Todos hablamos de que una relación es de tres. Tú, tú pareja y Dios. Pero déjame decirte que no hay relación que funcione si sólo uno de los dos pone todo de su parte. En una relación ambos deben de poner de su parte si quieren conservar y madurar el mutuo amor que se tienen. "El amor es algo que lleva trabajo y dedicación. En pocas palabras es algo que hay que estar cuidándolo." La recompensa de dicho trabajo y dedicación es algo hermoso ya que de eso nace un amor de años y es el más bello. Una relación sea noviazgo o matrimonio necesita de un constante interés por ambas partes; lo que no cuidamos o no le dedicamos la importancia que necesita se pierde. Una relación no sobrevive por si sola ni por el esfuerzo desmedido de una de las partes. Un noviazgo es de dos personas que se comprometen y luchan "juntos" por estar unidos pase lo que pase.
Duda, ego, desconfianza, orgullo y muchos otros sentimientos que llegamos a manejar de forma negativa que nos hacen creer algo en donde no gana nadie, pero donde sí llegamos a perderlo todo: ¿Cuántas veces no has pronunciado un "lo siento" por orgullo? ¿Cuantas veces le has preguntado a tu pareja si te ama, porque dudas?
Cuando tu tomas la decisión de formar una relación con alguien es porque tomaste la decisión de esforzarte y dedicarle el tiempo a esa persona. Ya que las relaciones necesitan de un continuo esfuerzo para mantenerles, debes ser consiente de lo que das y lo que recibes. Si tu estás dando amor, apoyo, atención pero en lugar de recibir lo mismo recibes un espaldazo o un desinteres, dejame decirte que esa relación no te conviene. ¿Por qué? Simple, una relación es un amor de Dos. No puedes darlo o hacerlo todo tú sola/o y tampoco pedes esperar que él o ella lo haga solo, porque cuando eso llega a suceder, la relación se convierte en un interminable tormento en donde vamos de cansancio en cansancio y decepción tras decepción. Hay un dicho que dice que el amor es como las flores: hay que abonarle y regarle para que crezca de manera sana; pero jamás decimos quienes son los encargados de abonar y regar ese amor: ¿tú? No. ¿Tú pareja? No. Ese trabajo es de ambos.
En el amor no hay un yo sin un nosotros. Bien es cierto que el amor no conoce de un "yo", conoce de un "nosotros" en donde somos capaces de conciliar en lugar de imponer nuestra voluntad, cosa que no significa perder nuestras convicciones, sino manejarlas de tal manera que podamos caminar al lado de nuestra pareja y compartir con el o ella desde lo que cada uno es. Al amor siempre hay que abonarlo, pero no en soledad, sino en pareja; en la continúa construcción de un "nosotros" que nos permita adornar un presente con los más bellos momentos y soñar con un futuro juntos, porque el amor es cuestión de dos corazones que deciden ser uno de por vida.
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Un Amor Con Actitud
EspiritualHoy en día el enamorarse es fácil. Pero muchas veces la relaciones se dejan llevar por las emociones y no por un amor verdadero "un amor genuino". Es ahí donde hoy en día hay miles de la relaciones con un final no feliz y miles de corazones rotos...