El Don

No es sencillo para mí...

Vegeta dió un suspiro mientras buscaba con la vista a Kakaroto,
y aunque a simple vista no lo encontró, una rápida lectura de ki le dijo que estaba cerca...

Así que lentamente se dirigió al interior de la arboleda frente a él en busca de Kakaroto.

Lo encontró, sentado en una gran roca bajo un árbol.

- Kakaroto...- dijo en voz baja para no sobresaltar al otro sayayin.

-Vegeta - contestó Gokú.

Llegó hasta él y un silencio incómodo se hizo durante algunos segundos, pero enseguida los pensamientos de Gokú fueron captados por Vegeta...

«...¡Rayos! ¡ésto es tan extraño!... ¿se supone que Vegeta escucha todo lo que pienso en éste momento?... ¿cómo se supone que tenga algo de privacidad?... ¡ni siquiera me parece que sea correcto... »

-¡¡Basta!!... ¡Si... puedo escucharte! ¡pero no lo hago a propósito!...

El tumulto de pensamientos cesó de pronto y Gokú observó a Vegeta con una expresión de sorpresa...

Por un momento Vegeta pensó que "Kakaroto" lo rechazaría...
que palabras como “fenómeno” o “entrometido” romperían el silencio en cualquier momento.

Por eso, la reflexión de Kakaroto lo dejó perplejo...

«Si... es cierto, él no escogió esto, de hecho... ¡ni siquiera lo sabía!..»

-Y... -continuó Gokú ahora en voz alta- ...lo que dije el otro día es verdad... tu eres mi amigo Vegeta...

Gokú sonrió tímidamente y Vegeta suspiró aliviado sin poder evitarlo...

- Amigo...- susurró Vegeta para sí mismo.

Gokú lo escuchó y se tensó un poco, la avalancha de pensamientos comenzó de nuevo...

«Bueno... yo lo considero mi amigo, pero... ¿y si él no quiere ser mi amigo?... además no recuerdo que haya dicho que le agrada la idea, ¿qué tal si la odia... mejor dicho... ¡¿qué tal si me odia?!...

-¡¡Yo no te odio!!- exclamó sobresaltado Vegeta- y...tampoco odio la idea... -continuó un poco más tranquilo aunque algo cohibido-  es sólo que... -buscó cuidadosamente las palabras, y cayó en la cuenta de que la verdad era la mejor opción- ...en mi... nuestro planeta, la palabra “amigo” o “amistad” no existían.

Finalizó dando un suspiro frustrado, pero al mismo tiempo sintiéndose aliviado de soltar la verdad.

La cara de Gokú era de completo asombro...

«¿La amistad... no existía?... seguramente la vida en ese lugar era difícil... » pensó.

-Si... lo era... -susurró Vegeta.

- Tu don... me pone nervioso...- soltó de repente Gokú.

- Lo sé... -murmuró Vegeta- tampoco es sencillo para mí...- le confesó.

-¡Pero al mismo tiempo creo que es genial!...

Vegeta sonrió ante el comentario del otro sayayin.

Gokú sonrió y de repente se levantó de la roca dónde había permanecido sentado, se paró ante Vegeta y extendió la mano...

«¡Vamos... tómala...» fué el pensamiento de Gokú.

Vegeta no entendió el gesto...

-¡Seamos amigos! - dijo Gokú sonriente.

Vegeta se quedó unos segundos contemplando la mano que Gokú le ofrecía...

- Amigos...- murmuró mientras estrechaba la mano de Gokú y sonreía levemente.

-¡Mira esas manzanas Vegeta!...¡se ven bien!...- dijo Gokú volteando hacia arriba, donde unas bellas manzanas rojas colgaban de lo alto del árbol.

-Si... se ven bien - concordó Vegeta deseando tener una en la boca.

¡Repentinamente la manzana se soltó del árbol!... y siguiendo una imposible caída en diagonal casi le da en la cara a Vegeta, si éste no la hubiese detenido con la mano...

-¡Wow!... ¡Vegeta! ¿cómo hiciste eso?... - exclamó Gokú sorprendido.

-No lo sé... -contestó Vegeta extrañado mientras contemplaba la manzana en su mano y luego volteaba a ver la lejana rama de donde vino.

Continuará....