Conociéndote

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Estaba enormemente emocionado por el libro que había escrito, era su mejor obra hasta la fecha.

Había conseguido que ese toque frío de Kurama se derritiese en ese último libro, quería mostrar su humanidad e interior, y lo había conseguido.

Pero había otra cosa por la que estaba emocionado; el libro nuevo que iba a salir de Hamaru Ōtsuka, quien en ese momento, estaba escribiendo una historia sobre un joven que consigue hacer su mayor sueño realidad, y las dificultades por las que pasa para conseguirlo. No era el típico dramón en el que el protagonista es un "chico malo" que no tiene sentimientos, todo lo contrario, el joven de la historia es alguien muy dulce, y el siguiente libro que iba a salir, se vería si estaba un paso más de su sueño, o caería en algún tipo de abismo.

Naruto se había posicionado en la lista de escritores más talentosos de su país, ocupando el puesto número dos. Hamaru Ōtsuka siempre le había superado, pero eso nunca le había molestado, era un gran admirador de ese escritor, y ardía en deseos de saber quién era, pues él fue la inspiración para que escribiese, su carrera había empezado inspirándose con los relatos cortos de Ōtsuka, y eso hizo que entre relato y relato, creara su primera historia, un libro infantil llamado "Chīsana sutāretto" (Mi pequeña estrellita) donde una pequeña estrella se iba de vacaciones.

Esta obra era un reflejo de su solitaria infancia, pues sus madre murió al darle a luz, y su padre se volvió mentalmente inestable debido a la pérdida.

La otra parte de su vocación como escritor le vino de su padrino, el grandísimo escritor de novelas eróticas, Jiraiya. A Naruto no le interesaban las novelas de su padrino, sólo le gustaba la primera que había escrito, y de dónde salía su pintoresco nombre "Dokonjō Ninden" (La Historia de un Shinobi Absolutamente Audaz)

De esa novela, basó a su personaje Kyūbi, una persona que jamás se vencía ante las adversidades, y se convertía en el mejor detective, pero decidió darle una personalidad basada en su mejor amigo, Sasuke, pues ambos eran "los padres" del detective.

Dar el verdadero nombre de su personaje, era un paso que estaba emocionado de dar, ese era su punto fuerte de ser escritor, conseguía sorprender a todo el mundo de la manera más inesperada posible.

Lo que no sabía era si su nueva editora, daría el visto bueno... tenía miedo por lo que ella había dicho:

–¡Por favor! Deme una oportunidad, éste es mi trabajo de ensueño... ¡Trabajar junto a mi escritor favorito es lo que siempre he deseado!

Tenía miedo por si admiraba ciegamente todos sus trabajos y era incapaz de darle una opinión objetiva como editora... si lo hacía como fan, estaba perdido, y tendría que despedirla.

Y ahí estaba él, en su casa esperando porque Hinata Hyūga, apareciese.

¿Dónde se había metido?


Pasaron dos horas, y por fin sonó el timbre. Había aprovechado para poder limpiar un poco su apartamento, porque ese sitio estaba hecho un maldito desastre.

Abrió la puerta y ahí estaba ella.

Hinata Hyūga, sin tacones rotos, sin maquillaje corrido, sin camisa hecha un desastre y su pelo recogido en un perfecto moño, y con una sonrisa emocionada.

Iba a realizar su primer trabajo como editora.

Le invitó a pasar, y empezaron a revisar el manuscrito juntos. Le había pasado una copia que ella se había leído en un día. El taco de folios estaba lleno de anotaciones que había hecho.

Faceless WriterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora