas" pensé.

-¿dijiste algo? -Goshiki intentaba decifrar lo que había dicho anteriormente-

-No, olvídalo, verás tengo que entrar -recogí mis cosas y me levanté-

-Espera, dime tu nombre -tomó de mi muñeca -hay algo en ti... Creo que te conozco de algún lugar -bajó su mirada como si intentará buscar algo-

-Goshiki Tsutomu... Averígualo tu mismo -le miré y sonreí -

Me llevé tarea extra por llegar tarde más el castigo que era ordenar toda el aula yo sola después de que las clases acabaran. No tomé atención a clases en nada, estaba envuelta en mis pensamientos y planes amorosos, por suerte para mi las horas pasaban casi volando por siempre quedarme dormida. Mi celular comenzó a vibrar con una llamada entrante.

-Estoy fuera, ¿porque te demoras tanto? -

-Hinata lo siento, tengo un castigo, es ordenar el aula -

-Te espero, solo intenta no demorar tanto -

-Está bien, te adoro -

Lancé un beso al celular y corte la llamada, no era muy buena en el aseo o en el orden así que solo comencé a barrer todo el suelo y a ordenar mesas de mala gana.

-Supe que alguien estaba en problemas -Yamagata estaba apoyado en la entrada del aula con los brazos cruzados-

-Si me ayudaras se me haría el trabajo más fácil -me acerqué a el y de inmediato me rodeó en sus brazos -

-No quiero volver a perderte -dió un beso a mi cabello y me apretó con más fuerza contra su pecho -

-Me haces sentir pequeña en tus brazos -nerviosa reí, era tan cálido-

-Bueno, comencemos, ya es tarde -

Yamagata y yo comenzamos a ordenar todo, no nos demoramos más de cinco minutos, pero había olvidado un detalle, Hinata estaba esperando por mi.

-Voy tarde -rápido tomé mi bolso y me despedí de Yamagata-

Corrí por el pasillo de la academia estaban todos vacíos excepto que por uno que otro chico que andaba por ahí, sin querer choqué con uno de ellos, me disculpé de inmediato mientras sacudía mi ropa. Levanté la mirada y era Ushijima, sentí que el corazón se me paralizó, no podía mover ni mis manos ante él. Ushijima se quedó mirandome con sus ojos abiertos como dos pelotitas y su boca entre abierta

-Lo siento, yo, me voy -corrí nuevamente hasta llegar a la salida-

Me maldecia por dentro por ser tan idiota y no hablarle justo cuando el chico que más me importaba estaba frente a mí mirandome con cara de un niño viendo un dulce. Eres estúpida ______.

-Te demoraste 10 minutos más -Hinata comenzó a caminar conmigo-

-Perdón, vamos a casa -

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