El Don

El regalo....

Décimo día....

Vegeta despertó sintiéndose aparentemente bien, aún era temprano, quizá eran las seis o siete de la mañana, se incorporó lentamente de la cama hasta quedar sentado en la orilla, comenzó a retirarse la aguja del suero....

-¡¡¿pero qué haces?!! - dijo Bulma que entraba en la habitación al verlo.

-¡Me siento mejor... y ya no necesito esto! - contestó Vegeta continuando con lo que estaba haciendo sin inmutarse.

- Está bien... déjame ayudarte... - contestó Bulma con cautela, pensando en que efectivamente se veía mejor y prefería verlo así  y no como en los días anteriores.

Cuando Bulma terminó, lo observó por unos momentos, ¡se veía demacrado!... no recordaba haberlo visto así de pálido ni tan delgado... Vegeta notó su escrutinio...

-¿ Qué pasa?...- preguntó incomodo.

- ¿Crees que puedas comer algo?... - le preguntó Bulma evadiendo su pregunta, pues lo conocía y sabía que cualquier comentario que sonara a lástima lo haría enfadar.

-¿Comer... -  se preguntó Vegeta, la verdad es que moría de hambre, ¿pero podría?.

-¡Te traeré algo!... -decidió Bulma por él saliendo de la habitación sonriente.

A Bulma le dio mucho gusto el hecho de que Vegeta por fin pudiese retener un plato de comida, ¡se sintió más tranquila!...

Después de desayunar Vegeta comprobó que ya era capaz de caminar sin marearse, e inclusive se cambió y salió de su habitación para ver a Trunks antes de ir a la escuela, el “torpe  de Kakaroto ” aún no se había levantado, Gohan no estaba pues viendo que su presencia no era indispensable hacía más de tres días que había regresado con Vídel, y a Piccolo pudo sentirlo en el jardín, seguramente meditando.

Se sentía bien y eso le alegró sin duda, pero.... ¿y su don?... ¿dónde estaba?... ¿porqué no se sentía diferente?... de repente se sintió un poco cansado, tenía sueño,¡pera esta vez sintió que iba a descansar de verdad!... y que iba a ser un sueño reparador, volvió a su habitación y se quitó las botas, echó un vistazo al reloj, las nueve veinte, se recostó en la cama  y antes de caer profundamente dormido, le pareció escuchar las voces de Wiss y Bills.

¡Un terrible dolor de cabeza lo levantó pocas horas después!... ¡parecía ser la peor jaqueca de su vida!...«¡¿qué demonios pasa?!» se preguntó mientras se sostenía la cabeza con ambas manos y se encogía en la cama, ¡el dolor era terrible!... sin querer un grito salió de su boca... ¡la puerta se abrió enseguida!

-¡VEGETA!... ¡¿qué te pasa?!- escuchó la voz de Kakaroto.

¡Más personas se precipitaron en la habitación!... pudo saberlo por el ruido que hicieron al entrar, pero el seguía en la misma posición sosteniéndose la cabeza en un vano intento de controlar el dolor, ¡intento que por cierto resultaba inutil!...

¡Era demasiado fuerte! ¡se retorció y gritó como cuando Bábidi lo poseyó en su nave!...¡su cuerpo emitía un extraño resplandor rojo,  y cuando pensó que iba a perder el sentido pues ya no creía soportar más, ¡el resplandor cesó y el dolor fue cediendo poco a poco!...

De repente todos empezaron a hablar a la vez...

-¡Vegeta!- exclamó Bulma con tono lastimero.

-¡Esto es muy extraño!- decía Piccolo.

-¡Quisiera saber que demonios pasa!- dijo Kakaroto.

-¡Estos sayayines son una especie intrigante!...- decía Bills.

-¡mmm... me pregunto...

La voz de Wiss se vió interrumpida cuando vegeta bociferó:

-¡¡¿Se pueden callar de una maldita vez?!!...

-¡Pero...Vegeta... - la voz de Bulma sonaba cautelosa - ¡nadie ha dicho nada!...

Entonces  Vegeta alzó la vista lentamente y.... ¡comprobó con horror que a pesar de que sus bocas estaban inmóviles... PODÍA OIRLES!....

Una de las voces captó su atención en medio del barullo que se desató de nuevo...

-¡Un telépata!....-   escuchó la voz de Wiss, y cuando Wiss vio que Vegeta lo miraba con sorpresa añadió- ¡y uno muy poderoso por cierto!...

Continuará....

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