¿Qué es eso que sientes?

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-¡Yo tampoco!- dijo Gokú comenzando a alarmase.

-¡¿Cómo dices?!- preguntó Bulma con preocupación.

-Digo que... ó está ocultando su ki o no está en c.c.- contestó Gokú.

-¡Lo buscaré!- decidió Piccolo saliendo de la habitación.

- Pues yo digo....- dijo Wiss dirigiéndose a Bulma y a Gokú- que deberían dejarlo a solas, necesita asimilar esto...

Pero no convenció a ninguno de los dos, Gokú salió de la habitación determinado a buscarlo y Bulma lo siguió con cara de preocupación, se separaron en el pasillo, Bulma se dirigió al interior de la casa y Gokú optó por Buscar en los jardines.

Mientras tanto Wiss y Bills que se habían quedado a solas comenzaron a hablar en voz baja.

- Wiss, no estoy seguro de que me agrade el don que ha recibido Vegeta, ¿ porqué ha podido leer nuestros pensamientos?

- Bueno señor Bills, recuerde que Vegeta ha alcanzado la fase dios, por eso puede leer nuestros pensamientos...

-¡Pues no me gusta nada!...

-¡Oh!... no tiene de que preocuparse, con gusto le enseñaré algunas técnicas de bloqueo...

-¿Y sólo en eso consiste el don que ha recibido el príncipe?

- Aún es muy pronto para saberlo señor Bills....

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Mientras tanto Bulma se encontraba con Piccolo y Gokú en el jardín....

-¡No está en ningún lado! - afirmó Gokú preocupado.

-¿A dónde pudo haber ido?- se preguntó Bulma.

-Extendamos la búsqueda a los alrededores, no pudo haber ido muy lejos, aun estaba débil...- sugirió Piccolo.

Los tres coincidieron en eso, Gokú y Piccolo se elevaron en el aire y se pusieron de acuerdo para dividir la zona en secciones y así cada quien buscar por su lado.

Mientras tanto Bulma se dirigió al laboratorio para buscar una cápsula que contuviera una nave voladora.

Al llegar, súbitamente recordó algo y se palmeó la frente, ¡¿cómo pudo olvidarlo?!.... ¡EL CHIP!... ¡Vegeta aún traía implantado el chip!... quizá si...

Corrió a la computadora más cercana y rápidamente tecleo en ella hasta que una sonrisa se dibujó en su rostro.... «¡ya donde estáspensó.

Bulma, ya a bordo de la nave, observaba el monitor con cuidado, hasta notar que el lugar que buscaba ya estaba muy cerca, decidió descender, no quería sobresaltar a Vegeta con el escándalo del motor de la nave.

Caminó por un breve periodo de tiempo, hasta que la pantalla que traía en las manos le indicó que se encontraba a pocos metros de la ubicación del chip, justo frente a ella, levantando la vista pudo visualizar la entrada de una cueva. Suspiró para darse algo de valor, y entró con decisión.

Vegeta se encontraba con los ojos cerrados sentado en el piso con una pierna estirada y la otra flexionada, uno de sus brazos descansaba sobre su rodilla mientras el otro yacía suelto a un costado, estaba disfrutando del silencio y la oscuridad de ese recoveco natural, sin importarle mucho que iba a hacer después, sólo sabía que en ese momento, la soledad y el silencio nunca le habían parecido sensaciones tan placenteras.

Pero una cascada de pensamientos de pronto interrumpió el silencio, sobresaltándolo...

Puso atención, y lo que oyó lo hizo sentir extraños sentimientos que no sabía bien como definir...

¡Una angustiosa voz que el conocía muy bien se pudo escuchar! Deseaba encontrarle, saber que se encontraba bien, estrecharle entre sus brazos, estaba preocupada y temerosa de que algo malo pudiese haberle ocurrido, y un pensamiento se repetía una y otra vez sin cesar... «¡Vegeta!...¿dónde estás?! »

Se levantó y se dirigió a ella, la encontró unos metros más adelante....

-¡Vegeta!...¡estás bien! - gritó Bulma mientras se arrojaba a sus brazos casi derribándolo, púes su estado físico no era el de siempre.

-¡Bulma... ¿qué es todo eso que sientes?...  -le preguntó él sorprendido ante las intensas emociones que se liberaban en ella y que ahora él podía percibir.

-¡Es amor Vegeta!- contestó ella aferrándose con fuerza a él- ¡Te amo Vegeta!...

Vegeta estaba anonadado, ¡todo este tiempo había albergado sentimientos similares hacia ella!... ¡pero no los había llamado amor!... los había llamado de otra manera... debilidad, cursilería, tonterías, ¡incluso en algún momento... estupidez!...

¡Todo este tiempo había amado a esa mujer!... ¡y apenas ahora se enteraba!...

La estrechó entre sus brazos mientras le daba un beso en ese  suave cabello cuyo color le gustaba tanto.

- Yo también te amo Bulma...- le confesó en un susurro.

Continuará...

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Hola, hoy esta historia me tenía inspirada y por eso salió este capítulo, gracias a todos por leer y por sus comentariosSaludos....      :)

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