Déjate querer

Conociendo a Saori. ~Te encontré a ti ~

Taichi

Al despertar me sentía muy feliz. Me levanté antes de que sonara mi alarma y comencé a prepararme para ir a la escuela.
Al ir a la cocina me encontré a mi madre tomando lo que parecía un café.
- Buenos días - salude sirviendo un poco de leche en un vaso y sentándome frente a mi madre.
- ¿Todo bien? - mi madre alzo una ceja intrigada por alguna razón.
- Si, todo bien - di un mordisco a la galleta - ¿por? -
- Pareces muy feliz - sonrió -¿Han ganado un partido recientemente? - ella también mordió su galleta.
- El juego es la próxima semana - termine mi leche y fui al baño para lavarme los dientes. Mientras miraba mi reflejo en el espejo al cepillarme los dientes ví de reojo que mi madre estaba en la puerta del baño observándome con atención. - ¿Necesitas el baño? - pregunté con la boca llena de pasta dental. Escupí y seguí con mi labor.
- No, no... - titubeo y se recargo en el marco de la puerta - ¿Te paso algo interesante ayer? -
- ¿Como qué? - terminé de lavarme los dientes y fui a mi cuarto por mis cosas. Hice mi cama, arregle los libros que estábamos usando ayer y abrí la ventana. Mi madre me seguía observando.
- No lo se... Te ves diferente - Colgué la mochila en mi hombro.
- No que yo recuerde... - comencé a caminar a la salida. Cuando tome mis llaves y me cambie los zapatos recordé que hoy llegaría tarde a casa - Nos dejaron un trabajo en equipo, ayer se hizo aquí, así que hoy me toca en su casa, llegaré pasadas las ocho -
- ¿Tan tarde? Amagi-kun y Kurumada-kun viven algo lejos así que... -
- No es con ellos, la profesora nos asigno las parejas, vive en el complejo de a lado - mire mi reloj de muñeca comprobando que ya era algo tarde. - Sí aun no está en casa prometo avisarle que ya he llegado. Me voy - abrí la puerta y escuche antes de que la cerrara.
- Regresa pronto -
Siempre me ha parecido gracioso que a pesar de que me levanto temprano y procuro apresurarme, siempre salgo mas tarde de lo que me proponía. Hoy no era la excepción, y por eso, en momentos como este me iba en bicicleta a la escuela.
El camino fue relajado, no apresure demasiado el andar de la bicicleta, me gustaba ir despacio y solo aceleraba cuando llegaba a la ribera, en dónde los carros casi no pasaban.
Al llegar a la ribera ví que Tenma estaba entrenando los regates, como siempre cada mañana. La velocidad que mantenía provocó que me detuviera para verlo mejor. Era increíble el avance que había obtenido en solo algunos meses. Su concentración y precisión eran increíbles. Sonreí por su entusiasmo.
Levante la vista dispuesto a continuar con mi camino cuando divise una cabellera color chocolate, avanzaba lento con ayuda de sus patines. Avance deprisa hasta llegar junto a ella.
- Buenos días, Saori-san - saludé. Ella gritó asustada perdiendo el equilibrio, gracias a mis reflejos como portero evite que cayera por la colina sosteniéndola de la mano, pero eso mismo provoco que el manubrio de mi bicicleta girara y fuera yo esta vez el que perdiera el equilibrio por un momento, fue ella la que lo enderezó con su mano libre, ambos suspiramos aliviados para después reír a carcajadas.
- Lo siento, - comencé soltando su mano - no quise asustarte - sonreí.
- No te preocupes, estaba distraída - me devolvió la sonrisa - Ya que ambos estamos en ruedas - amplio su sonrisa - ¿Qué tal una carrera de aquí a la entrada de la escuela? -
- No estoy seguro... - dije sin borrar mi sonrisa porque parecía divertido.
- ¡Te ganaré! - gritó mientras comenzaba a patinar hacía la escuela.
- O-oye... - sin pensarlo mucho la seguí, me costó mucho trabajo alcanzarla pero lo logre cuando ambos entramos a la escuela. Fue un milagro que no hayamos atropellado o herido a nadie.
- Te ganaré a la próxima - sonrió cansada recargándose en el portón de la entrada.
- Sólo sí me dejo - sonreí con la respiración agitada. Se inclino un poco y se quitó uno a uno los patines.
- Bueno, nos vemos mas tarde, Sangoku-kun - se despidió con la mano y se dirigió a algún lugar del edificio principal. La ví alejarse y después me dirigí al apartado de bicicletas pero antes de avanzar mucho me encontré con Minamisawa.
- Veo que tienes una amiga - acomodó su cabello como solía hacerlo siempre.
- ¿Minamisawa-kun, que haces aquí? - estaba sorprendido, viéndolo con atención supuse que estaba de regreso, traía puesto el uniforme del Raimon con la mochila correspondiente de la escuela - ¿vuelves aquí? - pregunte con entusiasmo. Mi amigo no respondió, solo sonrió ligeramente y camino al edificio donde se encontraba la dirección.
Me le quede mirando un momento y después seguí con mi camino.