Berenjenas envinagradas con... ¿pulpo?

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- ¿Podrías quitarte toda esa armadura que traes? – Me dice sonriendo.

- ¿Qué? – Digo aun atontada por lo que acaba de pasar.

- Que te quites las gafas, la capucha esa, el tapabocas... - Dice Phoebe burlándose de mí y la corto con un gesto de mi mano (No hice el gesto grosero porque sería quedar peor, aunque ganas no me faltaron) con manos temblorosas bajo la capucha, escucho como Phoebe exclama impaciente que me quite todo así que tercamente me dejo las gafas y el cubre boca y cansada de todo y actuando como niña de cinco años me cruzo de brazos. Para mi consternación veo y oigo a Leo partirse de risa.

- Eres todo un caso ¿verdad? – Dice aun riendo.

- Eso suelen decir. – Resoplo. Sé que estoy amparándome en mi malestar físico y mental para no seguir cayendo rendida con este bombón. Mis hormonas quieren seguir bailando y lo cierto es que aunque no las tengo del todo controladas, el ir semi cubierta me ha ayudado a dos cosas:

1.- A que no se vea cuanto me ha afectado este hombre.

2.- ¡A ocultar mi fealdad producto de las manchas claro está!

Pego un brinco en el asiento cuando lentamente me quita las gafas, observa mis ojos y con esa misma lentitud que ya me está poniendo la carne de gallina y sin dejar de verme me quita el cubre boca, ¡Madre mía! Sin la barrera de las gafas es muchísimo más guapo y ¿Por qué rayos todo lo que hace es tan malditamente sexy? Trago saliva sin darme cuenta y siento que me pongo completamente roja.

Berenjenas...

Berenjenas envinagradas...

Berenjenas con pulpo en vinagre...

Las posibilidades de combinar esas tres cosas que me desagradan profundamente son varias.

Conforme los ojos de Leo me examinan pienso en cosas desagradables, es la única manera de mantener mi cordura mental, ocultar mi sonrojo y para que engañarme, es la única manera de no lanzarme a sus brazos.

Me sonríe después de quitarme el cubre boca y ahora entiendo esas frases cursis como: "me sumergí en la oscuridad de sus ojos" aunque en este caso sería "la sexy oscuridad llena de promesas de tu mirada" ¡Dios! ¡Piensa rápido!

Berenjenas.

- ¿Perdón? – Pregunta Leo.

Rayos, sé supone que iba a pensarlo no a decirlo.

- ¿Eso son berenjenas? – Atino a decir señalando hacia la cocina.

- Eh... no. – Me responde él confundido, enseguida pone su mano en mi frente y trago saliva al sentir su contacto. – No pareces tener fiebre.

- Pero si problemas de la vista. – Acota Phoebe y le lanzo una mirada asesina. – No son graves a juzgar como usa los ojos para matarme. Oye, ¿Qué no odias las berenjenas?

- No, me encantan. –Miento.

- Veamos – Interrumpe Leo y alza mi barbilla con un dedo examinando mi rostro.

- ¿Está muy mal? – Pregunta Phoebe al ver que pasan los minutos y no dice nada.

- No. – Dice después de unos segundos. – Está muy bien.

- ¿Perdón? –La que pregunta esta vez soy yo. Le oigo carraspear.

- Que en tu rostro casi no hay signos de nada.

- Pero si tiene manchitas en las mejillas.

- La verdad parecen pecas Phoebe, muy lindas por cierto. – Contesta Leo y yo empiezo a creer que oigo mal, veo mal y ¿Acaso me ha dicho linda viéndome como me veo? Bueno, le ha dicho lindas solo a mis pecas, digo, mis manchas en las mejillas.

Perruna vida (Saga "Vida Cruel" 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora