Leyendas, historias y cuentos reales

N°32 LUCIA

Este cuento trata de una chica llamada Lucìa, una chica con 15 años de edad. Llevaba una vida hermosa, y muy tranquila., llena de vida y paz. Un dìa conoció a el chico de sus sueños, el se llamaba Paul era musculoso y muy hermoso, tenìa ojos marrones con apenas mirarlos te enloquecían. Llegò el cierto día en el que el chico decidió presentarle su novia a su familia. Lucìa estaba extremadamente nerviosa. 

-¿Lista?- le dijo Paul antes de arrancar el auto.

-Si- dijo Lucìa firmemente, tomándolo de la mano a Paul.

-No tiembles Lucy, no te asustes.

-Solo tengo un mal presentimiento. 

-Oh vamos- dijo Paul poniendo el coche en primera.

Ya estaban en camino, pero... ella tenia un mal presentimiento, estaba asustada y muy nerviosa. De repente Lucy devisò una grande casona, blanca a lo lejos. Esa era la casa.

Cuando llegaron, Paul le abriò cortésmente la puerta del coche. Caminaron sin hablar, hasta la puerta... no sin antes atrevasar el jardín.

-Buenos dìas Paul... y, buenos dìas señorita- dijo lo que parecía ser la madre.

-Buenos dìas, yo soy la..-dijo Lucía, sin poder terminar.

-Lo sé, la novia de Paul, mi hijo.

-¿Vistes mamà? Es la cosa mas maravillosa del mundo.- dijo interviniendo Paul.

-Paul- dijo sonrojándose.

-Si, es muy bella- dijo su madre.

Pasaron y se instalaron en el living, un espacio muy grande y la casa era bellísima.

Allì charlaron un rato largo, hasta que algo capto la atención de Lucìa.

Lucìa sonreía tímidamente al compás de algunas palabras. De repente viò a una nena, con pelo largo y negro, en su mano se hallaba sosteniendo una muñeca de trapo. Lucy le sonriò pero la chica le contesto con una seca mirada.

-Bueno, vamos a recorrer la casa- dijo Paul.

Le presentò cada lugar, hasta el baño... cuando llegò a su habitación. Abriò la puerta azul, y entraron. Era bonita, en las paredes se encontraban posters de Los Beatles, Elvis Presley y demàs grupos de los 60s y 50s. Cuando salimos de la recamara, al fondo del pasillo habìa una puerta blanca, con una llaves. Paul se dirigiò hasta alli, Lucy lo siguió sigilosamente.

La habitación se encontraba sin luz, sin vida... Lucy viò una foto, era la chica que habìa visto antes.

-Hey, ¿por qué no me presentas a la nena? ¿Tu hermanita no?- dijo Lucy sonrientemente. 

-Lo harìa, pero ella murió hace un año- dijo.

Lucy se callo y se disculpò.

Le agarraron ganas de ir al baño, entrò y sonrió al ver el hermoso lugar. Cuando estaba lavándose las manos escucho por detrás suyo algo.

-Ten cuidado con Paul, ten cuidado- le decìa alguien.

Se diò vuelta y contemplò a la nena.

-Vos estas muerta-dijo Lucy, tomándose la cabeza.

-Eso es lo que vos pensas pero... no es asì- dijo aquella nena.

Y antes de que Lucy pudiera decir palabra alguna... la nena desapareció.

Y ella saliò del baño, disimulando que no habìa pasado nada, preferìa no decir nada, querìa caerle bien a la familia de su novio, no querìa parecer una loca.

Al otro dìa Lucy recibió la trágica noticia: su abuela Nani habìa muerto. Muy triste, decidiò ir al velorio, para ver por ùltima vez la cara de su abuelita. Sus padres ya estaban allí, asì que no tuvo opción de tener que ir sola. Otra vez, la nena se le apareció, estaba rezando junto a una tumba... Lucy se fue acercando lentamente. 

Al llegar leyó la làpida que decía: PAUL SWAN.

Lucy se frotò los ojos... pero, no pudo desaparecen esa imagen de sus ojos. Eso era real.

- El esta muerto- dijo la pequeñita.

Lucy la ignorò y siguió caminando. Y llegò al funeral, cuando fue a ver a su abuela que se hallaba en el ataùd, vio a Paul. 

Lo que sè es que Lucy murió a la semana siguiente.

Nose como, pero lo que te puedo asegurar es que... se encuentra atràs tuyo.