Capítulo 4

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Tengo suerte. Sólo estaré tres semanas fuera del set y luego volveré por una semana más antes de navidad. Después de eso supongo que seguiremos el rodaje, a no ser que nominen la película de David a diferentes premios de diferentes shows. Cosa que es bastante probable después de lo que me contó Harbey.

Me quedo esperando en un banco antes que mi publicista venga a recogerme para llevarme al aeropuerto cuando de repente noto algo que me rodea el cuello con fuerza.

-¡Ahhhh! – chillo pensando que es algún agresor. Me giro rápidamente asustada y veo a Josh, eso me tranquiliza.

Josh se sienta a mi lado y yo le empujo.

-No vuelvas a hacerme eso, ¿entendido?

Josh asiente.

-Gracias por la taza, Jenn. – dice sonriéndome. 

-Me alegro que te guste. 

Miro hacia atrás que es donde se supone que Josh tendría que estar ya que allí están grabando por mucho que yo no esté la filmación tiene que seguir, con otros actores y fotogramas del paisaje.

-¿No te toca grabar hoy?

-No. – dice negando también con la cabeza. – no hasta dentro de diez minutos.

Me quedo con la boca abierta.

-¿Y a qué esperas? ¡Te van a despedir!

-No lo harán, a aparte, quería despedirme de ti, a solas. Sin toda la gente alrededor.

Por la razón que sea eso provoca una sonrisa en mi boca.

-No tardaré mucho, ya lo sabes.

-Lo sé. – reposa su mano en el banco justo detrás de mi espalda y me mira frunciendo el ceño. 

-¿Qué haces?

-Te observo. – le miro con las cejas levantadas, confundida. 

-Estás loco.

-He aprendido de la mejor. – Josh mira el suelo y luego vuelve a dirigir sus ojos hacia mí. - ¿Pasaras por Nueva York? Estaré allí en un par de días promocionando “Red Dawn”. – no sabía que Josh también iría de entrevista en entrevista. 

-Sí, pero estaré por allí a mediados de diciembre. De momento ahora me quedaré por L.A. – Josh suspira profundamente y mira hacia todos los lados como si intentara ver si hay paparazzis, eso significa que me dirá algo importante.

De repente se levanta y me tiende la mano para que llevarme a algún lugar. ¿Dónde querrá que vayamos?

-No puedo, Josh. Tengo que esperar a Joey, mi publicista. – le comento mirándolo des del banco.

-Necesito contarte algo. Sólo serán dos minutos. 

Bueno Joey no destaca por ser puntual y todavía no es ni la hora a la que tendría que llegar así que acepto.

Josh me lleva hasta la parte de atrás de su caravana donde hay una especie de caja llena de papeles en la superficie. Esa caja la tenemos todos, es de hierro y sirve para guardar nuestras mochilas que traemos de casa de todos nosotros. 

-Bueno y… ¿qué es lo que sucede? – pregunto nerviosa.

-Sólo quería hablar contigo, a solas. - ¿Por qué reitera tantas veces que quiere hablar conmigo? Me está empezando a asustar.

-Vale, habla pues.

Josh sacude la cabeza.

-¿Es algo grave?

Qué loco es el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora