MY BOYFRIEND (GTOP)

13. "Positive"

La enamorada pareja amaneció acurrucada. Sus piernas entrelazadas y sus brazos rodeando sus cinturas, protegiéndose del frío y transmitiéndose amor. Seung Hyun fue el primero en abrir sus ojos, sonrió bobalicón cuando sus ojos tocaron el rostro de Ji quien dormía atractiva y placenteramente en sus brazos. Lo apretó empleando un poco de fuerza, escuchó un gemido ahogado y soltó una risilla; sintió ternura por los adorables gestos de su novio. Besó una de sus esponjosas mejillas y susurró.

- Buenos días, bebé. – apoyó su mejilla sobre la de Ji y le acarició su vientre. – Buenos días, cosita – susurró infantil – Ji bebé, es hora de levantarse. Tengo que ir a trabajar

- No quiero – dijo con pereza sin abrir sus ojos, pero con un pronunciado puchero – Quiero seguir durmiendo... en mi colchón de agua caliente – se acurrucó en su pecho. Respiró el olor natural que emanaba.

- Ji, tengo que ir a trabajar – pronunció apacible mientras acarició la espalda del menor – Si no trabajo, no tendré para comprar todas las cosas que necesitara nuestra cosita.

- Muy pronto recibiré la jugosa herencia de mi abuelo y no tendremos que trabajar nunca.

- Eso dices, pero el dinero se termina si no lo sabes administrar – guardó silencio por unos segundos para pronunciar lo siguiente – Tienes que despertar porque el abuelo será trasladado a otra clínica, estará más cerca de aquí... así podrás ir a verlo y pasar tiempo con él.

- ¡Aish! El abuelo es muy odioso – pronunció de forma infantil.

- Jajajajajaja – río a carcajadas – Así es el abuelo, solo nos queda soportarlo.

- Seung ¿Debo valorarlo? ¿verdad? – de un momento a otro cambió su estado anímico – Si mi abuelo se muere... me quedaré solo, muy solo – lo abrazó.

- El abuelo es fuerte. Nunca estarás solo porque siempre estaré contigo – apartó a Ji de su cuerpo. Sostuvo su cabeza y limpió sus lágrimas – No llores mi amor, nuestra cosita también llorará

- ¡Qué pesado!... ¿Por qué hace todo lo que hago? – Seung sonrió por el comentario.

- Porque aun lo llevas dentro de ti. – con su dedo índice punteó su vientre plano – Cuando nazca entonces podrás hacer todo lo que se te plazca. Serás libre como antes – bromeó para que deje de llorar. Apachurró las mejillas ajenas y plantó un suave beso en los labios. – Levantémonos – Ji lo sostuvo con fuerza.

- Cuando mi abuelo muera, mamá convertirá mi vida en miserable – susurró – Mamá no me quiere... papá no me quiere. Ellos... me odian. Yo no parezco su hijo.

- No pienses en eso – sacudió la cabeza del menor para que desechase esas horribles ideas – Cuando no esté contigo y ellos te insulten o te digan cosas fueras de lugar... cubre tus orejas fuerte... tan fuerte hasta dejar tus orejas rojas ¿está bien? – Ji asintió

- ¿Y tú?

- Eso harás solo cuando estés solo. Cuando esté a tu lado no permitiré que nadie, absolutamente nadie te grite o te golpee. Tú eres mi joya preciosa, nadie te lastimara

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo. – pronunció con una sonrisa – Ni siquiera yo tengo permitido lastimarte. Ya te lastime mucho – limpió sus lágrimas. En cada gota rozó suavemente sus labios.

- ¿Yo sí puedo lastimarte? – bromeó con una ligera sonrisa.

- Tú tienes permitido todo. Eres el rey de la casa. – el menor se sintió bien.