III-Un día con Ben

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Capitulo III

Un día con Ben

M A L

Desperté de lo más normal, fui al baño e hice mi rutina habitual. Después de un largo y reconfortante baño, baje las escaleras para ir a desayunar. No fue nada nuevo para mí ver la ausencia de mi padre, Pero había algo nuevo, alguien nuevo.

Ben.

Sentado en la isla de la cocina, con su perfecto y desordenado cabello castaño siendo acariciado por los tenues rayos de sol que se colaban a través de la gran ventana frente a él. Miraba su celular, mientras comía un Croissant relleno y su café humeante a un lado de él.

—Buen día, Malsy.—Saluda el castaño, con las mejillas llenas de pan.

—Hola.—Respondí amablemente a su saludo.

—Hice café, aunque no sé si te gusta el café.

Camine hasta la cafetera.—Gracias.—Giró para sonreírle pero él está fijo en su teléfono.

Sirvo un poco de café y tomo un Croissant relleno de mermelada de fresas. Me senté frente a él, ahora era yo la que lo observa con detenimiento, resaltando cada perfecto detalle de su rostro.

La pijama azul que lleva puesta hace una combinación hermosa con sus profundos ojos verdes, su cabello es todo un caos, sin embargo, no deja de verse atractivo. Es más, me atrevo a decir que se ve aún más lindo de lo que es. Sus cejas se unen mientas revisas su celular, es una expresión que lo hace lucir enojado o confundido pero aún sigue siendo lindo. Y por último sus labios... Oh, Dios. Muerde ligeramente su labio inferior, incitando a mis sentidos a hacer lo mismo. Y sin darme cuenta, lo hago, empiezo a morder mi labio inferior, echando a volar mi imaginación con la textura de sus labios.

Aparta la mirada de su teléfono, su mira recae sobre mi pobre ser.

Mi corazón deja de latir por un breve segundo que sea sentido como una lenta eternidad.

Quizás sea porque no estoy muy acostumbrada a ver a las personas a los ojos o que las personas centren su atención en mí.

Por eso en el momento en el que sus brillantes y galantes esmeraldas están rebuscando en el fondo de mi alma, mi corazón se empieza a alterar.

Él sonríe.

Su sonrisa es tierna y muy sincera, aparentemente inofensiva. Sin embargo, pone peor a mi ritmo cardiaco.

—¿Que planeas hacer hoy?—Preguntá, dejando de lado su dispositivo móvil.

—Nada, no tengo planes para hoy.—Respondó su pregunta, tratando ser relajada.

—Mmm bien, anoche se me ocurrió que talvez podríamos ver una película aquí o comer papas, ya sabes pasar tiempo juntos para conocernos mejor.

—Sí, no suena a una mala idea.

—Bien, iré a ducharme. Nos vemos después.—Se va, sin antes volver a sonreírme.

Extrañamente no puedo dejar de verlo, pero eso no me molesta en lo absoluto. Con cada uno de los pasos que da tengo una mejor vista de su espalda, tiene hombros anchos y una postura muy recta.

Locamente Enamorada.  ||MalxBen||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora