¿Qué es esta sensación tan horrorosa? Parece odio. ¿A caso odio lo que acabo de ver? De algo si estoy segura y es que estoy molesta. Molesta por no haberle felicitado, supongo que se lo estará pasando en grande con Chloe y no soy nadie para separar su relación. ¡Bah! ¿A quién quiero engañar? Me duele que haga eso. Que cambie tan de repente. Que le afecte tanto mi rechazo. Me odio a mí misma, des de mi más sincero ser. ¿A caso me esperaba algo diferente? No lo sé, simplemente estoy confundida.
Me llevo el teléfono conmigo y me estiro en mi cama. Sin querer suelto alguna que otra lágrima y no entiendo la razón. ¿Será porque realmente me he dado cuenta que le he hecho daño a mi mejor amigo o porque quería que sucediera algo entre nosotros?
Antes de dormir vuelvo a mirar las fotos, no puedo evitar sonreír al ver su sonrisa en la foto. Es como una sonrisa contagiosa. Lo que le pase a él, me lo transmite tanto si es bueno como si no.Pienso en la idea de llamarle o enviarle un simple mensaje de texto. ¿Valdría la pena? Lo único que sé es que a él le hará mucha ilusión. O quizá no. Quizá el hablarle sea peor. De cualquier manera, le llamo. Josh contesta a los cinco sonidos.
-¿Diga? – dice su voz. Me alivia poder escucharle de nuevo.
-Hola, Josh. Soy yo, Jennifer.
-Ah… Hola. – no parece muy animado. - ¿cómo va todo en L.A.?
-Demasiado alboroto. ¿Cómo fue la presentación de “Red Dawn?
-Demasiado alboroto. – repite lo que digo a propósito. - ¿qué ha pasado? ¿Por qué me llamas a estas horas? - ¿llamarle a estas horas? ¿Qué hora se supone que…? Oh… Allí, en Atlanta es más tarde y aquí es casi media noche.
-Sólo quería decirte que me alegro de lo tuyo con Chloe.
Escucho un suspiro profundo al otro lado del teléfono.
-¿Qué pasa con Chloe? ¿Qué te ha contado Liam? - ¿Qué? ¿Cómo lo sabe?
-¿Te ha dicho él que me lo ha contado?
-Lo sabía. No, no me lo ha contado pero nos vio y se pensó que salíamos. – siento un enorme peso quitado de encima. ¿Qué me sucede?
-Me dijo que os habíais hecho fotos y que habías encontrado el amor. – sé que es seguir metiendo el dedo en la llaga pero necesito que lo confirme, para estar segura.
Josh empieza a reírse.
-¿De verdad te ha dicho eso?
-Sí.
Hay algunos segundos de silencio después de mi respuesta.
-¿Y tú? ¿Qué tal lo tuyo con Bradley? No creo que Nick esté de acuerdo con vuestro… - oh, por dios.
-nuestro nada. No hay nada. ¿A caso no veis que es una estupidez? – quizá me haya pasado pero no me importa. Me irrita que la gente no confíe en mi palabra.
-Vaya, sí que te afecta.
-Cuando se trata de mi vida personal, sí.
-Vale, vale. Ya lo capto. ¿Jennifer?
-Dime, Josh.
-Te quiero. No sabes lo que cuesta conquistarte. Si supieras todo lo que he intentado y tú ni siquiera te has enterado. Pensaba que te darías cuenta algún día.
No sé por qué pero por la razón que sea, quiero seguir escuchándole. No quiero parar de oír su voz. Tampoco entiendo cómo ha podido estar solo tanto tiempo.
-Oh, Josh. No sé qué hacer. No sé qué decir.
-No tienes por qué decir lo mismo que yo. Sólo quiero hablar contigo, oír tu voz. Dime algo, lo primero que se te venga a la mente.
-Algo.
Josh se echa a reír y yo me río con él.
-Algo un poco más largo. Eh… Oh, sí. ¿Qué tal si me hablas de tu primer beso? ¿Cómo fue?
Pues ahora que lo pienso, no me acuerdo con quien fue. Ni cómo. Lo único de lo que soy capaz de acordarme es de fue antes de haber sido actriz, antes de conocer este mundo.
-La verdad, ni idea. ¿Y el tuyo?
-Todo el mundo me dice que fue el beso que le di Charlie Ray, pero casi ni me acuerdo, era muy pequeño. Del beso que tendré el sabor en mi boca y no parara de repetirse será el que tú y yo tuvimos en la cueva el año pasado. – odio esto. Me hace sentir fatal.
-Tengo que reconocer que tú tampoco estuviste nada mal.
Escucho una risita tonta al otro lado del teléfono.
-Cuando hicimos la escena de la nieve… bueno yo…
-Sí, supongo que sí. – comento. Quizá lo que vaya a hacer ahora sea la cosa más estúpida que he hecho en toda mi vida.
-Josh, a mí también me gustan tus besos. Son mejores que los de… - ¿Pero qué estoy haciendo? ¡Maldita sea! Me gustaría retroceder en el tiempo, cambiar lo que he dicho pero es demasiado tarde.
-¿Mejores de los que quién? - ¿Tengo que responder a eso?
-Ya sabes quién.
-¿Qué los besos de Nick? ¿Me lo dices esto en serio o me estás tomando el pelo?
A veces no entiendo por qué existo, a cada paso que doy, más inútil me siento.
-Sí, Josh. Mejores que los besos de Nick.
-Pero igualmente no significa nada. – noto en su voz un poco de decepción.
-De verdad que lo siento. Quizá más tarde cambie mi opinión sobre Nick y me gustes más tú o quizás no, no tengo ni idea. Pero necesito que entiendas que por mucho que pase una cosa u otra, no quiero perderte como amigo, ¿entendido?
-Entendido. Jennifer, ¿me prometes que me enviaras mensajes de texto? – oh, quiere estar pendiente de mí. No sé si es algo que me gusta o no. Lo único en lo que puedo pensar es en lo confundida que estoy.
-Claro.
…
Hoy estoy en Nueva York, quedan pocos días para la premiere de “El lado bueno de las cosas” y aquí, en Nueva York, está Nick. Hemos quedado para vernos en unos cinco minutos y yo ya estoy esperando en frente del restaurante.
Veo que viene paseándose por la calle y me mira de arriba abajo con una sonrisa elegante pero en realidad un poco ridícula.
-Cada día estás más guapa, mi amor. – sonrío aún que falsamente.
No sé por qué pero dudo mucho de nuestra relación. Últimamente estoy muy incómoda y no encuentro la razón por ninguna parte.-Gracias, tú también. – me noto en mi voz que hay algo que no cuadra. Es como que ya no lo digo de verdad, des de mi corazón. Ya no me aporta esa sonrisa que antes me aportaba Nick. Algo ha cambiado y no sé el qué.
-¿Entramos? – me dice señalando el restaurante.
-Claro. Para eso hemos venido, ¿no? – Nick asiente.
Antes de entrar, Nick se acerca a mí para darme un beso y me lo da. Al principio yo lo acepto pero luego me viene una imagen: Josh. Abro los ojos y en mi imaginación lo veo a él, detrás de Nick. Mirándonos. Con un ramo de flores y con lágrimas corriendo por las mejillas. Con el corazón roto, como yo nunca quisiera que él estuviera. Me despego rápidamente de Nick.
-¿Pero qué te pasa? – me pregunta asustado.
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