Gokú...
Llevaba volando ya un rato... una amplia zona desértica se desplegaba ante él, suaves dunas de color ocre y marrón era lo único que veía, de pronto una pequeña zona con vegetación llamó su atención.... Voló hacia ella....
Piccoro...
Piccoro volaba rápidamente, no sabía que buscaba exactamente, quizá un bosque sería una buena opción para comenzar.... pero lo que parecía una ciudad llamó su atención... se dirigió hacia allá enseguida...
Aterrizó suavemente, las pequeñas viviendas tenían formas caprichosas, pareciera una ciudad fantasma, algunas casas tenían marcas, extraños símbolos en un desconocido idioma, «¡quizá eran una especie de letreros!» pensó Piccoro al ver que en una de ellas había una gran cantidad de botas obscuras en diferentes medidas... caminó un poco más, ¡pareciera que la ciudad había sido abandonada apenas hace algunas horas!... en lo que parecía una cantina aún encontró vasos con lo que parecía licor...
A lo lejos pudo ver una imponente construcción, decidió ir a inspeccionar...
Mientras se acercaba pudo ver que ese lugar era enorme... ¡fácilmente superaba a c.c. en diez veces su tamaño! aterrizó en uno de los patios de ese extraño complejo... ese patio era enorme, apiladas en una esquina pudo ver algunas armaduras en mal estado «un área de entrenamiento» pensó...
Decidió entrar al interior del complejo...lo que vio lo dejó sin aliento...
Un gran recibidor apareció ante sus ojos, el lugar era suntuoso, una gran alfombra en tono rojizo con adornos dorados se desplegaba a lo largo de un pasillo... temió ensuciar esa lujosa alfombra... levitó suavemente a través de el pasillo hasta que una imagen en un marco dorado llamó su atención...
Un hombre muy parecido a Vegeta se apreciaba en ella... ¡el mismo cabello! pero la tonalidad era diferente... ¡castaña!, al igual que su barba, pero... ¡las mismas facciones! ¡el mismo porte orgulloso!...«¡el rey Vegeta!» pensó Piccoro.... estaba sentado en un hermoso trono... a su lado, de pie... un pequeño niño...¡Piccoro lo reconoció enseguida!...esos cabellos negros parados desafiando la gravedad, ese ceño fruncido, esa forma de cruzar los brazos, «¡vaya! ¡ si es el pequeño príncipe !» pensó Piccoro sorprendido...
Hubiera querido seguir revisando minuciosamente cada rincón de ese increíble lugar... ahora entendía mejor el gran orgullo de Vegeta... ¡Era un príncipe!...¡y no uno cualquiera!...¡su destino era ser el rey de ese planeta!...
Decidió salir de ahí... ¡estaba buscando una flor!... y no creyó encontrarla al interior del palacio... Se elevó dispuesto a retirarse... pero detuvo su vuelo en seco de pronto... ¡un jardín!... ¡lleno de flores blancas con suaves líneas rojas!... descendió enseguida...
Gokú...
No le fue difícil encontrar esas flores, ¡Bulma tenía razón! pudo verlas aún antes de aterrizar, sacó una cápsula que le había dado Bulma, la activó y un contenedor muy amplio apareció al instante...
- ¡ Cuándo encuentren esas flores colóquenlas aquí! ¡las mantendrá en buen estado! - había dicho Bulma
Con cuidado recolectó las que pudo y se dirigió de vuelta a la nave...
Piccoro ya se encontraba ahí... sostenía un contenedor igual al suyo...
-¡Veo que también tuviste suerte Piccoro!
-¡Así es!... ¡Vamos, es hora de regresar!...
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Continuará....******************************
Hola a todos!! ¡Espero que les haya gustado este capítulo! No se pierdan mañana la actualización de mi otra historia: ¡Así no!Gracias a todos por sus comentarios y votos... me encanta recibirlos!
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El Don
Hayran KurguAU. Ubicada después del torneo contra el universo seis... Una antigua leyenda dice que algunos sayayines reales reciben un don al llegar a su madurez, pero nadie sabe que pasará puesto eso nunca había sucedido...